𝗛𝗢𝗧 𝗡 𝗖𝗢𝗟𝗗 | h. hj + y. jg

a(guila)ngel

Jeongin era alguien bonito, bueno mas que bonito, el sabía muy bien que era muy guapo. Siempre se lo remarcaron desde que era muy pequeño y hasta el у momento nada había cambiado. Nunca se sintió "pequeño" cuando veía personas guapas junto a él, más bien, se solía sentir mejor porque así tenía la vibra de que "combinaba" con ese tipo de personas. Sin embargo, en ese preciso momento se sintió un poco mal...

Debió dejarse el cabello rubio. Ahora se veía muy normal y simple frente al sujeto llamado Hwang Hyunjin. Odiaba estar pelinegro, no lo hacía sentir en su máximo esplendor.

— ¿Se supone que debo ser feo?

Esa pequeña frase, devolvió a Jeongin a la realidad.

"Mierda"

Le reprocho su mente, al acordarse el descabellado comentario que había dado. En ese momento, deseaba con todas sus fuerzas que solo fuera un sueño y despertara en la clase de trigonometría.

La mirada del contrario lo penetraba y se sentía incomodidad, así que habló por segunda vez.

— Pensé que lo eras. — dijo de manera suave... su voz le traicionó.

— Y ya que me has llamado por mi nombre como si te hubieras roto un hueso y me llamaste feo en el primer momento que me viste, ¿quién se supone que eres tú?

— ¿Ah?

Hyunjin solo hizo una mueca y parecía que iba a darse una vuelta para irse, pero Jeongin tomó su muñeca.

No debía dejar que el sujeto se fuera tan pronto sin siquiera haberle dicho una "amenaza".

— Yo-yo. — Tragó en seco cuando sintió como Hyunjin se zafaba de su agarre con fuerza. — ¡Yo soy Yang Jeongin y muy pronto voy a robar al novio de tu novia!

...

Silencio.

¡JODER!

El cerebro y las cuerdas vocales y de Jeongin no se ponían de acuerdo para hablar, sus mejillas se calentaron y se quería pegar contra el poste que estaba a su costado.

¿Por qué esta vez no era un sueño?

— Entonces... ¿me estás diciendo que me vas a cortejar? — lo dijo en tono de burla.

Tenía ganas de llorar de rabia. Este escenario no se lo había imaginado en su mente, todo estaba yendo mal.

Con la poca dignidad que tenía por delante, decidió hacer lo mejor que sabía hacer: Correr.

No tuvo el valor para arreglar sus palabras, ni siquiera, lo intentó, porque sabía que sus cuerdas vocales no le ayudarían en ese momento.

Jeongin corría y corría como si lo estuvieran por asesinar. Sus pasos eran largos y precisos, buscaban ir lo más rápido posible que cuando paro a retomar aire, pudo observar que se encontraba en la estación de metro para su casa.

Esperó en la banca de la parada y buscando entre sus bolsillos su celular, marcó el número de Minho.

*El número que usted ha marcado no se encuentra disponible en este momento.*

Verdad, Minho seguro ya estaba practicando con Seungmin y probablemente encendería su celular después de dos horas.

¿Ahora que podía hacer?

Dando un suspiro y arreglando su cabello, desvió su mirada hacia la nada.

Desde que llegó a su casa, todos le empezaron a preguntar sobre cómo se encontraba y realmente les agradecía; porque en ese momento se sentía humillado y con la dignidad hasta el suelo, escuchar que al menos alguien se preocupara por él le reconfortaba un poco... solo un poco.