1.

659 23 3
                                    

Los desordenes alimenticios no son un show, por favor busquen ayuda si están pasando por algo de lo que es mencionado en esta historia.
No están solos.

______________________

Me encontraba nuevamente en la sala de las enfermeras, últimamente me pasaba casi toda la tarde ahí evitando a mi mamá. Me gustaría poder decir que era algo divertido, pero la realidad es que lo mas entretenido que se podía hacer en un hospital era revisar la fecha de vencimiento de los medicamentos para ancianos. Que casualmente era lo que estaba haciendo.

-Cambia esa cara, pareces tan deprimida que me dan ganas llorar.- yo solo sonreí, Ruby era una de mis enfermeras favoritas. Fue la primera persona en muchas semanas que logró sacarme un sonrisa cuando fui ingresada al hospital.

De hecho, no hable de eso.

Tyler Snecherf, tengo diecisiete años, una madre gravemente insoportable, un padre ausente y una hermana mentalmente inestable. Otro pequeño detalle, tengo anorexia nerviosa. Fui diagnosticada a los doce años pero parece que mi familia logró procesarlo cuando cumplí dieciséis. O eso parecía.

-Es un poco deprimente pasar la mejor etapa de mi vida dependiendo de una sonda nasogástrica. -Respondí.

-Podrías dejar de depender de eso si te esfuerzas un poco mas- Me reclamó Ruby apuntando el suplemento que había dejado en la mesa, yo solo lo mire analizándolo. - ¿Sabes lo que tengo que hacer si no lo tomas, verdad?

Volví mi mirada hacia ella.
-Hazlo, de todas maneras no puedo tomarlo sola.- Dije y acto seguido Ruby empezó a preparar todo para poder pasarme el suplemento mediante la sonda.

Al principio dolía, pero luego de recaer tres veces y pasar mas de tres meses internada recibiendo la mayor parte del plan alimenticio mediando un tubo, terminabas resignándote y con el tiempo capaz llegabas a acostumbrarte.

-Por cierto, llego un nuevo paciente, y escuche que tiene tu edad. - Me cambio de tema con la intención de distraerme, eso era algo que me gustaba mucho de ella, solía hacer todo lo posible para hacerte sentir cómodo, como si un hospital realmente pudiera llegar a ser tu casa.

Ella tenia mucho poder, y lo sabia.

-¿También esta internado?- pregunte con curiosidad, no solían haber muchos adolescentes en este hospital, y la mayoría que había no solían quedarse mas de tres días. La única persona que llegue a conocer que se quedo mas de ese tiempo fue a Maxinne.

Max era un chico que fue ingresado un poco después que yo, nunca supe bien la razón, el nunca entro en detalles de eso, solo me había dicho que una cirugía podía salvarlo. Pero esta misma era demasiado complicada, y unas horas mas tarde dieron la noticia de que su cuerpo no lo había resistido.

Hasta hoy paso por su habitación esperando que sea otra broma como las que solía hacer, pero el nunca aparece.

-Escuche algo de que tenia problemas en el corazón, pero puedo investigarte mas si me lo pides... - me miró y me guiño el ojo, para acto seguido sentarse y sonreír pícaramente.

-Genial, podría tener otro amigo enfermo y competir por cual de los dos esta mas trastornado. - Ruby no respondió, pero seguía mirándome de la misma manera. -Por cierto, no me interesa, pero gracias. -dije finalmente.

Ruby iba a hablar pero el ruido de una puerta abrirse la interrumpió, y atrás de ella apareció mi mamá. La cual me miro enojada cuando vio la sonda pasándome el suplemento.

-Pensé que dijiste que ibas a poner de tu parte. - Me dijo.- Hable con los doctores, me dijeron que te recordara que mañana tienes que ir a hablar con ellos.

-No lo olvide. -le respondí ignorando el comentario que había hecho anteriormente.

Nuestra relación solía ser eso, ella hacia comentarios innecesarios y yo me contenía para no ahorcarla con mi propia sonda.

-Bien, el horario de visitas acabó así que me voy a casa pero voy a volver mañana junto a tu hermana para ver el seguimiento. -Me respondió mientras se acercaba para darme un beso en la cabeza, me puse feliz de que se fuera. Estar con ella solía ser agotador. -Evita esconderte cosas que generen peso en tu ropa, no creo que quieras que te pesen desnuda.

𝙲𝚊𝚗𝚜𝚊𝚍𝚊 |𝚃𝚒𝚖𝚘𝚝𝚑é𝚎 𝙲𝚑𝚊𝚕𝚊𝚖𝚎𝚝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora