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Y una vez más me encontraba en clase de historia, o bueno, estaba físicamente allí, en mi cabeza seguía pasando una y otra vez aquel momento en el metro, mis mejillas rojas y tú aparentemente preocupado.
En verdad no lo notaste, Renjun?
Estuve distraída la mayor parte del período escolar, pensando en ti, mi corazón latiendo más rápido de lo normal con tan solo pensarte, en ti, en tus pequeños y lindos ojos, en tu sonrisa.
Algo dentro de mí estaba asustandome, tal vez era el hecho de que nunca antes me había sentido cohibida frente a alguien, dado a que usualmente pasaba del resto de la gente.
Pero tu sigues estando ahí, cambiando todo y sacudiendo mi mundo de un momento a otro sin alguna anticipación.
Sin tener en cuenta el tiempo que estuve sumergida en mis pensamientos, me sobresalte al escuchar la campana del receso, cerré mis ojos por un par de segundos, los suficientes para que te acercaras una vez más, ya que al abrir mis ojo de nuevo, pude divisar tu sonrisa y una bolsa de gomitas frente a mi. Mire el paquete con osos de goma y luego a ti, con expresión neutra, cuestionandome la verdadera razón por la que te encontrabas frente a mi una vez más.
No me tomó mucho tiempo terminar de guardar mis cosas y levantarme de la silla para irme, solo quedamos tu y yo en ese lugar y me ponía los pelos de punta que estuviésemos los dos a solas por mucho tiempo, realmente lograbas alterar mis nervios con mucha facilidad. En algún momento realmente pensé que querías que estuviese allí contigo, sin nadie más alrededor, sin necesidad de decir mayor palabra, solo reconfortarnos con la compañía del otro.
Por alguna razón, ahora estaba ligada a ti, desde el instante en el que te vi por primera vez, no parabas de aparecer cerca y eso realmente me estaba asustando, porque perdía el control y eso, es lo que más odiaba en el mundo, el control que tenia sobre mi me protegia de los demas, no podia dejar que te acercaras mas, no lograría mantener el control si eso pasaba.
Intenté salir del salón, para huir una vez más, pero no lo logré, tú tomaste mi muñeca antes y me giraste, cerrando la puerta y acorralandome en la pared.
—¿Por qué sigues huyendo de mí?¿Hice algo malo? — Cuestionaste, intentando buscar mi mirada.
— Yo.... no, digo...— Calle por unos segundos, debía aclarar mi mente primero, pensé un poco y finalmente lo deje salir, de la forma más neutral y seria que pude, aunque los nervios me estuviesen comiendo por dentro, e inhalando aire por la nariz, finalmente hable — Alejate de mi, no puedo seguir pretendiendo que esto que haces no es incomodo, asi que... — Me detuve un momento para soltar un corto suspiro — por favor, solo aléjate de mí.
Y dejaste caer los brazos a los costados de tu cuerpo, viéndome con decepción y un poco de molestia, pero ¿por qué? ¿En serio te molesta no poder acercarte a mi?, pues bien, siempre eh sido asi, no tienes porque lamentarte, Huang.
Y salí de allí, dejandote atrás, con la mirada perdida, no debía importarme, no debias ser algo con mayor importancia en mi vida, pero...
No, sin peros, se muy bien qué es lo que sigue y... no puedo pasar por eso de nuevo, no, nunca más, las cosas así están mejor.
