Capitulo 5

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Tengo que poner una advertencia, si eres menor de edad o eres sensible al contenido sexual explícito por favor no leas este capítulo pasa al siguiente o mejor abandona la historia. QUEDAN ADVERTIDOS.

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Izuku suspiró suavemente y tocó la puerta sin saber qué esperar, no quería alimentar expectativas que luego lo llevaran a una desilusión, simplemente se lanzaría a pecar y disfrutar.

La puerta se abrió y un hombre realmente alto lo recibió con una sonrisa llena de malas intenciones -Me alegra que decidieras venir - con su mano lo invitó a entrar.

-He aprendido a reconocer buenas oportunidades - el más bajo respondió como halago.

No sabría explicar lo que estaba viendo, no sabría si decir que la casa tenía un estilo minimalista o simplemente no había nada dentro. Realmente era extraño porque recordaba ver a varios hombres cargando cosas cuando se mudaron y en la sala solamente había un sofá muy grande y cómodo, una televisión gigante con dos o tres consolas de vídeojuegos, un trípode grande y unas cajas.

-Puedes tomar asiento - el hombre moreno parecía leer el rostro del pecoso -Aún tenemos que contratar un decorador...

Izuku comenzó a pensar en la chica rubia al escuchar la palabra "tenemos" sintió un poco de ansiedad, ¿Dónde estaba ella? ¿Sabía algo de esto? ¿Estaba actuando bien? ¿Y si volvía pronto?

Recordó a Tsuyu llorando por descubrir al hombre que quería engañándola con otra mujer, se sintió muy mal, pero ya no podía negarse la tentación era más fuerte.

Sin perder mayor tiempo el más alto se sentó junto a su invitado en aquel sofá gigante que casi parecía una casa.

Sin dudas la presencia de aquel hombre era intimidante, pero adictiva, parecía realmente amable y salvaje a la vez.

No lo iba a dudar más, si ese lobo saltaba sobre él se dejaría devorar y no pensaria más en las consecuencias. No podía creer ser tan básico, ahora solo era un montón de hormonas respondiendo a sus impulsos más básicos.

-Veo duda en tus ojos - el de piel morena se acercó hasta que su rostro estuvo frente al de su invitado, con delicadeza acaricio su barbilla con la punta de sus dedos —No tengas miedo, solo déjate llevar...

Eso es justamente lo que Izuku haría, sabía que terminaría bien sin importar el tamaño de su compañero, nunca había ido a parar al hospital hasta ahora así que estaba bastante tranquilo.

No iba a negar que juntar sus labios en un beso lento había resultado bastante extraño, un beso apasionado y lento parecía más íntimo para el tipo de encuentro que esperaba tener esa tarde.

Ese segundo de calma y pasión pareció un espejismo pasajero cuando sin mediar palabras, el más alto alzó al pecoso muchacho y lo sentó sobre sí mismo sin esfuerzo alguno.

Por un momento se sintió como aquel chico débil y delgado que fue en su pasado, pero el sentimiento se desvaneció al sentir un par de manos recorrer su espalda y apoderarse con fuerza de sus nalgas.

—Hmm - un pequeño gemido se escapó del muchacho cuando el moreno mordió su labio inferior y se apresuró a quitarle la camisa.

Eran contadas las ocasiones en que podía gozar el sexo, en el club lo veía como un trabajo nada más y cuando estaba fuera dedicaba su tiempo a si mismo y sus amigas por lo que no había tiempo de buscar una pareja real y compatible; sin embargo, esa tarde se encontraba volando mientras sus pezones eran maltratados justo como a él le gustaba.

El moreno lamió por última vez el pecho tonificado del hombre pálido y se apresuró a lanzarlo contra el sofá y quitarle los pantalones rápidamente, por un momento se sintió abrumado al pensar que aquel muchacho claramente más pequeño se sentiría asustado por su brusquedad.

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