↫Nᴜᴇsᴛʀᴏ Pᴀsᴀᴅᴏ (Akaza x Kyojuro) UA

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Nuevamente otro día y para más de escuela, se seguía preguntando el porqué de su sueño, pero al parecer eso iba a cambiar ese día, ya que un día anterior le llegó un mensaje de un número desconocido y un tanto raro por la foto de perfil, la cual se trataba de un ojo de colores brillantes como el arcoíris.

Estaba sorprendido de que ese chico misterioso pudiera dar con su número de celular, pero al mencionarle el suceso del museo no dudó que era él y por alguna razón estaba muy contento, tanto que casi no pudo dormir a la espera de su reencuentro, se sentía aliviado el saber que si le importaba al chico, seguramente también había sentido esa sensación.

Aunque también anteriormente, Kyojuro logró encontrar una cuenta abandonada de ese tal "Akaza", lo confirmoasí, ya que le intento enviar mensaje, pero simplemente no le llegó algunarespuesta, además de que la última conexión fue de hace 3 años, literalmente un fracaso.

Con respecto al sueño o "recuerdo" que tenía, nunca cambio, es decir que todas las noches durante ese mes había soñado con ambos niños que casualmente uno se veía idéntico a él y al chico del museo, no entendía el porqué su mente le repetía una y otra vez ese sueño, aunque intentara hablar o cambiar algún hecho o palabra simplemente no podía, era como repetir una escena de una película.

Y aunque al fin se había reencontrado con ese chico, quedó aún así muy confundido, ¿Por qué razón huiría de él?, ¿había hecho algo malo?. Seguramente el haber llegado tarde, lo entendía porque igual él se hubiera molestado si lo hubieran plantado, pero su razón era que su profesora de la clase de química le encargo limpiar el salón completo por haber sido el causante de que Tomioka haya derramado el ácido en la práctica.

Lo único que cambio después de ese suceso fue que tenía otros sueños diferentes; sin embargo, era con los mismos niños y se preguntaba si ese chico del museo tendrá los mismos sueños o no, tal vez distintos o era el único de los dos que soñaba con ello.

Ya pensaría en la respuesta después, ahora tenía que alistarse, ya que sus amigos lo habían invitado a comer, en sí una salida para divertirse.
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Esto era un desastre, debía de saber que ese idiota de Douma se metería en ese asunto con el chico flama, Kyojuro.

No sabía el porqué se había escondido, seguramente por el temor que de aquel sueño que veía cada noche, matar a ese chico y manchar sus manos de sangre, algo muy escalofriante para él, pero igual después de ese reencuentro su sueño cambio, veía ahora como peleaba con él, una espada como el fuego haciendo unas posturas fascinantes que le ponían los pelos de punta, era como ver una obra de arte.

Era raro para él ese cambio repentino y más porque no le llamaba para nada la atención algún deporte en el que se use algún arma, luego pensaría eso y de paso le daría una paliza a Douma.

Por el momento estaba en el trabajo donde igual Daiki le había dado un gran regaño por causar un alboroto y del tipo "amoroso", según ella, la semana pasada donde algunos clientes miraron mal esa escena. Decidió ir a la cocina mientras entraban unos clientes, por el atuendo ya imaginaba que tardarían un rato en ordenar.

— ¡Todo se ve delicioso! — Dijo emocionada Mitsuri, su estómago le gruñía cada vez que leía otro platillo.

— Con calma decide, no te preocupes, yo pagaré tu parte — Mencionó aquel chico con vestimenta de blanco y negro.

— Uyuyuy, mejor paga el de todos Obanai aprovechando tu generosidad — Dijo con burla el chico con cicatrices.

— Sanemi no debes actuar de esa manera, deja que Obanai exprese libremente su amor — Mencionó el más alto de todos.

— Gyomei, venimos a divertirnos y no a decir cosas amorosas, si no de lo contrario ya estaría con mis bellas chicas — Dijo orgulloso aquel extravagante chico.

— Ya pidamos, tengo hambre — Finalizó Tomioka.

— ¿Pueden pedir por mí, por favor? Iré rápido al baño — Se levantó aquel chico con cabello de flama.

— Bueno, llamemos por lo mientras a un mesero — Comentó Shinobu mientras hacía señas para que los pudieran atender.

Desde la cocina Akaza de reojo vio la señal de esa chica que parecía una mariposa, por lo que se acercó a esa mesa a tomar la orden. — Bienvenidos al rincón del Distrito Rojo, mi nombre es Akaza y seré su mesero el día de hoy, por lo que les tomaré la orden, ¿qué pedirán? — En parte no le agradaba mucho ser muy formal o educado, pero debía de serlo en su trabajo.

— ¡Oh! Que buena atención jiji — Dijo con alegría Shinobu mientras empezaba a dar su orden y así sucesivamente hasta finalizar.

— ¡Esperen!, falta la orden de Rengoku.

— ¿Por qué siempre lo llamas por su apellido?, suena un tanto raro.

— Tengen, deja a Mitsuri llamarlo como quiera igual, se conocen desde niños, por lo que es normal que sean cercanos — Regañó el amante de las serpientes — Bueno querida, ¿Qué crees que le guste?

— Ummm, pues, a él le encanta el Bentō, entonces que sean 5 órdenes, por favor — Mencionó un tanto apenada.

— De acuerdo, en un momento se lo trai... — Antes de terminar la frase se quedó en shock al escuchar una voz familiar decir "Gracias, chicos, ya regresé".

Akaza dio la vuelta poco a poco, sabía perfectamente que ese chico estaba detrás de él, sentía una mirada sobre él y eso hizo que se pusiera nervioso. Ambas miradas se encontraron y Kyojuro fue quien sonrió poco después, aunque al querer acercarse, Akaza quiso pasar de largo, pero no pudo por una mano firme tomándolo del hombro.

— Quisiera conocerte, por favor no me ignores — Dijo firmemente Kyojuro, quien podía sentir su corazón saltar de emoción y esto lo pudo sentir su contrario. Akaza solamente lo pensó un momento y después de ello asintió, "Después de que acabe mi turno" fue lo último que dijo y se dirigió a la cocina.