Tu verdad es negada... (1)

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Cale Henituse era muy consciente de que la posibilidad de morir existía, él estaba dispuesto a hacerlo si eso representaba no perder a las personas importantes para él en esta vida; aceptaría las consecuencias de ello.

Solo no esperaba que su alma terminará en el cuerpo del enemigo como consecuencia de su decisión imprudente.

"¿Cómo me sigo metiendo en este tipo de situaciones?", se pregunta en voz alta, mientras mira el cuerpo de Cale Henituse frente a él.

Si, estaba muerto.

Era lógico que iba a resultar de esa forma si apuñalaba su pecho, Cale esperaba que la vitalidad del corazón pudiera sanar sus heridas; sin embargo, el daño recibido fue muy extenso, el poder antiguo de la regeneración no pudo sobrellevar la carga de sanar su cuerpo.

Entonces, su alma había terminado en el cuerpo vacío más cercano.

Si, Cale Henituse ahora era la maldita estrella blanca.

"¿Esto es karma, de alguna forma?", murmuró el joven pelirrojo, con una mano apoyada en su ahora, rostro.

El hombre estaba sintiéndose ansioso por este inesperado resultado, de todas las variables disponibles, ¿Por qué esta?

Tal vez Eruhaben-nim tiene razón, es un bastardo desafortunado.

Al menos sigue vivo...

Eso no le da el alivio esperado, Cale preferiría estar muerto ahora siendo testigo de cómo han resultado las cosas.

No es que le molestara terminar en un cuerpo diferente, era la segunda vez que sucedía.

La primera vez es sorprendente; que suceda una segunda vez, bueno, él supone que debió haberlo anticipado.

Tenía la ventaja adicional de que la estrella blanca y Cale Henituse habían sido bastante similares entre si, él no se siente tan fuera de lugar.

Puede moverse perfectamente en este nuevo cuerpo, se aseguró moviendo los brazos y las piernas, estas responden bien; sigue vivo, está vivo, cualquiera diría que debe ser agradecido.

¡Ciertamente no!

"Esto solamente puede ser culpa de ese maldito dios...", musitó, sintiendo el desdén carcomiendo su corazón, pensando en el responsable probable de esto.

En algún lugar, un dios con conciencia culpable se estremece...

Al menos, el alma del reencarnador ha sido destruida con éxito, esa es una prueba pequeña de cómo la suerte no lo ha abandonado del todo.

Porque Cale no tiene necesidad alguna de compartir cuerpo con ese bastardo, probablemente, con su constante mala suerte, la estrella blanca terminaría siendo una molesta voz en su cabeza.

Cale se estremece, el bastardo seguro hablaría mucho para molestarlo.

"¿Pueden escucharme?", pregunta al aire.

Si alguien más lo viera, parecería un loco, pero Cale está tratando de escuchar las voces de los dueños anteriores de los antiguos poderes que actualmente posee.

Al estar unidos a su alma, estos no desaparecieron, puede convocar a la perfección un fuego en su mano, y eso le sirve como prueba.

Cale no los escucha, suelta un suspiro al notar la ausencia de las voces, era extraño no poder escuchar sus irritantes y preocupadas voces; baja la cabeza y se mira el cuerpo muerto, a sí mismo muerto.

"¡Maldita sea!", exclama Cale, su voz resuena en la sala, él no tiene idea de cómo va a explicar esto.

Se empezó a reír como un lunático, nadie iba a creerle.

Bueno, no tuvo tiempo de pensar cómo iba a dar a conocer la situación en la que está ahora, pues sus compañeros, amigos y familia irrumpieron en la habitación; todos se quedaron mirando la escena sangrienta con horror.

La estrella blanca estaba de pie, vivo, riendo como el loco que siente que se volverá, mientras Cale Henituse yacía en el suelo, claramente muerto.

Era fácil saltar a conclusiones.

La loca risa de Cale ciertamente no favoreció su imagen, era ver al enemigo riéndose de haber derrotado al héroe; Cale no pudo formular ni una palabra, antes de que la herida en su pecho doliera, su mano se dirigió al sitio de donde provenía el dolor

Su mano se manchó de sangre, él estaba derramando sangre también.

Bien, es una confirmación más de que el bastardo ya no existe, su cerebro se tomó su tiempo en hacerse consciente del dolor, la maldición de Barrow sin duda tenía muchas desventajas, no sintió el dolor hasta hace poco.

Además, Cale no recordaba estar lastimado, se olvidó de forma selectiva como el cuerpo de la estrella blanca también recibió daño.

La ausencia de sentir algo, no hizo nada para recordarle que ahora, él es quien está lastimado.

Ron y Beacrox lo observaban con una mirada fija, sus aliados lo ven como el enemigo; los niños lloraban sobre su anterior cuerpo; la expresión de Cale se volvió amarga, no había querido hacerles pasar por esto.

El joven pelirrojo trató de hablar para explicarles, pero el dolor se hizo insoportable, el aliento se atoró en su garganta...

Cale cayó al suelo, la herida que tenía no sanaba, y eso fue preocupante, el poder regenerativo no funciona, ninguno de sus poderes lo hace, esa sería la tercera vez que va a morir; las miradas de esta gente viciosa siempre le dan miedo.

No tardaron en acercarse en el momento que cayó, su respiración se complicó, sentía la sangre derramarse por sus labios; las personas que le rodean parecían preocupadas.

"No dejen que el bastardo muera...", Cale hubiese querido creer que se habían dado cuenta del cambio, cuando escuchó tal frase similar proveniente del dragón dorado.

Pero lo descarto de inmediato, al escuchar a Eruhaben-nim decir, "Si lo hace, solo saltará a otro cuerpo..."

Tenía sentido, no sabían si Cale había matado al reencarnador, y el héroe pelirrojo fue el único con la capacidad de matar a la estrella blanca.

Cale había sido el único que pudo asesinarlo, si lo mataba alguien más, existía el riesgo de que el alma solo se movería a otro cuerpo, solo por eso no lo mataran; Cale se siente aliviado, al menos, no morirá a manos de sus aliados.

No iba a culparlos si terminaban con su vida, era una buena manera de evitar problemas.

La punzada de dolor lo hizo estremecerse, sentía mucho frío, su visión no era buena, ve figuras borrosas merodeando alrededor, no puede distinguirlos...

'El dolor es horrible', fue su último pensamiento antes de perder el conocimiento.

Cale Henituse: A Collection Of Stories...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora