Shota Aizawa puede definir su vida como una mierda, llena de desgracias tras desgracias. Pero al parecer a esta no parece bastarle con todo lo que le hizo vivir, asi que decide mandarle un nuevo problema.
Historia secundaria de I Don't Know if I Wan...
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Es fin de semana, lo que significa libertad. Aunque no tanta libertad si eres un maestro que guía a una nueva generación de héroes.
Tiene que revisar deberes, cuidar de que ninguno se escape y supervisar por los alrededores.
Mientras recorre su usual ruta se choca con algo, mejor dicho, alguien.
— Lo lamento, estaba distraído.
Iba a continuar ya que no le respondieron, pero no pudo, ya que aquella persona empezó a respirar de manera agitada.
Y el como la buena persona que es, obviamente, se arrodilló para ayudarlo.
— Hey, tranquilo, respira.
Si, no es el mejor dando ayuda, pero algo es algo. Al ver que aquella persona no parecía querer o poder responder, hizo el ademán de levantarlo.
Obvio, recibió un manotazo.
Lo curioso fue que al hacerlo, la mano del chico chocó con un buzón, desintegrándolo inmediatamente.
Para su buena o mala suerte, otra vez, reconoció al poseedor de esa clase de quirk, aunque en sus adentros rezaba porque no fuera esa persona.
De manera rápida le quitó la capucha que llevaba puesta, dejando a la luz una cabellera medio celeste con blanco, no sabe de colores.
Lo curioso fue ver al chico respirar con más dificultad, tanto que parecía que en cualquier momento se iba a desmayar.
— ¿Porque estas situaciones siempre me pasan a mí? — meditó un buen tiempo sobre que y no hacer. Debería alzarlo y llevárselo con los demás para así meterlo tras la rejas, pero por alguna extraña razón no pudo. — Mira, esto me vuelve un héroe jodidamente corrupto, pero lo mejor será que te vayas, niño... Ahora.
La mirada rojiza se encontró con la suya, logrando confundirlo más. Esos ojos brillaban y parecía que en cualquier momento se iba a poner a llorar. ¿Que estaba pasando?
— Oye...
— Vete, solo vete — murmuró con la voz entrecortada. — ¿Acaso no te das cuenta lo que sucede?..
— No realmente.
La mirada del peliceleste sólo lo confundió más. Se veía confundido y enojado, una mezcla graciosa para ser sinceros.
— Tienes que estar jodiéndome.
Aizawa rodó los ojos. Si, llevárselo y dejarlo a cargo de alguien más se estaba volviendo su mejor opción.
— Te voy a llevar.
Los ojos rojizos se abrieron aún más, pero esta vez con el medio implantado en ellos. — ¡No puedes! ¿Acaso eres idiota? Es obvio que estoy en celo, maldita sea.
