𝓝𝓾𝓮𝓿𝓮 𝓭í𝓪𝓼 𝓭𝓮 𝓸𝓽𝓹 |𝐹𝓁𝑒𝓍𝓀𝒶𝓉𝑜| ₗₑₘₒₙ

🅳🅰🆈 🆂🅸🆇

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. . . Masturbación al activo. . .

Flex estaba aburrido.

Muy aburrido.

Su novio, quien era su método favorito de diversión, se encontraba lavando los platos con tranquilidad. Tarareando una alegre melodía de Twice.

Infló las mejillas como un niño pequeño y se encorvó aún más en aquel sillón.

— Si te aburres tanto ¿Por que no vienes y me ayudas? — preguntó a modo de reclamo.

Una sonrisita se posó en sus labios. Se levantó con energía del sillón y caminó con calma hacia Muzi.

— ¿En qué necesitas que te ayude~? — jugueteó con su tono acercándose hacia el castaño, abrazándolo por la espalda mientras se meneaba lentamente de un lado a otro.

Las mejillas de Muzi se encendieron y sus labios empezaron a flaquear en una torpe y tímida sonrisa. Odiaba que Flex se pusiera amoroso por que no sabía como reaccionar ante insinuaciones tan dulces.

— Te estás riendo, lo sé~ — murmuró haciendo que lindas risitas se escaparan de los labios del menor.

— Si quieres ayudarme, ve y limpia la sala, está llena de migas por que amas comer en los sillones.

Flex hizo un puchero y sopló en la oreja ajena haciendo que su cuerpo se tensé bajo su abrazo.

— ¿Qué tal si te ayudo de otra manera~? — susurró en su oído.

— No empieces... — puso los ojos en blanco dispuesto a darse la vuelta, pero un fuerte agarre en su cadera le detuvo en seco. — Flex. — frunció el ceño sin poder ver la cara del mayor debido a su estatura y que estaba detrás de él.

— Anda~ Nunca te pido nada~

— ¡Siempre me pides cosas! — exclamó ofendido el de mayor estatura.

— ¡Si pero nunca las haces! — chilló.

— Para de ser infantil. — rodó los ojos.

— De acuerdo. — acarició sus caderas para pasar hacia la parte de adelante, empezando a desprender el pantalón del castaño.

— ¡Hey! — Exclamó entre avergonzado y molesto.

No se dignó a contestar, solo volteó la cara ofendido tomando el miembro de su novio con una mano y empezando un rápido movimiento, sintiendo como el cuerpo frente de él se retorcía en un escalofrío.

Muzi tuvo que apoyar una de sus manos en el borde del lavavajillas y la otra llevársela a la boca de donde suaves y tímidos jadeos junto a quejidos salían desde lo más profundo de sus cuerdas bucales.

A Flex le pareció lindo y siguió a ese paso subiendo una de sus manos hacia su pecho por debajo de la ropa ajena provocando ciertos espasmos.

— Flex~ — murmuró alzando un poco su cabeza. — Espera, acabo de- — se tapó la boca de golpe al sentir los dedos del mayor en uno de sus pezones.

Sentía sus piernas temblar a la par del brazo que usaba para apoyarse. El cual flaqueo al llegar al orgasmo, teniendo que rápidamente bajar el que estaba en su boca quedando a la par de la otra mano para evitar darse la cabeza contra el mismo lavavajillas.

Flex, ligero, abandonó con velocidad el lugar para evitar comerse un reto por parte del castaño, que al notarlo se enderezó con la poca fuerza que tenía y exclamó.

— ¡Acabo de limpiar la puta cocina! ¡Imbécil!

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