La pilar de agua

02

Ambos pilares habian llegado a un pequeño puesto de comida, Tomioka pidió su salmón e Iguro unos fideos, ambos se sentaron en una banca dándose la espalda aunque Iguro volteaba debes en cuando a ver a su compañera.

Iguro: Tomioka?
Tomioka: que sucede?
Iguro: dame a mi serpiente por favor.
Tomioka: -suspira- fue lindo tenerte de amigo kaburamaru pero creo que alguien te quiere devuelta.

La serpiente se deslizo de nuevo al cuello de Iguro pero sin quitarle la vista a Tomioka, está solo se volteo y siguio comiendo sin dirigirle la palabra, una vez que terminaron Iguro se acercó al vendedor mientras Tomioka seguía saltando en los charcos.

X: que adorable se ve su novia saltando en los charcos.
Iguro: no es mi novia.
X: oh eso explica por qué es tan cortante con usted.
Iguro: es solo una adulta actuando como niña.
X: se ve que es más joven que usted, y al parecer saltar en los charcos es lo único que la hace feliz ya que cuando llegaron su mirada era sería.
Iguro: quizás tenga razón.
X: tome estás galletas de corazón, tal vez consiga hacer que la señorita no esté tan enojada.
Iguro: gracias... Nos vamos que le valla bien.
X: gracias.... Hasta luego pequeña!!!!
Tomioka: adiós.

Tomioka iba atrás de Iguro saltando en sus charcos, Iguro tomo la bolsa de galletas y se volteo a ver a su compañera que choco con su pecho al ser más pequeña que el pilar serpiente.

Tomioka: que sucede?
Iguro: toma, el señor nos las regalo.
Tomioka: galletas!!!.
Iguro: pareces una niña con cosas tan simples como los charcos y las galletas.
Tomioka: bueno desde que soy adulta no tengo tiempo para divertirme, así que me gusta saltar los charcos por qué me siento una niña otra vez, además es divertido.
Iguro: divertido?
Tomioka: inténtalo solo salta en un charco.

Tomioka se fue saltando charcos, Iguro solo miraba a un charco frente a el, quería seguir caminando pero le llamo la atención la alegría de Tomioka así que salto en el charco salpicando un poco, una pequeña sonrisa se formó en su boca así que siguio saltando hasta alcanzar a Tomioka.

Tomioka: te lo dije es divertido.
Iguro: tienes razón, además de que es relajante.
Tomioka: ya casi llegamos al pueblo.
Iguro: si.
Tomioka: hay un enorme charco enfrente... Quieres saltarlo conmigo?
Iguro: está bien.

Tomioka toma de la mano a Iguro asiendo que este se sonroje aunque no se notaba gracias a sus vendas, Tomioka conto hasta tres y ambos saltaron sobre el charco quedando completamente empapados, tomioka empezó a reír cosa que sorprendió a Iguro ya que nunca la había escuchado reir en su vida, la risa de Tomioka era linda y tierna como la de una niña, y al igual que una niña su risa era contagiosa así que Iguro no pudo evitar reír también, ambos siguieron caminando debajo de sol para que sus ropas se secaran, estaban llegando al pueblo por la tarde, casi oscureciendo, ambos se separaron para cubrir más terreno y estar atentos por el ataque del demonio, las luces iban desapareciendo en el pueblo, la única luz que los dejaba ver era la de la luna sobre ellos, Tomioka estaba caminando por una de las calles cuando escucho gritos ahogados, se asomo a uno de los callejones que estaban frente a ella, en este vio a una pequeña niña deborar a otro niño. Tomioka rápidamente saco su Katana y se acercó sigilosa a la niña para no ser descubierta, pero gracias a que el niño la había visto la demonio noto la presencia de Tomioka y se lanzó a atacarla, Tomioka se defendió como pudo pero la demonio era demasiado rápida y fuerte a pesar de ser una niña.

Demonio: valla valla que tenemos aquí, una pilar... Y una muy linda.
Tomioka: quién diría que el demonio que atormenta este pueblo es solo una niña.
Demonio: es gracioso que pienses que soy una niña cuando de seguro eres menor a mi jajajajajaja.
Tomioka: estoy segura de que eres mayor ya que mi piel es mucho más suave y joven que la tuya.
Demonio: valla valla, si que tienes una piel joven.... La necesitare más adelante para seguir matando.
Tomioka: quiero ver qué lo intentes ser repugnante.
Demonio: por supuesto, espero que te pudieras despedir de toda tu familia antes de venir aquí, ya que la próxima vez que te vean será en una tumba.