¿Necesitas un cuento?

Como si a alguien le importáramos

Personaje 1: Emma

Personaje 2: Daphne

Personaje 3: Jatziri

Personaje 4: Eduardo

Personaje 5: José

(Se muestra a un grupo de chicos reunidos al rededor de una fogata.)

Emma: (Riendo sin causa aparente y estirando su mano hacia Eduardo) Ya pásalo.

Eduardo: (Da una profunda calada a un cigarro y se lo pasa a Emma) 

Jatziri: Deberíamos parar.

José: Deberíamos.

Daphne: Pero no lo haremos

(Se miran entre ellos con los ojos rojos)

Eduardo: ¿Por qué no lo hacemos?

Emma: Porque nuestras vidas son una mierda, solo mira a Jatziri, esta aquí porque su padre se gasta el dinero de sus estudios en alcohol, igual que el mio (Exhala el humo del cigarro)

Jatziri: (Ríe sarcástica y comienza a llorar)

Daphne: A la mierda (Enciende otro cigarro de marihuana, fuma y lo pasa a José)

José: (Recibiendo el cigarro, lo pasa a Jatziri) Ya no llores, fuma, fuma y olvida.

Jatziri: (Ríe sarcástica de nuevo, con el maquillaje corrido) ¿Olvidar imbécil? ¿Qué quieres que olvide? Que olvide a mi padre borracho, las cuentas que tengo que pagar, que olvide mis proyectos escolares, que olvide mi puta vida. Bien, lo olvidaré fumando esta mierda, ojalá tu pudieras olvidar el abuso de tu padre con un poco de marihuana.

José: (Se levanta enojado, le arrebata el cigarro a Jatziri y lo avienta al suelo con violencia)

Daphne: ¡Idiota! Cuídalo me costó un ojo de mi cara.

José: Cállate Daphne, ese dinero debería ir a tu fondo de ahorro para la universidad, ¿Y tu Jatziri, crees que es gracioso burlarte de mis traumas?

Eduardo: (Mirando a todos con indiferencia) Oigan cálmense.

Daphne: (Enojada y sarcástica, mirando a Eduardo) ¡Es tan fácil para ti decirlo! Con tus notas perfectas y el reconocimiento de todos los profesores

Eduardo: (Se levanta tambaleándose) Calláte tacaña, nadie podría soportar las horas de insomnio y la presión de mis padres.

Emma: Ahora resulta que eres una victima del sistema.

Eduardo: (La mira con recelo) Como sea, todos estamos igual de podridos por dentro, metiéndonos droga y fingiendo olvidar, emborrachándonos para no pensar. Al final todos somos más de lo mismo. Fingiendo que no tenemos remedio solo porque no queremos afrontar con valentía nuestras desgracias, ¡Al carajo! Controlarme es más fácil con el alcohol y la droga.

(Todos ríen)

Emma: Como si a alguien le importáramos.