AMOR A DESTIEMPO ©

Capítulo 20- Aléjate

Luis:

Ya era Julio, había pasado dos meses desde que el abuelo de Valeria la dejó sola. Desde aquel día ella iba perdiendo su brillo interior, Sus ojos siempre estaban rojos o soltando una que otra lagrima, durante dos meses ella cambió tanto. Mi corazón aun la quiere y no pudo pensar si quiera en que ella llegaría a ser de ella si no sabe afrontar esa perdida. Mario nunca la dejaba sola, sabía que no estaba bien... Durante estos meses había empezado a sufrir de ataques de ansiedad, de la nada lloraba, no salía y a veces ni si quiera iba al colegio. De aquella chica feliz con las cosas mas simples, esa chica que aun no sabia que era el dolor ya no quedaba nada. En su lugar quedo alguien marcada por el dolor, por la ausencia... Por la muerte.

-No se que puedo hacer para ayudarla - me abracé a mi mismo ante el frío

-Hijo ella necesita tiempo, tal vez algo de ayuda psicológica... Pero sobre todo necesita a sus padres, se que le dolió el que Don Saúl muriera, pero ella necesita seguir - Mi madre sabía que estaba con Valeria, no se puso en contra teniendo en cuenta que la conocía y sabia que era una buena chica, desde un inicio me apoyo y bueno ahora es mi consejera

- Pero sus papás nunca están en su casa, antes ella no sentía mucho su ausencia por que sus abuelos estaban ahí, pero ahora su abuela esta con uno de sus hijos en Londres y su abuelo...

-¿Qué hay de su hermano?

- Esta en Londres, ya casi no la llama, supongo que es por que prefiere evitar escuchar mal a Valeria

- Puede ser - Mi madre me observó con ternura - De verdad la quieres ¿No? - Asentí - Me gustaría ver a tu hermano en algún momento así de feliz, preocupado pero sobre todo enamorado de alguien -Nadie nunca había visto a mi hermano con una novia formal, desde que tengo memoria solo las usaba para una cosa - Por cierto en estos días tu hermano debe de llegar - Dijo mi madre sacándome de mis pensamientos

-Si me lo comentó ayer

-Hijo si la quieres ayudar no la dejes sola, te necesita ahora...No es fácil aceptar que la persona que te ah cuidado y amado desde que naciste ya no esté, duele y se que va a llegar un momento en el que ella lo recuerde con cariño y no con dolor...

-¿Dolor?- Pregunte algo inquieto

-Si con dolor, con el dolor que ya no este con ella, en estos momentos el dolor es lo único que le viene al escuchar de el o al recordarlo - Mi madre me dio un beso en la mejilla y se marchó, Se que ella tenia razón...Pero si la viera, sabría que no hay ni la sombra de la chica de la que aun estoy enamorado, pero ella tiene que curar esa herida. Se que no será de hoy para mañana y tal vez no sea hasta dentro de años que ella cure por completo la ausencia de su abuelo. Pero ella es fuerte y se que lo podrá superar, no estaba sola... Estábamos Mario, Fernanda, Elizabeth y yo. También estaba una chica con la que se estaba juntando últimamente su nombre era Sila o Silvana, la verdad ni si quiera la recuerdo, pero no me gustaba nada esa amistad, no se la podía prohibir por que no soy ni su papá ni su hermano, pero si me gustaría que tenga cuidado, bastante cuidado.

Mi celular comenzó a vibrar, numero desconocido

-¿Diga? - Había mucho ruido de fondo, la voz que trataba de hablarme a penas la percibía, me era conocida pero ¿de donde?

-Luis soy Silvia - Genial ahora la tipa esta tenia mi número - Debes venir a la casa que esta al lado del ... ¿Cómo se llama? Mira la cuestión es que Valeria esta acá y alguien le dio alcohol - Carajo esto tenia que ser una puta broma, La música resonaba en el auricular del celular

-Mándame tu ubicación, voy ahora mismo - Corté la llamada, agarre la primera polera que encontré en mi habitación y Salí, el mensaje no tardó en llegar. Conocía la dirección de aquella casa, era de uno de mis compañeros y no la conocía precisamente por temas académicos, mi hermano me había llevado ahí una que otra vez por que había sido el cumpleaños de varios de sus amigos en aquel lugar