The Rendezvous U̶̶̶e̶̶x̶̶p̶̶e̶̶c̶̶t̶̶e̶̶d̶̶ [Spideypool]

6.

⛔ADVERTENCIA⛔
•Agresión física
•Adicción a farcamos
•Violencia doméstica
•Mención de ṧṳ!ḉiժio

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Todo a su alrededor estaba cubierto por la misma oscuridad misma. Nada que podía interrumpir su descanso. Nada podía hacerle daño ante la oscuridad que le rodeaba. Su respiración era calmada, casi pareciera que estaba muerto al ver como cada exhalación de daba era cada vez más imperceptible a la anterior.  La madera del pupitre en su mejilla se sentía toda menos incomoda, al contrario, se sentía satisfactoria y sumamente cómoda para la mente de Peter. "Desearía que Wade estuviera aquí" pensó nuestro bello durmiente con deseo y alegría, lo único que podía mejorar su sueño era ver entre la oscuridad a su querido príncipe azul, aquel que lo amaba incondicionalmente y aquel que podía despertarlo de su sueño eterno con un gran beso o con solo su presencia; pero en cambio de su hermoso príncipe azul, solo un hombre mayor de castaños cabellos y ojos avellana logró finalmente despertar a la bella durmiente de su hermoso sueño, y no, no lo hizo con un beso, si con una sacudida algo brusca para su estilo. 

—Peter. Peter! ¡Peter ya despierta maldita sea!— comenzaba a decir y a sacudir con fuerza el maestro de aquella ultima hora de clases que tenía el adolescente adormilado. 

Confundido o con los ojos todavía pesados y desorbitados, Peter finalmente se levanto extrañado y confundido miro al hombre que lo había despertado de un sueño agradable —¿Señor Stark?, ¿Qué hace usted aquí?— cabe aclarar que el menor se decepciono un poco al ver al castaño y no a su hermoso príncipe de ojos azules. 

—¿Qué hago yo aquí?— regreso la pregunta ofendido, confundiendo todavía más a un soñoliento Peter —¿Qué haces TU aquí? Todos se han ido ya y tu fuiste el único que se quedo en el salón después de mi clase— explico el mayor brevemente con cierto grado de enojo, y tal vez, una clase de sentimiento de ¿decepción? —¿Te quedaste dormido en mi clase?

—¿Qué?— miró a su alrededor, notando como prácticamente solo quedaban el señor Stark y él en el ya vacío salón. Exaltado y completamente confundido miro el reloj de la pared, marcando la hora de salida habitual y la hora en la que la ultima clase del señor Stark debía terminar. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Se repetía una y otra vez al ver al mayor y el reloj de la pared respectivamente una y otra vez por un buen tiempo. —Y-yo...— miro a su maestro por ultima vez, mostrando en su mirada la obvia confusión y sorpresa de encontrarse con la hora de salida cuando su ultimo recuerdo era haber cerrado un momento sus ojos en la segunda hora de clases. Entonces... "¿Estuve prácticamente todo el día dormido?" pensó aturdido por toda la situación. Es como si hubiera viajado en el tiempo.

—Peter...— llamó suavemente, el tono enojado y ofendido que pudo haber mostrado desde un principio se disipo por completo al ver al adolescente igual de confundido y sorprendido que el. Claramente dormirse en clases no era propio del mismo Peter
—¿Te encuentras bien?, ¿Hay algún problema?

—No. No, no, no.— su sentimiento de negación fue más rápido de lo que hubiera querido que fuera
—E-estoy... Estoy perfectamente bien señor Stark! No hay nada de que preocuparse— guardo desesperado sus cosas sin importar si estas estaban bien acomodadas o no. Si llegaba tarde a casa y si sus padres estaban en ella por esa noche iba hacer hombre muerto. —Solo me dormí tarde hoy porque jugué videojuegos anoche. No es nada— ante la insistencia de guardar sus cosas rápido y desesperado, Peter no noto el pequeño frasco anaranjado de pastillas que había caído desde el extremo de su mochila y había rodado hacía los pies del mayor con lentitud. Stark, fue claramente, el único que se dio cuenta de esto. 

—¿Qué es esto?— desconcertado, tomó con cuidado el pequeño frasco que había salido de la mochila del adolescente y leyó exaltado las etiquetas de advertencia y precaución que venían en la parte superior del frasco, podía ver que claramente esas pastillas no eran aptas para un niño de solo 15 años —Peter. ¿Qué es esto?— le mostró el frasco de pastillas en su mano, sin poder creer lo que estaba adentro de las pertenencias de su alumno favorito. No podía ser lo que el creería que era.