Manta hogareña ~ Invierno

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-  Gracias Niftty, ve a dormir yo terminaré de guardar esto, es tarde.

-  Sí señorita Charlie. - hizo una pausa - tome, hoy hará frío.


La pequeña desapareció después de entregarle una manta.

Días pasaron desde que Alastor la abrazara, había avanzando con varios demonios en tratamiento.

Fue al gran salón, se sentó en uno de los sillones y miro el piano, tarareando una canción, colocando la manta en sus piernas, el sueño la invadió.

Sintió los pasos desde la entrada, pero estos cambiaron de dirección hacia donde estaba.

-  No pensé que me esperarías despierta, cariño.

-  Bienvenido a casa. - sonrió.


En ese momento un escalofrío le recorrió al escucharla y no por el frío del exterior, sino al ver a la demonio sonreírle con cariño, provocó ese cálido cosquilleo en su pecho cada vez más común. Y es que Charlie cada vez se le metía más y más en su interior.

¿Qué podía hacer?

Se sentó al lado de ella.

-  Ya estoy en casa - susurro.


La vio dormitar y luchando por estar despierta. Esperando un reclamo de ella la alzó en sus brazos.

-  Pero Al, yo puedo.

-  Estás más dormida que despierta querida, no creo que llegues a tu habitación.


Hizo un portal y la llevó. El lugar los recibió con frío, sabía que esta noche sería helada.

La acostó, y con magia la cambió de ropa. Luego colocó la manta que traía sobre la colcha. Pero la mano femenina tomó su manga.

-  Quédate...Hace frío.

-  No creo que sea una buena idea, dulzura.

-  Pero no tienes manta.


Suspiro derrotado, sacándose el abrigo y los zapatos.

-  Solo será media hora.

-  Gracias, Al.


Ella se acomodo a su lado, y al cabo de unos minutos se durmió, él recordó que dijo estar en casa.

Parecía deliciosamente real.

Verla dormir era relajante, bostezo y se durmió.

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Agradezco todo su apoyo de antemano muchas gracias.

§The Girl Magic and Mystic of the anime§

Sin estaciones en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora