Una promesa no cumplida... (1)

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No fue su intención encontrarse con un huevo negro.

Fue una simple casualidad, él lo vio mientras hacía una caminata obligatoria para tomar el sol, porque al parecer era saludable alejarse de su apreciada cama y tomar la luz solar al menos una vez al día.

El joven hombre tenía una mirada curiosa dirigida a su reciente descubrimiento, no parecía pertenecer a nadie, estaba en un lugar tan inusual, cubierto con ramas llenas de hojas, en un intento extraño de esconderlo, parecía estar tan solo como él mismo...

'No', negó levemente su cabeza, apartando el pensamiento de su mente.

Si ese huevo estaba allí, es posible que el guardián de este se encuentre en las cercanías, no existía ninguna necesidad de enemistarse con el posible progenitor del huevo; por ello, decidió simplemente ignorar que lo vio, era hora de regresar a su hogar.

Él se alejó algunos pasos, su mente incapaz de no analizar la inusual situación.

Los huevos generalmente no están solos, y mucho menos mal cubiertos con algunas ramas, era muy sospechoso; su atención y mirada fueron en dirección al huevo, que brillaba gracias a la luz del sol, era tan bonito...

'Maldición', pensó brevemente, sin dejar de mirar el huevo.

El hombre joven emprendió su camino de regreso a su casa con un huevo cargando en sus manos, apoyado contra su pecho, maldiciéndose a sí mismo en voz baja y a su conciencia que no le permitió alejarse más.

Si lo que fuera que saliera del huevo lo terminaba comiendo solamente él sería el responsable; él no tiene ni la menor idea de que puede venir del interior, puede fácilmente ser comido si resultaba ser una entidad peligrosa.

Pero...

El huevo parecía abandonado, e incluso si era un huevo, un niño no debería estar solo.

'Maldito sea su sentido de responsabilidad', pensó brevemente, abrazando con más fuerza el huevo entre sus brazos.

El sol era demasiado brillante para sus ojos poco adaptados a la luz natural, ocasionado por su carencia de salidas al exterior; iba a resguardar el huevo hasta que el procreador de este apareciera y lo reclamara.

Su mente estaba pensando en varias excusas lo suficientemente creíbles para evitar ser asesinado, al menos, tenía que poder explicarse antes de morir; quizá deba afinar su método de evasión...


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No había sido su intención encariñarse.

Pero no fue capaz de evitarlo, era un ser que permaneció en soledad durante mucho tiempo, volviéndolo propenso a hablar en voz alta consigo mismo.

Al menos parecía que no está enloqueciendo, considerando que tiene ahora, un oyente para escuchar sus delirios.

"Eso no suena bien...", murmuró en voz baja, observando el huevo cómodamente sentado entre un montón de almohadas.

Tal vez aislarse del mundo si estaba eliminando su cordura y estabilidad mental...

Realmente no sabe si lo que está dentro del huevo está consciente y mucho menos si tiene la inteligencia necesaria para comprender sus palabras; sin embargo, esto no impide que el hombre hable.

Desde ese momento, él no deja de hablarle.

El hombre habla sobre su día, sobre algunos acontecimientos del pasado, tanto felices y trágicos, le cuenta sobre sobre sus esperanzas para el futuro.

Cale Henituse: A Collection Of Stories...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora