Él Es Mío [ᴰᵉᵏᵘᵏᵃᵗˢᵘᶠᵉᵐ]

💥Round Six💥

–¡Kacchan!– grita con emoción –¿estas bien? ¿Nececitas algo?

–Si, que te calles. Me duele la cabeza– se queja la rubia mientras se va acomodando en la cama hasta quedar sentada.

–No hagas mucho esfuerzo. Tal vez Uraraka se pasó un poco con la patada.

–No me subestimes Nerd.

–No lo hago, pero tampoco eres una súper persona Kacchan. También te lastimas y me preocupa que seas tan testaruda– el pecoso la regaña con gentileza y la rubia frunce el seño y gira su cabeza a otro lado fuera de la vista de Izuku, pues con solo saber que el peliverde se preocupa por ella le hace ruborizar.

–Estoy bien, solo me faltó un poco de descanso– comenta sin preocuparse mucho, ganándose una mirada desaprobatoria de su amigo de infancia y un puchero inconsciente del mismo –esa es la cara que ponías cuando tía Inko no dejaba que te desvelaras viendo el anime de All Might.

Aquel recuerdo la hace sonreír, una sonrisa genuina, sin rastro de burla o altanería, simple melancolía ante aquellas memorias de antaño. Izuku sorprendido abrió los ojos y relajó su entrecejo, pasando a un ambiente más cómodo.

–¿Eh? ¿Que cara?

–Esa de un conejillo "enojado"– contesta y hace las comillas con sus dedos.

–Oye, yo no parezco un conejo– reclama el verdoso fingiendo haberse ofendido.

–¿Como que no? Si comparamos una imagen de un conejo y una tuya no encontramos diferencia– se burla un poco. Que las viejas costumbres no queden en el olvido.

–En ese caso... tú eres...– entonces se detiene a pensar dos veces lo que iba a decir.

–¿Soy que?– pregunta con mirada retadora y Deku suda frío.

Se contiene para no decirle "eres dinamita nena" como en aquella película que vio de niño junto a Kacchan. Desde que escuchó esa frase sintió que le quedó a la perfección a esa niña y con forme paso el tiempo estaba más que convencido de ello.

–Eres como la dinamita– lo dice modificando ligeramente la frace. Después de todo, realmente le quedaba esa comparación.

–¿Como? ¿Poderosa?– esta vez su típica sonrisa arrogante vuelve a aparecer en su cara y Deku ríe.

–Nop. Eres como dinamita por que con la más pequeña provocación explotas.

–¡¿Ah?! Ven aquí maldito deku que te voy a explotar.

Y entonces el ambiente se volvió uno infantil, las risas resonaron en aquella enfermería y pareciera que volvían a ser un par de mocosos riendo de lo más estúpido. Se sentía bien no sentir esa incomodidad que los había separado, que su presencia se sintiera tan normal y natural les hacía sentir un cálido sentimiento que creían ya haber perdido.