XLIII

1 0 0
                                    

En la vitrina que te encontrabas
tu mente adormecida reposaba.
Ya hace años estabas condenada
por boca de una vil hechicera
nomada entre planos y mundos.
No aspirabas el beso de tu verdadero amor
sabias que reencarnarias a partir de tu dolor.
Tu cuerpo se convirtió en raíces óseas putrefactas
y fuiste abono para nacer en un girasol
que lloraba a través de sus pétalos lágrimas de sangre.
Permanecía con vida,
aun su corazón latía.

Bitácora de un Oscuro pensar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora