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Salimos de aquella habitación como si nada hubiera pasado. Pero cualquiera que me viera, sabría que estoy a punto de desmayarme. Había sido tan idiota como para creer que el hecho que sintiera algo por mi me mantendria con vida.¿Realmente sentía algo por mi? Lo dudo.

Me obligó a subir al coche antes que siguiera pudiera pensar en escapar.

-Te traería de vuelta antes de contar hasta a tres, vivo o muerto no me importa- Fue hasta que ya llevamos un rato en marcha que volvió a hablar.

-Creí que todo lo que había hecho había conseguido que me miraras forma diferente, Gun- Me quede callado observando la carretera. -¿No dices nada?- segui sin responder, entonces me tomo del pelo por sorpresa.

-Niño estupido- dijo juntando demasiado nuestros cuerpos -Podría tenerte ahora mismo con el auto en marcha si se me diera la haga. ¿Pero sabes lo que pasaria entonces?- me giro la cabeza, obligándome a verlo.

-Que valdrías una mierda. Para tu suerte, me importa más el dinero que un simple polvo. Por mucho que me calientes como nadie lo había hecho... los negocios van primero. Y yo para los negocios soy el puto amo- me dio un empujón y se volvió a separar de mi -Aunque primero tengo que asegurarme que no te vuelen la cabeza. 

No hable hasta que tuve el valor para hacerlo. -¿Cuanto tiempo llevas haciéndolo?- No le dirigí la mirada, pero él si a mi.

-¿Hacer que?

-Traficar personas...

-¿Qué? ¿Tu querido Off no te lo dijo? Aahhh, es cierto, el té mintió- sonrió con descaro -Pues básicamente desde que descubrí que era un negocio bastante lucrativo.

Hijo de... 

-¿Desde que tú lo descubriste?- ahora si lo mire- se que fue tu padre quien trajo a mi madre de Rusia con engaños, Prometiéndole que la ayudaría a cumplir su sueño de ser bailaría y con lo que se encontró fue con su peor pesadilla ¿Me equivoco?- Brigth pareció sorprendido.

-Eres bastante astuto- dijo señalandome con indice- Le mantuve la mirada hasta que fue él quien la bajó.

-Tú madre ya no era virgen cuando llegó a los Estados Unidos, ni te imaginas la decepción de mi padre cuando descubrió que no podría cobrar los 3 millones que un jeque le ofrecía por ella. Le tocó trabajar de criada en mi casa.

Dios mío..

-Tú padre la compró.

-Aunque ella nunca se enteró porque realmente se enamoró de él... le dio todo lo que quería, Lo mismo que hubiera pasado contigo si hubieras cooperado.

-Me das asco- dije con repugnancia -Te tendré respeto el dia que dejes de tratarme como un objeto sexual.

Brigth sonrió y sus ojos se transformaron.

-Te voy a mostrar lo que es un objeto sexual...- Mi miedo creció -Newyear, bajate. Solo Castro nos acompañará- dijo refiriéndose al otro guardaespaldas.

-¿A donde me llevas?

-Te voy a dar una pequeña lección. 

Me quede maridado durando todo el trayecto. No fuimos a casa, sino hasta un lugar en el centro de la ciudad. El lugar parecia un antro, uno de los finos.

-Quiero irme de aqui- dije mientras me obligaba a subir a un ascensor.

-Nos iremos cuando lo crea oportuno- Me tomo de la mano al salir del elevador, me arrastro hasta unos vestibulos donde lo primero que vi fue a dos chicas vestidas con ropa interior de lentejuelas.

-Señor Vachirawit, Bienvenido- le dijo un tipo enchaquetado.

-El es mi acompañante- le dijo refiriéndose a mi.

-Tenemos que ingresarlo en el sistema- dijo el sujeto en tono incomodo.

Brigth resopló pero hizo que me llevaran hasta un cuarto donde registraron mis huellas dactilares y me hicieron una fotografia frontal. Estaba viendo hacia todos lados en busca de ayuda pero parecía inútil. Todos ahí sabían en que trabajaba Brigth.

Luego Brigth me llevo a través de pasillos donde habían personas con muy poca ropa.

-Me alegra verlo señor- dijo un chico delgado.

-A ti te queria ver Milton, sabes que los teléfonos no son seguros. ¿Todo está en orden?- Yo me hice el distraído pero claramente intentaba prestar atención a su conversación.

-La mercancía llegó en perfectas condiciones, señor- Brigth asintió orgulloso.

¿De que hablaban? ¿De droga?

Luego seguimos, y en los siguientes pasillos eran claros los sonidos de gemidos.

-¿Lo oyes?- me pregunto Brigth -Esos podríamos ser tú y yo.

Me limite a no contestar. Pero tenía ganas de perforarle el cerebro. Finalmente llegamos hasta una puerta, la cual Brigth abrió y me obligó a entrar. Parecia una sala de comisarías. Dos habitaciones divididas por un cristal. Nosotros estábamos del lado, que por lo general era donde se ponia la policía para ver cómo interrogan a un sospechoso.

-Vas a ver lo que yo considero un objeto sexual- volteó hacia Castro y le dijo -Que no se mueva de aquí.

Brigth salió de la sala y entró a la del otro lado. Se apoyó contra una mesa y me miro  fijamente. ¿que no se suponía que del otro lado no pueden verte? No tenía idea que iba a pasar. Entonces la puerta que estaba de su lado se abrió. Y entro una chica con un conjunto rojo. Brigth ni se inmutó.

-Bájame los pantalones y chúpame la polla- le ordenó. La chica lo hizo sin dudarlo. Se arrodilló y le bajo los pantalones.

-¿Que es esta mierda?- Susurre. Me giré con intención de marcharme, pero Castro me tomó de los brazos y me obligó a mirar.

-¡Suéltame idiota!- No me soltó. Cerré los ojos, asqueado. Quería desaparecer.

-¡Mirame, Gun!- resonó la voz de Brigth desde unos altavoces que conectaban a ambas habitaciones. Podía verme... el hijo de puta podía verme.

Abrí los ojos, pero en realidad no estaba viendo. Bloquee mis sentidos y me quede inmerso hasta que termino. Lo escuché hacer sonidos mientras se venia, era repugnante.

-Lárgate- le dijo a la chica.

Esta se paró y salió como había llegado. Brigth también salió y volvió a aparecer en nuestra sala.

-¿Que te pareció, príncipe?

-Un asco. Nunca me tendrás de esa forma,

-Entonces habrá alguien que pague por ti. Yo no pago simplemente por hacerla de niñero.

Cuando volvimos a casa fui directo al baño de mi habitación. Me vi en el espejo y sentí asco de mi mismo. Si, ese era Justo el aspecto de una persona destrozada. Deje caer mi cabeza entre los hombros.

<Ojalá no fueras tan hermoso> Off había dicho aquellas palabras

¿Se refería a que mi aspecto provocaba que me encontrara aquí? Levante otra vez la cabeza y me mire otra vez.

¿Que pasaría si dejara de tener este aspecto? ¿Que si destruia tanto mi cara que cualquiera se negaría a comprarme?

Mire fijamente la máquina de afeitar a un lado del lavado. ¿Sería capaz? No se cuanto tiempo estuve en el baño con la máquina en mano.

Pero finalmente, me metí a la cama sintiéndome un cobarde.






Marii...💗

•°&gt;VENDETTA&lt;°•//OFFGUN//• [-Terminada-] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora