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¿Cuánto tiempo había pasado?, ¿Una, dos, tres semanas?... más bien casi un mes desde aquel suceso del museo, Douma había sido un tanto impaciente ya que siempre le preguntaba a su amigo si ya había hablado con su flamita, recibiendo un cambio drástico del tema o simplemente un gruñido.

Akaza lo había pensado bien la primera semana, llegando a la conclusión de que mantendría así las cosas para evitar incomodar al chico, pensaba que era probable de que fuera el único en tener aquella bella y rara sensación al aver cruzado miradas.

Sí, era un tanto desesperante y a la vez parecía que ese sentimiento se guardaría por siempre sin salir a la luz alguna vez, dejarlo como un recuerdo único y hermoso en su momento. Sin embargo, su "mejor amigo" no pensaba de la misma manera, estaba decidido en realizar su primer movimiento como ayuda, no podía esperar más tiempo.

Por lo que por medio de sus contactos y un gran esfuerzo pudo conseguir el número de la flamita, pues planeaba que este y su gran amigo se reencontrarán.

Sabía que Akaza no quería dar el primer paso por lo que le daría un empujoncito para hablar con su amor del pasado y sí, estaba más que seguro sobre el tema de la reencarnación, ¿Alguna prueba?, realmente ninguna pero lo presentía.

Agregó el número como "La flamita de Akaza" y posteriormente le envió mensaje.

Al final pudo conseguir que aceptara ir al parque del infinito, llamado así por el descarrilamiento del tren infinito que antes se creía que estaba endemoniado o relacionado con sucesos paranormales y la gota que derramo el vaso fue aquel suceso, más con el pasar del tiempo, ese lugar se había vuelto un hermoso paraíso siendo convertido en un parque.

Había llegado a su instituto y lo primero que hizo fue buscar a su amigo, ya que tenía que inventar alguna excusa para ir al parque a la hora prevista que había quedado con Kyojuro

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Había llegado a su instituto y lo primero que hizo fue buscar a su amigo, ya que tenía que inventar alguna excusa para ir al parque a la hora prevista que había quedado con Kyojuro.

Para su suerte, vio a Akaza dirigirse directamente al salón que les correspondía para tomar la clase de Artes con el profesor Gyokko, no tendría problemas en hablar ya que su profesor era muy bien reconocido por su amor al arte y la inspiración que tenía sobre los peces por lo que si uno preguntaba algo relacionado con estos seres acuáticos, era por seguro que se la pasaría todo el día hablando de ellos, en pocas palabras hora libre.

Se sentó junto a Akaza aún sin tener un buen pretexto pero debía intentar.

- ¡Akaza! ¿Qué tal estas amigo mio? - Sonrió.

- Bien - Dijo sin más, en tono seco, algo común.

- Sí, también estoy muy bien, gracias por preguntar Akaza - Dijo sonriente aunque esperaba que alguno de sus compañeros empezara a sacarle tema al profesor y seguramente serían los famosos "lame botas".

- ¿Qué no te cansas de molestarme?

- Y tú, ¿Qué te cuesta dar el primer paso?

↫Nᴜᴇsᴛʀᴏ Pᴀsᴀᴅᴏ (Akaza x Kyojuro) UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora