7- El nuevo local!

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Bonnie despertó a las 8 de la mañana, debía estar en el local a eso de las 9:15 y aunque vivía cerca, prefería despertar más temprano para alistarse y dejarle todo listo a su hermano menor. Se duchó y cambió, se vió en el espejo para verificar que todo estuviera bien, tenía su camisa blanca, el corbatín rojo, los pantalones y zapatos negros, el chalequito lila y el delantal que debía utilizar cuando comenzara a repartir las pizzas, estaba todo bien. Bajó para hacerse un mini desayuno y dejarle algo rápido preparado a su hermano, tomó su bolso, sus llaves, se puso un abrigo y salió de su casa. Aún eran las 8:30 así que tenía tiempo de sobra, pasó por el negocio de al lado de su casa para comprar unos dulces y ahora sí se dirigió al local de la vuelta.

- Buenos días-. Habló despacio el chico mientras entraba al local, allí dentro vió a su ahora jefe y amigo frente a un espejo tratando de colocarse el corbatin negro, mientras que por la cocina Chica se asomó para saludarle.

-Buenos días Bonnie, dame un minuto, ya estoy contigo-. Le dijo Freddy mientras continuaba tratando de colocarse el corbatín, a lo que el nombrado soltó una pequeña risa para acercarse al mayor y tomar el corbatín.

- Se coloca así, pasas por detrás y por dentro, lo vuelves a pasar por detrás, por dentro y lo tiras ¿Ves? No es tan difícil-. Dijo el chico mientras sonreía y dejaba el corbatín perfecto en el cuello de su compañero, quien se sintió un poco nervioso ante su cercanía.

-Eh... Gra... Gracias, bueno, ahora sí puedo ir con Foxy, em... Puedes ir a ayudarle a Chica con las cosas de la cocina, nos vemos luego-. Dijo el castaño para caminar hacia donde estaba el chico zorro.
Bonnie le hizo caso y fue hacía la cocina, donde Chica estaba lavando unos servicios.

-Buenos días, B!- le saludó cuando le vió- ¿podrías ayudarme con esas masas de pizza? Necesito sacar unas cinco, solo alcancé a sacar tres cuando me puse a lavar la loza-. Explicó la chica a lo que Bonnie asintió para abrir el refrigerador y sacar las otras dos masas congeladas.
A las 9:30 ya estaban por abrir el lugar, la gente se había amontonado en las afueras, como habían elegido abrir un día domingo, muchas personas querían comer en ese nuevo local, Chica y Bon habían anunciado por todos lados la nueva apertura del local Freddy Fazbear Pizza y al parecer funcionó, ya que había más gente de lo esperado inicialmente.

- ¡Buenos días a todos! ¡Quiero agradecerles a todos por haberse tomado el tiempo de venir!¡ Aqui mis amigos y yo les estaremos atendiendo, si necesitan algo pueden presionar el boton de la mesa o llamar a alguno que esté cerca de su mesa! ¡Sin más que decir, les danos la bienvenida a Freddy Fazbear Pizza!-. Exclamó el chico oso para abrir las puertas y dejar que las familias pasaran en fila.
Bonnie estaba encargado de guíar a las familias hacia las mesas que utilizarían, les preguntaba su apellido y en un cartel que estaba en el centro de la mesa colocaba "familia..." junto al apellido.
Freddy mientras tanto recibía a las personas en la entrada, les pasaba un mapa/menu plastificado de lo que tendrían y cuando Bonnie le indicaba que ya estaba desocupado, hacía pasar a la familia.
Chica se ocupaba de dejar algunas pizzas clásicas preparadas y dejar un termo con agua caliente para los café, té o leche que pudieran pedir.
Foxy se encontraba en su cueva planeando que debía decir cuando los niños llegaran y practicando como las diría, no quería asustar a los niños por su voz un tanto estruendosa.

- ¡Freddy! Solo quedan dos mesas más familiares, las demás personas tendrán que esperar-. Avisó el chico conejo, quien se veía bastante cansado. El chico oso le sonrió para ver que solo quedaba una familia de dos hijos y una hija, los hizo pasar, para luego cerrar las puertas y poner un cartel donde decía "El lugar esta lleno, pueden volver en 20 minutos más¡ gracias por preferir Freddy Fazbear Pizza!"

-Vaya, si que esta lleno este lugar-. Habló para si mismo el chico oso mientras miraba como los niños corrían de un lado para otro y los padres se quedaban esperando en las mesas, algunas ya tenían bebidas o tazas de té, mientras que otras estaban con niños pintando las hojas que dejaron. Freddy sonrió al ver como todo marchaba bien, un niño se le acercó para hablarle y él se agacho para escuchar.

-¿Usted es Freddy?

- así es, Freddy Fazbear a tu servicio ¿Necesitas algo chico?-. Le respondió el castaño con una sonrisa.

- Es que... En el cartel dice que habrá un show con canciones ¿Es usted el que cantará?- Preguntó el niño con inocencia.

- síp, en lo que lleguen las pizzas, comenzaremos con el show-. Respondió sonriente Freddy, recibiendo un salto de alegría del niño para verlo correr hacía la mesa de su familia, donde ya había una botella de bebida.

Así pasaron todo el día entre shows cada 30 minutos, corriendo de un lado a otro para entregar las pizzas y tomando pequeños momentos de descanso cuando podían. A las 21 hrs salió la última ronda de familias, los chicos les despidieron felices y agradecieron su visita, recibiendo los últimos abrazos de los pequeños.

-Bueno equipo, es todo por hoy, vamos a cerrar-. Avisó Freddy mientras cerraba las puertas del local y dando vuelta el cartel de "open" a "close".
Foxy se quitó el gorro de pirata que traía para suspirar y acercarse a Chica, quien limpiaba la basura de las mesas.

-¿Te ayudo?

-Esta bien, sosten la bolsa mientras yo saco los vasos y las servilletas.

- Para ser el primer día, estuvo bastante movido ¿No crees?-. Preguntó el chico zorro mientras abría la bolsa de basura para caminar por detrás De Chica

- Sí, nos fue bastante bien, espero siga yendo igual durante el año, será cansador, pero ver a los niños felices lo vale y sobre todo porque disfrutan de mi comida-. Dijo la chica feliz, Foxy le sonrió.

- cocinas maravilloso,¿A quién no le gustaría tu comida? Siempre has sido buena en eso

- Ohh, asi que al fin admites que te gustaba mi comida. Pensé que siempre serías tan terco para negar que mi comida es buena-. Le reclamó en broma su amiga.

- Bueno, soy algo exigente, pero debo admitir que tu comida siempre fue agradable al paladar y nunca me llegue a intoxicar, así que viendolo de ese modo, era buena-. Explicó el chico pelirrojo restandole importancia al tema.

Por otro lado, Bonnie terminaba de barrer la sala de juegos para comenzar a intentar bajar los adornos de bienvenida, sin embargo estaban bastante alto por lo que en más de una ocasión casi termina cayendo de la silla, hasta que ocurrió lo que temía, la silla tembló y le hizo caer de cara al suelo. Todos escucharon la caída, por lo que fueron a ver que había ocurrido en el lugar donde se escuchó el gran golpe. Allí vieron al chico de pelos morados en el suelo, con las rodillas en el piso y las manos estiradas para evitar caer de cara, el primero en reaccionar en ayudarle fue Freddy.

-¡ BONNIE! ¡Oh por las estrellas! ¿¡Estás bien!? ¡Ven, sujeta mi hombro, voy a ayudarte para que te sientes en una silla!¡FOXY! ¡Acerca la silla!-. Dijo el chico oso un poco alterado , pero sin dejar caer al chico a quien tenía entre su hombro y su espalda, esperó a que el pelirrojo dejara la silla cerca para poder acercar a Bonnie y sentarle en esta.

- Oh mi niño, te traeré el botiquín, ya vuelvo-. Dijo Chica al ver las rodillas rojas y raspadas de su amigo, salió de la sala para ir a buscar lo dicho y dejó a sus demás compañeros.

-Traere mejor una escalera, esta peligroso subirse otra vez en una silla-. Dijo ahora Foxy para salir en busca de la escalera.

Freddy miró las rodillas de Bonnie para luego mirar la cara de este, se dió cuenta que el chico miraba hacía el suelo y parecía aguantar las ganas de llorar, se notaba que le había dolido bastante y como buen amigo, le intentó subir los ánimos.

-Hey Bonnie, no te preocupes, puedes llorar si quieres, está bien poder sacarse un poco de encima, debió haberte dolido bastante la caída, tranquilo, solo estamos los dos y sabes que puedes  confiar en mi, nunca te juzgare por algo tan natural como llorar-. Le decía Freddy mientras sobaba la espalda del chico con cariño y apoyo, hasta que escuchó los sollozos del menor.

-No es... No es la herida, es que... Recordé algo que no quería... Por... Por eso me puse así-. Le explicó Bonnie entre sollozos. El chico oso se levantó para poner una silla cercana a la de su amigo y le miró, sabiendo que estaría allí para escucharle.

Adorable conejito -Fronnie-(FNAF BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora