La adrenalina es un sentimiento muy contradictorio.
Puedes morir, pero a la vez sabes que tienes las mismas posibilidades de sobrevivir.
Es un nerviosismo del que nunca tenemos suficiente.
Jugar con la muerte nos hace pensar que somos dioses, y eso nos encanta.
A veces la gente juega tanto que acaba perdiendo, pero el sentimiento que tuvieron antes de llegar al final les hizo sentir vivos como nunca antes lo habían estado.
Al fin y al cabo, nos pasamos toda la vida buscando maneras de sentirnos "vivos", y aunque parezca mentira, esta parece ser una de ellas.
