Cómo Escapar De Tus Problemas Y Vivir Tu Vida En Negación

Capítulo 9

Jiang Cheng mira boquiabierto a la figura que tiene delante, con una mano todavía agarrada al pomo de la puerta. —¡¿Wei Wuxian?! —se las arregla para balbucear—. ¿Qué diablos estás haciendo aquí?

—¡Ha pasado tanto tiempo, Cheng-Cheng! —Antes de que Jiang Cheng pueda reaccionar, Wei Wuxian se lanza sobre el otro y lo atrae en un abrazo sofocante. Su control sobre Jiang Cheng sigue siendo férreo, indiferente a todos los desesperados intentos de Jiang Cheng por despegarlo—. ¡Mírate! Estás tan flaco ahora. ¿Qué diría A-Jie si se enterara? ¡Estaría enferma de preocupación!

—¡Ella no se enterara porque no le vas a decir nada! ¡Y suéltame! —Jiang Cheng golpea a su hermano en el brazo y se libera—. De nuevo, ¿qué estás haciendo aquí? —Un nuevo pensamiento lo asalta y palidece—. ¿Hay algún tipo de emergencia? ¿Alguien resultó herido? ¿Alguien murió?

—¿Qué? ¡No! ¡Nadie murió! No hay emergencia —exclama Wei Wuxian incluso mientras se frota el punto dolorido de su bíceps—. ¿Cómo fue que tu cerebro pasó de mí visitando a alguien muriendo? ¡Dejas que tu mente paranoica proponga el escenario más pesimista posible!

Probablemente porque Jiang Cheng creció con Wei Wuxian y sabe cuánto presagio de mala suerte es su hermano mayor, así que en lugar de responder, simplemente le da al otro un arqueo de cejas sin impresionarse.

—¡Bien, bien! ¡No hay necesidad de desafiarme! —Wei Wuxian hace pucheros—. ¡Solo estoy aquí de visita! Además, traigo noticias de la hermana mayor en forma de comida. Hay arroz, sopa y albóndigas. Ella hizo todo lo posible. —Hace un gesto hacia la bolsa de lona que tiene sobre sus hombros—. Entonces, ¿puedo entrar?

—¡Deberías haber comenzado primero con eso! —Jiang Cheng gruñe, pero hace señas al otro para que entre antes de cerrar la puerta.

Wei Wuxian no ha cambiado en el año que han estado separados. Su cabello desgreñado está tan salvaje como siempre, los mechones caen en diferentes direcciones que le dan un ambiente exasperantemente elegante y despeinado, especialmente combinado con su hermoso rostro. Wei Wuxian todavía prefiere usar tonos más oscuros y rojo, como lo demuestra su elección de atuendo: una chaqueta negra acolchada con detalles en rojo, una sudadera con capucha gris oscuro, pantalón oscuro y, por alguna razón desconcertante, una bufanda de punto rojo brillante verdaderamente horrible envuelta alrededor de su cuello.

Jiang Cheng niega un poco a la bufanda. No es tanto el color lo que es ofensivo, el rojo amapola ciertamente favorece el contraste con la piel pálida de Wei Wuxian. Es el hecho de que la bufanda está llena de bultos, torcida y con puntadas desiguales para agregar al lienzo del caos. Parece que es un fuerte tirón en un hilo suelto lejos de desenredarse por completo.

Le recuerda a Jiang Cheng un proyecto de bricolaje que salió terriblemente mal. Dado que Wei Wuxian prácticamente se aferra a esa cosa, puede adivinar de dónde vino la bufanda. O de quién para ser más específicos.

—¿Tu novio te hizo eso? —señala con la cabeza la bufanda que su hermano se niega a quitarse mientras cuelga el abrigo de Wei Wuxian en un perchero cercano—. Es horrible. Deberías quemarlo. —Ignora los graznidos indignados de Wei Wuxian—. Por cierto, ¿dónde está? ¿Dónde está esa espeluznante sombra tuya?

—¿Porque eres tan malo? ¡Es simplemente tímido! ¡Y toma, tómalo antes de que lo olvide! —Wei Wuxian le entrega la bolsa de lona a Jiang Cheng, quien la toma y rápidamente se dirige directamente a la cocina para guardar la valiosa carga, dejando atrás a Wei Wuxian. Lo que sea. Es un hombre adulto. Puede mantenerse entretenido.

—Él también está en la ciudad —continúa su hermano, su voz a la deriva desde algún lugar fuera de la cocina—. Nos hospedaremos en un hotel cercano. ¡Pensé en quedarme un par de horas para pasar el rato contigo y ponerme al día ya que has sido un terrible y horrible hermano con la forma en que nunca visitas!