𝕏𝕀𝕀𝕀

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ᗪᗴՏᗴO ᗪᗴՏTᖇᑌᑕTIᐯO
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Esperar a que él azabache llegue de su trabajo era algo común en su rutina

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Esperar a que él azabache llegue de su trabajo era algo común en su rutina. Llegaba, iba a buscar alguna sudadera del azabache, se la ponía, luego se hacía una taza de café e iba a sentarse al sofá a ver la televisión, todo eso hasta que Aizawa llegará para poder seguir mejorando su control de feromonas.

Aunque ya pasaba de la hora habitual en la que él azabache suele llegar, se quedó esperando tranquilo. Quizás ocurrió un imprevisto y le tomaría tiempo llegar, con Aizawa nunca se sabía realmente.

— Que mierda... Ya pasaron dos horas.

Con sueño y cierto nivel de adormecimiento en sus piernas, se frotó los ojos y buscó el control de la televisión para apagarla e irse a dormir.

Aizawa llegaría en algún momento de la noche y se metería a la cama sin cambiarse de ropa, porque sus ganas de dormir eran más grandes que cualquier otra cosa.

Sin ser consciente de sus acciones lo abrazaría por la cintura, hundiría su rostro en su cuello y empezaría a desprender un montón de feromonas que lo harían pasar una mala noche.

Aizawa nunca era consciente de las largas noches que le hizo pasar por no saber lidiar con sus feromonas al momento de dormir.

No era consciente de las veces que esas fuertes feromonas invadieron su sistema, llevándolo a un punto de quiebre en el que su único deseo era ser poseído por ese alfa gruñón.

Aizawa no era consciente de los estragos que sus manos acariciando su abdomen causaban, o como enredaba sus piernas con las suyas y lo abrazaba con fuerza.

Nunca era consciente de nada, y eso era doloroso e irritante.

Por eso hoy quería dormir mínimo una hora, antes de que llegara la razón de sus largas y cansadas noches.

No tuvo que luchar para ello, cayó rendido de inmediato, pues había sido un día duro y agotador, tanto físico como mental. Lo único que quería era llegar y ser abrazado por el mayor, algo que no se cumplió, no por el momento.

No sabe si era por su nivel de cansancio o por lo necesitado que estaba, pero sentía algo caliente y áspero acariciar su pierna, subiendo y bajando con delicadeza. Ese dulce tacto iba cada vez más arriba, subiendo por su torso hasta llegar a su mejilla.

— Tomura... Por favor... Despierta...

Todo se sentía tan real que dolía, ardía. Si tan solo Aizawa lo tocará así cada que están solos, cada que sienten esa tensión en el aire abrazarlos.

— Tomura... Por favor, por favor... Te necesito...

No quería despertar, porque se sentía tan bien oír esa áspera voz rogar por su atención, oírse tan necesitado, tan deseoso.

ᗰI ᗪᗩᗰᑎ ᗪᗴՏTIᑎᗴᗪ ᑭᗩᖇTᑎᗴᖇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora