Capítulo 13

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Despertar en una cama que no es la suya y en brazos de alguien es una experiencia, cuanto menos, novedosa.

Lo primero que nota Jiang Cheng cuando se está recuperando lentamente es lo acogedor y cálido que se siente todo. Y suave. Las sábanas debajo de él se sienten lujosas al tacto y similares a las sábanas de seda que tenía en la mansión Jiang, ciertamente nada como el algodón raído y áspero en su apartamento actual. Si se toma unos cuantos segundos más para disfrutar de la sensación de esa lujosa seda rozando su piel, ¿quién puede culparlo?

Y luego, está el aroma, cálido y reconfortante, una mezcla de sándalo y petricor que perfuma la misma cama en la que está acostado, así como al hombre cuyos sólidos brazos lo envuelven actualmente.

Jiang Cheng parpadea, tratando de alejar la bruma de su mente mientras su visión se enfoca, y, oh.

Lan Xichen duerme plácidamente ante él, con una expresión total y absolutamente serena. Su cabello largo y oscuro está esparcido sobre la almohada con algunos mechones desordenados que descansan sobre su mejilla, los cuales tienen los dedos de Jiang Cheng ansiosos por apartarlos.

No intenta luchar contra su impulso. Mueve una mano cuidadosamente y barre esos mechones hacia atrás, su pulgar acaricia la piel suave y sedosa de esa mejilla.

Lan Xichen es increíblemente hermoso en un día normal, pero mientras duerme, cuando es más vulnerable, parece que su belleza solo se amplifica aún más.

Jiang Cheng sacude ligeramente la cabeza y resopla. Míralo, poniéndose poético sobre el hombre. Se está volviendo casi tan romántico como Wei Wuxian. Que embarazoso.

Retira la mano, o al menos lo habría hecho si no fuera por los dedos cálidos que se enroscan alrededor de los suyos.

—¿Cuánto tiempo has estado despierto? —Jiang Cheng acusa, su voz tiene un timbre bajo en la mañana—. ¿Ibas a fingir que estabas dormido y me dejarías tocarte descaradamente?

—Buenos días, A-Cheng —dice Lan Xichen en cambio, sus labios se curvan en una sonrisa tímida pero no menos hermosa. Lleva la mano de Jiang Cheng a sus labios y planta un pequeño beso en los nudillos—. ¿Dormiste bien, mi corazón?

—Ridículamente bien. ¿Cómo te las arreglaste para quedarte dormido en mi colchón lleno de bultos cuando es esto a lo que estás acostumbrado en el día a día?

Lan Xichen se ríe. —Solo saber que estabas cerca fue suficiente para tranquilizar mi cuerpo.

—Ridículo —se queja Jiang Cheng, pero su corazón claramente no está de acuerdo con eso y Lan Xichen también lo sabe, a juzgar por la forma en que su sonrisa se vuelve más irritantemente indulgente.

***

Descansan un poco más, intercambiando besos lentos y lánguidos antes de que suene la tercera alarma de Lan Xichen. Esa es una señal como cualquier otra para que se levanten lentamente de la cama, incluso si es con un gemido de sufrimiento.

El desayuno es en gran medida un asunto rápido debido al tiempo que se han permitido disfrutar de la presencia del otro, pero se las arreglan para salir apresuradamente por la puerta con el tiempo justo para que Lan Xichen deje a Jiang Cheng en la cafetería antes de dirigirse a la oficina.

—Desearía que este no fuera un estúpido día de trabajo —se queja Jiang Cheng mientras se detienen en la cafetería—. No puedo creer que tu tío también esté esperando que estés en la oficina después de trabajar todo el fin de semana.

Lan Xichen tararea de acuerdo. —Lo sé, esto no es lo ideal. Desearía poder pasar el día contigo también, A-Cheng. Aunque espero poder verte esta noche.

Cómo Escapar De Tus Problemas Y Vivir Tu Vida En NegaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora