c(aos)ita

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Poniendo un mayor agarre a la muñeca del contrario en señal de "de aquí no te escapas", lo llevó hacia un puesto de ramen.

Podría no parecer algo muy original; sin embargo, Jeongin tenía su as bajo la manga y ese era el puesto de ramen  — de no cualquiera —  sino de nada más y nada menos que: la tía de Félix.

Uno de los planes alternativos si la cita iba mal era ir al puesto de ramen. ¿Por qué? Bueno en ese momento se descubriría.

— ¿Cuál va a ser su orden joven?  —  preguntó el amable mesero.

Jeongin miró atentamente a su contrario y veía que seguía con esa sonrisa desafiante.

— Mi acompañante será el que elija el menú.

En vez de hacer una mueca, el pelinegro sonrió satisfecho y prosiguió con el plan.

— Ambos decidimos tomar el reto del bol gigante de pareja.  — El mesero levantó las cejas dudando y el mayor le sonrió.  — ¿Qué espera? Ordene nuestro pedido, por favor. — Aun dudando, el muchacho con delantal salió directo a la cocina.

Hyunjin lo miraba extrañado y hasta no se le notaba esa sonrisa.

Realmente dejar de verlo desafiante, lo hacía sentir mejor.

—  Bueno Hyunjin, ¿alguna vez has estado en un reto de ramen picante? — Habló.

— Qué...

— ¡Entonces esta será tu primera vez! — Finalizó con una sonrisa satisfecho. Había callado a Hyunjin y  — por primera vez —  lo desconcertó.

Le gustaba la vista que tenía en frente: Hyunjin con un rostro confundido y ningún rasgo de picardía y burla en su expresión. ¡Se sentía genial!

Sus amigos eran unos genios en tener una alternativa "B" por si las cosas se ponían feas o aburridas. Su idea era simple, mas no original, porque en realidad los considero unos genios por segundos, ya que el dichoso "plan" era: Ir al puesto de ramen picante, ordenar el bol de pareja, Minho y Félix  irían disfrazados y aceptarían el reto del bol de pareja, mientras ellos se hacían los que "comen", Hyunjin y Jeongin acabarían los fideos y ganaron el premio que era comer sin pagar. Además, Hwang se quedaría encantado por lo genial que era Jeongin.

Un plan simple e ingenioso que lo sacaría del apuro y probablemente le daría el pase directo para que Hyunjin se le acerque más a él para así sus amigos puedan tomar las fotos de paparazi.

— Eres bastante lindo.

El pequeño snack servido que estaba tomado el pelinegro entre sus dedos, resbalo por lo inesperado que sonó el comentario.

— Pero no te creas tanto Jeongin, solo pienso que ese moco colgando de tu nariz es tierno porque no te das cuenta que desde hace 3 minutos que está ahí. —  Su frente se arruga de manera de disconformidad y luego reacciona.

...Mierda, no se sonó bien los mocos.

— Gracias por la observación. — Con el poco de orgullo que le quedó se levantó de la mesa. — Iré al baño, espérame unos minutos.

— De todas formas, no habría ningún lugar al que huir.  —  Lo dijo cruzando los brazos mientras mostraba una sonrisa.

Por poco iba hacer una mueca; sin embargo, se aguantó. Sólo le correspondió a la sonrisa y fue lo más rápido al baño que realmente su sonrojo no podría más ser retenido.

¡Por qué se le tuvo que salir un moco!

Apresurando sus pasos va directo al baño y dentro de este va lo más rápido hacia el papel higiénico. Antes de hacer sonar su nariz, por la curiosidad, se mira al espejo y...

Estúpido.

— Definitivamente Hwang Hyunjin me ha declarado la guerra.

No podía creer que se sonrojo y corrió hacia el baño solo para comprobar que... no tenía nada.

Jeongin tenía un tic nervioso y ese era que se mordía tan fuerte las mejillas hasta sangrar levemente. En este momento por la fuerza retenida, juraría que podría hacerse un hueco en sus mejillas internas si seguía pensando en lo tonto que quedó en frente del otro.

¡Quiero mandarte a joder Hyunjin!

El pelinegro se tuvo que recordar el plan una y otra vez además de pensar en que el premio sería bueno para detener sus pasos y su boca lisurienta.

— ¿Y solucionaste tu problema nasal? — Fue lo mejor que pudo pronunciar Hyunjin Hwang con su asquerosa sonrisa felina.

— Eres alguien bastante gracioso.

— Me lo dicen seguido.

¡Cómo una chica como ella podía estar con un chico como este!

— ¿Me está diciendo que tenemos más de una pareja retadora?

Su plan iba de mal en peor.

Al parecer el hecho de que Hyunjin se "enamore" de Jeongin mediante una competencia de fideos, no era un plan tan fácil de seguir. Ahora era todo un problema porque una pareja retadora (no Félix y Minho) у decidió ese mismo día y a esa misma hora, tomar la misma orden.

— Joven, ¿usted y el otro joven aún participarán?

— Eso parece. — Respondió con una falsa sonrisa.

— En cinco minutos los esperamos en la cabina principal para la competencia. — Dijo el tímido mesero antes de irse.

Jeongin bufo sin evitarlo mientras que el castaño lo miraba interesado.

— Ya vamos 2 horas y aún me sigo preguntando... ¿Si esto es una cita o una salida donde me muestras todas tus rabietas?

¿Era en serio?

— Perdón, no soy bueno en esto de las citas. — Fingió.

— Te perdono, al final de todo soy
tu crush. — Ugh, hasta el tonito de burla del final lo hizo tornar los ojos.

"Sigue soñando" Era lo que anhelaba decir, pero...

— ¡No digas eso! Me pondré más nervioso. — Si Jeongin no ganaba un Óscar realmente se sentiría indignado.

— Jeongin cómo es que y...

¡MESA #05 ACERCARSE AL CONCURSO DE RAMEN!

¡Llegó la hora!

Interrumpiendo al castaño coge su mano y lo guía apurado hacia el lugar.

Al llegar ahí pudo observar a Minho y Félix con gafas sin lentes y mascarillas, se veían bastante evidentes. Quería burlarse de lo raros y nada discretos disfraces que llevaban (si a eso se le consideraba disfrazarse); sin embargo, con Hyunjin a su lado debía fingir no conocerlos.

Mientras tanto al otro extremo de la mesa se encontraba la pareja retadora que arruinó sus planes: Un chico con ojos alegres y un extranjero de cabello castaño. A leguas podía notar que esa pareja se estaba tomando en serio lo de la competencia de fideos, no era solo suposición, sino que el hecho de que ambos jóvenes se encontraran con unas camisetas que decían en grande "AMANTES DE LOS FIDEOS".

"Debemos de ganar"

Se repetía inconscientemente para convencerse a sí mismo de que los hippies de sus contrincantes perderían.

— ¿Estás nervioso? — Como siempre... Hyunjin interrumpió sus pensamientos. — Dijiste que sería divertido, pero hasta empezaste a sudar. — Le dijo el contrario mientras miraba a su frente.

Jeongin se toca rápidamente arriba de su cara para comprobar el sudor y con una sonrisa floja, intenta sonar despreocupado. — Es la emoción la que me hace sudar.

El castaño no respondió y tampoco él trataría de decir algo más porque iba a notar que estaba meándose de los nervios.

— ¡Atención concursantes! — exclamó la voz del mesero. — Sus platos ya están listos, en estos momentos se les estarán en frente
de ustedes. — Por cada palabra que decía el contrario, los cocineros y los platos aparecieron. — Lo único que me queda decir antes de comenzar esta competencia es aclarar que, sólo hay una pareja ganadora y si las parejas concursantes no logran terminar el tazón gigante en menos de 15 minutos, entonces no habrá ganador, y las tres parejas deberán pagar el precio de los fideos. Sin más que decir, les deseo buena suerte.

En frente de su mesa vio cómo se era puesto un temporizador y con un pitido de este, todos empezaron a comer.

No habían pasado ni 5 minutos, que Jeongin empezó a entrar en pánico al darse cuenta que Hyunjin... ¡Era más lento que una tortuga al comer! La falta de rapidez del contrario le iba a causar un ataque de ansiedad y la falta de interés por ganar del otro, lo sacaba de quicio.

— ¡Hyunjin, intenta más rápido! — Le susurró mientras tenía su boca abarrotada de fideos.

— Esto es lo más rápido que puedo, necesito masticar bien para que mi estómago lo procese. — Replicó el castaño mientras seguía masticando.

El pelinegro sólo rodó los ojos e intentaba en apresurarse en tragar todo antes del tiempo. Aun así, estaba preocupado, ya no tanto por el plan, sino porque mientras come mira al tazón de los "Locos de los fideos" que estaba a más de la mitad... Y es ahí, donde Jeongin se pregunta: ¿Cómo es que podían embutirse la comida tan rápido?

"Estamos perdidos" habló su conciencia cuando volteo a ver a Hyunjin comiendo con paciencia y casi atragantándose por un pequeño puñal de fideo.

A pesar de que Jeongin casi se atora por quinta vez, los ganadores fueron el tal Yuta y Mark. Al parecer ambos eran extranjeros. Realmente se sentía desanimado y mas aún, cuando oyó la voz del mesero cobrando la cuenta.

— ¿Cuánto es la cuenta? — Dijo de la forma más animada que pudo.

— 25 dólares.  

— Bien.

Un momento...

¿El tazón no estaba a 15?

— Disculpe joven, ¿el plato que pedimos no estaba más barato?  — Preguntaba con un tono de desconfianza, le están tomando el pelo y Yang Jeongin no despilfarraría tanto dinero en unos fideos calientes con huevo hervido.

— No joven, ahí bien claro en la carta decía que el descuento del tazón solo es en fechas especiales.

— Okay, okay, te entiendo, deme unos minutos.

El mesero dejó la boleta en frente suyo y se marchó. Volteo para comprobar de que este no lo iba a ver para luego... Mierda.

— No traje más dinero. — Susurró muy angustiado.

En la mañana lo único que pensó era que nada iría mal en la cita y no necesitaría más dinero. Pero no, todo fue un desastre total y tenía vergüenza de pedirle a Hyunjin dinero.

Buscando en su mochila su celular, intenta contactarse con Minho y Félix... ninguno respondía.

— ¡Mesero! —  Escucho a Hwang llamar.

Jeongin aún no había encontrado más dinero y miró al contrario asustado diciendo constantemente que se esperara unos minutos más, pero era en vano, el mesero ya estaba en frente de ambos.

— ¿Ya tiene la cuenta? — dijo el muchacho mirando al pelinegro.

— Ehmm, yo quería…

— ¿Eran 25 dólares si no me equivoco? — El mesero asintió. — Tenga. — El menor vio como Hyunjin sacaba de su billetera negra cincuenta dólares y se los entregaba al otro. — Quédese con el cambio.

El mesero estaba sorprendido y antes de retirarse, dio una reverencia, agradeciendo a Hyunjin.

Toda la escena que pasó en frente suyo a cámara lenta parecía sacada de un drama... donde el castaño era el chico cool y con dinero, mientras que él era el personaje secundario con poco dinero y nada genial.

Eso le daba el puntaje de:

Jeongin: 00 y Hyunjin: 02

No se sentía un ganador como se lo prometió Minho.

— Hey, no te sientas mal. A cualquiera se le puede olvidar llevar más billetes. — Escucha como el otro le hablaba comprensivo mientras buscaba su mirada. Por primera vez en ese día el pelinegro dejó de enojarse por la sonrisa del otro.  —  Comprendo cómo te sientes, alguien tan genial y guapo como yo a cualquiera desconcierta.

Olvídenlo.

Su sonrisa era horrible.

Jeongin solo torno los ojos como respuesta y ambos salieron del puesto de ramen.

Cuando se encontraron afuera el pelinegro no tenía la más mínima idea de qué decir. Se suponía que en este momento se debían de encontrar a ambos festejando por ganar el concurso de ramen, pero solo se encontraban fuera del lugar con un viento que te cagas y un silencio incómodo.

— Supongo que este es nuestro ¿adiós? — Intentó de cortar el silencio.

— Supones bien Jeongin.  —  Le contestó el otro igual de incómodo.

Su contrario iba a avanzar a tomar un taxi, pero el pelinegro no sentía que estaba bien... La cita había sido un desastre total.

— ¡Hyunjin! — El contrario volteo.  — Esta no será la última vez que nos veamos. — El castaño iba a hablar, pero un taxi hace sonar su claxon. Así que, con una mirada paciente Jeongin espera a que Hyunjin le conteste.

— No sueñes tanto. — Dijo descaradamente con una sonrisa burlona al mismo tiempo que cerró la puerta del taxi en su cara.

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⏰ Última actualización: Mar 26, 2022 ⏰

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𝗛𝗢𝗧 𝗡 𝗖𝗢𝗟𝗗 | h. hj + y. jgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora