Verano ~ Camisetas Mojadas

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-  Vamos Charlie.

-  No podemos hacer eso Angel.

-  Pero nena, sería ­a una sensación, las camisetas mojadas son lo mejor en publicidad.

Angel se paseó y guiño un ojo a Husk, mientras mostraba una pequeña camiseta blanca y se la lanzaba al cantinero. Este respondió gruñendo.

Charlie desechó la risa y ajusto su corbatín ya suelto. Le pareció gracioso. Miro agradecida la gran jarra de agua con hielo que Niffty traía ­de la cocina. Pero un movimiento de Angel y esta estaba en un par de sus manos.

-  Es oro puro, te lo digo. - se balanceó.

Lamentablemente como tenía pocas horas de sueño se tropezó y la jarra salió volando.

-  Santa mierda.

Los ojos de Angel se abrieron al ver como el agua caía sobre el demonio de la radio que había aparecido, su impecable camisa blanca absorbía el líquido, la tela se transparentaba y se ajustaba al cuerpo del demonio rojo.

Una grave interferencia se apoderó de la habitación.

-  De esta no te libras Angel. - dijo el gato.

Angel no podía ­responder en parte por la sorpresa y en parte porque pudo ­ver el tonificado y delgado cuerpo escondido por el abrigo largo del locutor.

Así ­ que esto escondía­ el abrigo. Que sorpresa. Pero no pudo decir algo porque los tentáculos salieron del suelo acercándose.

-  Tienes que cambiarte Alastor.

Alastor quedó confundido, mientras la directora del hotel lo arrastraba hacia el ascensor. Dejando a los demás con el aliento congelado y Angel agarrandose de la orilla del bar.

-  ¿Darling?.

Cuando las puertas cerraron ella lo enfrentó.

-  No quiero que nadie te vea así­.

Los ojos rojos de la demonio lo miraron con posesión y su mano tocó su pecho.

-  Pobre de este indefenso servidor. - se burló.

-  Se un buen chico y deja que Mami te cambie.

Lo acorraló contra la pared.

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⏰ Última actualización: Apr 23 ⏰

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