𝐰𝐡𝐚𝐭 𝐢 𝐧𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐭𝐨𝐥𝐝 𝐲𝐨𝐮 | nanami 𝗸.

VI | dilemmas.

—Una Polaroid, ¿Eh?

Shoko inspeccionó con atención el regalo que Utahime había recibido por parte de su abuelo en su cumpleaños.

Estaban en receso; Hanae había apartado la vista de sus apuntes para observar la bonita cámara que su amiga sostenía. Poco después de haber terminado su almuerzo ella decidió adelantar algunos trabajos para así no tener tantas tareas acumuladas.

—La encontró en una tienda vintage. Me encanta. ¡Sonrían!

Hanae tuvo que parar de escribir y sonrió cuando sus dos mejores amigas se acomodaron a su lado; Utahime estirando sus manos para poner en un buen ángulo la cámara, mientras que Hanae cómo Shoko hacían una señal de paz con las manos.

—Vaya, ¡Esto es asombroso!

Gojo rápidamente le arrebató la polaroid de las manos, enseñandola a Geto. Utahime apenas logró sacar la fotografía, frunciendo el ceño, irritada.

—¡Devuelve mi cámara, tonto!

Obviamente él la ignoró.

—Vamos Suguru, tómame una.

Le tendió la camara a su amigo e hizo una pose cómo si fuera modelo de revista, bajando los lentes oscuros que usaba con regularidad por el puente de su nariz, dando una mirada seductora.

—¡No quiero una foto tuya, Satoru!

Utahime parecía estar echando humo por las orejas. Gojo frunció el ceño, recibiendo la foto. Él la miró de arriba abajo como si estuviera ofendido.

—No es para ti. Es para mí. —Hanae podía asegurar de que Utahime se estaba conteniendo para no golpearlo. —Además, te cobraría por ella.

—¡Nadie pagaría por una foto tuya!

Y así comenzó una de las tantas peleas sin sentido que Gojo disfrutaba provocar.

Mientras tanto Shoko y Geto se fueron alejando hasta que se escabulleron, llevándose la polaroid de Utahime. Gojo, al percatarse, no tardó en salir corriendo, dejando a Utahime con la palabra en la boca.

—¡Devuelvanla! ¡Shoko!

Ella corrió detrás de aquellos tres exigiendo que le regresaran su cámara. Hanae solo negó con la cabeza, riendo sin poder evitarlo. Aveces Shoko confabulaba con Gojo para sacar a Utahime de sus casillas.

Casi diez minutos después los cuatro regresaron; Shoko usando los lentes de Gojo, este sobándose la cabeza (probablemente por el golpe que Utahime le terminó dando) y ella conversando con Geto como si nada hubiera sucedido.

—Parece que encontró algo en común con Geto. —Shoko fue a su asiento, justo a un lado de Hanae, mientras tanto ella metía sus apuntes dentro de su mochila. La siguiente hora de clase ya iba a comenzar, así que todos estaban regresando al salón. —Oh si, casi lo olvido.

Del bolsillo de su chaqueta sacó una fotografía, la cuál colocó boca abajo sobre el mesa banco de Hanae.

—Tal vez quieras conservar esta.