En la estación de trenes

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Los alumnos de Hogwarts tomaron el tren. Los cuatro chicos de séptimo año de Slytherin: Daniel Nott, Albus Potter, Phillipe Zabini y Scorpius Malfoy, abordaron el tren junto a las hermanas menores de los dos primeros, Sara Nott, sexto curso y Lily Potter, quinto año.
Los muchachos más populares de Hogwarts ahora que los merodeadores se habían ido hace dos años de Hogwarts. Daniel Nott Greengrass, un muchacho callado de ojos azules como los de su madre, tenía 17 años, inteligente y reservado como él solo, hijo de Theodore Nott y Daphne Greengrass ; Albus Potter, el sabio y metódico, cabello azabache y ojos verde esmeralda, el primer Potter en generaciones en ir a Slytherin, hijo de Harry Potter y  Ginny Weasley;  Phillipe Zabini, muchacho de piel tostada, cabellos negros y ojos oscuros, Slytherin como sus padres: Blaise Zabini y Pansy Parkinson, el más frio de todas las serpientes, altanero y orgulloso; Scorpius Malfoy, el rubio y arrogante Malfoy, prepotente, ambicioso y orgulloso, el rubio de ojos grises, hijo de Draco Malfoy y la dulce Astoria Greengrass. Luego venían las más pequeñas, Sara Nott, la dulce y tierna Sara Nott, para todos es un misterio como semejante ternura de persona había ido a parar a Slytherin, claro, toda esa cara de ángel se iba al demonio en cuanto ella o su familia se veían amenazadas. Lily Potter, la única Gryffindor de aquel grupo, pelirroja de ojos marrones, la fuerte Lily Luna, la más pequeña del grupo.

-Los buscaba- y, por último, Rose Weasley, la Ravenclaw, prefecta perfecta, prima de Lily y Albus, mejor amiga de su primo y del rubio de ojos grises.

-¿Terminaste tu ronda?- dijo Phillipe con una sonrisa, se gustaban, se sentía en el aire, para nadie era un secreto que ellos eran algo así como amigos y un poco más. Aunque aún no se besaban, tenían derecho a cuidarse, celarse, y apoyarse. Pero solo eran amigos. Por eso a ninguno allí le importó que la Weasley se sentara y Phillipe se recostara para quedar con su cabeza en las piernas de la muchacha, quien comenzó a juguetear con sus cabellos.

-¿Cuántos puntos menos?- dijo Sara, quien era la novia de Albus Potter, si había algo que a Albus le gustara era romper las reglas, ambos iban jugando con sus manos tomadas, bajo la atenta mirada de Daniel y de Scorpius, pues el ultimo aún tenía a prueba la relación de uno de sus mejores amigos con su pequeña prima.

-Unos cuantos- dijo ella encogiéndose de hombros.

Lily iba sentada en la ventana, recostada leyendo su libro de Quidditch, Scorpius llevaba los ojos cerrados, y Daniel iba leyendo un libro.

-Estimados estudiantes, en quince minutos más llegaremos a la estación- era la voz del maquinista.

-¿Qué harán para las vacaciones?- dijo Rose arreglándose la falda de color marrón que llevaba. Phillipe se arreglaba la corbata, pues él al igual que los muchachos siempre iba muy bien vestidos.

-Pasaremos las vacaciones juntos- dijo Daniel apuntándose a él, su hermana y su primo Scorp.

-Iremos a la madriguera- dijo Albus, quitándole importancia, era lo que hacían siempre.

-¿Y tú?- dijo Lily, pues bien todos sabían que Phillipe siempre iba a visitar a su madre que trabajaba en el exterior gran parte de su tiempo, al igual que su padre, pero al él estar en Hogwarts, su padre iba a recogerlo a la estación y luego partían a donde sea que Pansy Zabini estuviera junto a la agencia de modelos.

-Me quedaré en casa- Scorpius giró su cabeza bruscamente.

-¿Y tu madre?- dijo el rubio, esperando ansioso una respuesta.

-No lo sé- dijo sinceramente el moreno- papá ha dicho que este año no viajaremos.

Un silencio tenso se formó en el compartimiento, mientras todos bajaban sus cosas. Sara miró a los amigos de su hermano. Phillipe, arrogante como siempre; Albus, la llevaba tomada su mano, entrelazando sus dedos. Rose iba junto a Lily cuchicheando tras Scorpius, quien tenía el ceño ligeramente fruncido, y Daniel no quitaba los ojos de encima de Scorpius, conocía bien a su primo.

Cuando bajaron, la estación estaba completamente llena, Lily y Albus serían llevados por los Weasley directamente a la madriguera, Hugo al ver a su prima con su baúl, le ayudó, y se fue junto al grupo. Pero todos se detuvieron, pues Scorpius, se había quedado paralizado en medio de la estación.

- ¿Qué ocurre? - dijo Sara avanzando donde su primo, pero quedó tan tiesa como el rubio.

No se dieron cuenta, cuando una rubia platinada estaba enganchada a Scorpius, provocando los celos de la pelirroja menor, asombrando a Rose, un confuso Albus, un sorprendido Daniel, y una Sara emocionada, a un Phillipe Feliz.

- ¿A quién está abrazando Scorpius? - Lily se escuchó decir las palabras en voz alta.

-¡Arleen!- el grito de Sara hizo que los rubios se separaran, y Lily la pudo ver completamente, rubio platinado, ojos negros, sonrisa arrogante, buen porte.

- ¡Sara! - voz dulce, vio cómo su castaña cuñada abrazaba a la rubia.

-Es mi hermana- la voz que respondió a su pregunta fue la de Phillipe. Todos menos Daniel y Scorpius se giraron a mirarle. No tenían nada que ver, eran como el agua y el aceite, a excepción de la postura arrogante, la seguridad de los movimientos, y ese porte aristocrático de las sangres pura.

- ¿Hermana? - dijo Rose asombrada, su casi novio no le había dicho nunca que tenía una hermana.

-Es adoptada- dijo Daniel con una sonrisilla divertida.

-Esa es una fea palabra- la voz dulce y melodiosa les hizo girarse, la rubia estaba enganchada del brazo de Sara y Scorpius pasaba distraídamente un brazo por su cintura. Lily los vio juntos y podría haberlos confundido con hermanos, a excepción de los ojos.

-Daniel- dijo Scorp con el ceño fruncido.

-Si Daniel- dijo la rubia con un tono divertido, en forma de regaño- así es como me recibes, luego de... ¿Seis meses?

-Lo siento, pequeña- dijo él abrazándola y quitándosela a Scorpius- te extrañé.

-también te extrañé- murmuró ella.

-Muchos abrazos con MI hermana- dijo Phillipe, tomándola por la cintura y elevándola por los aires, la risa de ella también era melodiosa, una corriente de envidia recorrió el cuerpo de Rose y Lily- ¿Mamá vino contigo? - dijo Phillipe, mientras la dejaba en el piso.

-La verdad, yo he venido con mamá- dijo ella con una sonrisa divertida, se giró a los otros jóvenes que había allí- Arleen Zabini- dijo ella estrechándole la mano a Rose.

-Rose Weasley- dijo la pelirroja, la rubia se giró con una ceja alzada hacia su hermano, mientras estrechaba manos con la pelirroja de ojos azules.

-Me han hablado mucho de ti- dijo con una sonrisa pícara dirigida a su hermano.

- no podríamos decir lo mismos de ti- murmuró Lily, aun así, Arleen y Sara le escucharon, la primera lazó una ceja.

- ¿Tu eres...?

-Lily Potter- dijo la muchacha pelirroja de ojos marrones.

-Un gusto- dijo la rubia amablemente- tú debes ser Albus ¿No?

-Si- dijo Albus estrechándole la mano.

-Sara me ha hablado mucho de ti- dijo sonriéndole amigablemente- ahora si me disculpan- se giró y tomó con un brazo a Scorpius y con el otro a Phillipe- Nos tenemos que ir- avanzó unos pasos y miró por sobre su hombro- Daniel, Sara, no tengo más brazos, sus padres los esperan en mi casa ¡Navidades en la mansión Zabini! - dijo sonriente - ¡Hasta luego Potter- Weasley!

- ¡El dúo ha regresado! - dijo felizmente Sara, se giró y besó los labios de Albus cortamente- te escribo en estos días, como escuchaste, estaremos en casa de los Zabini, te amo.

-Nos vemos- dijo Albus volviendo a besarla- te amo.

-Hasta luego- dijo Daniel despidiéndose de Lily, Rose y Albus. Hugo ya se había ido. Vieron cómo se desaparecieron.

-Vaya- dijo Lily mirando por donde los cuerpos se habían desaparecido.

- ¿Celosas? - dijo Albus mirando a ambas chicas.

-Claro que no- dijeron las pelirrojas.

Aunque muy bien ambas sabían que era mentira. Arleen Zabini era una amenaza para ambas, más aún sabiendo que no era hermana de sangre de Phillipe, y la manera en que Scorpius le había mirado como si solo existiera ella.

Sólo Ella | Tercera Generación| Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora