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Los desordenes alimenticios no son un show, por favor busquen ayuda si están pasando por algo de lo que es mencionado en esta historia.
No están solos.

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-Yo nunca nunca he robado. - Dije mirando a Timothée levantando una ceja.

El miro a la nada por unos segundos, pero volvió su vista hacia mi y me sonrío para acto seguido tomar otro shot de tequila. Yo me eché a reír.

No me acordaba muy bien como ni por que, pero estaba sentada en mi cama de hospital frente a Timothée bebiendo tequila mientras contábamos anécdotas estupidas.

¿Habíamos pedido permiso? Claramente no.
¿Estábamos emborrachándonos a escondidas de Ruby y de nuestros padres? Claramente si.

Estaba borracha en un hospital con un chico que había conocido unos meses atrás, mi cabeza no podía sacarse la idea de que había tomado mas de seis medicamentos distintos ese mismo día. Era algo obvio que yo tenia mas que imposible probar siquiera uno mínima gota de alcohol.
Pero no podía importarme menos.

-Yo nunca nunca estuve enamorado. - Volvió mi atención a la voz de Timothée.

Mire al techo intentando despejar mi cabeza y tratando de recordar si alguna vez había estado enamorada.

-Yo no tomo esta vez. - Dije luego de unos segundos. Timmy me miro con los ojos ligeramente abiertos.
-¿No tomas? - Negué. Su expresión cambio a una de confusión, pero al instante sirvió un shot y se lo tomo. -Yo si.
-¿Quién fue la desafortunada? -Contesté agarrando una botella de agua, o tratando ya que todo se movía a mi al rededor y me costaba un poco ver con claridad.
-Se llamaba Alanna. -Dijo alcanzándome la botella de agua, le sonreí en agradecimiento.
-Que bonito nombre. -Dije.
-Como ella.

Me dolió.

-Estuve enamorado de ella casi toda mi adolescencia. Era la típica chica rubia inalcanzable que todos querían, Todos los chicos querían que sea su novia y todas las chicas deseaban poder ser ella, era mi mejor amiga. - El siguió hablando.

"Deseaban poder ser ella."

El sonrió con la mirada perdida y nos quedamos en silencio. Un silencio incomodo para mi pero estoy segura que el no se había percatado de eso. Se veía muy ocupado recordando cosas.

-¿Nunca salieron? - Pregunté intentando romper el hielo.

El me miró y negó con la cabeza.

-Nunca podría estar con alguien como ella, soy consciente de mi situación y siempre me pareció un poco egoísta comprometerme de esa manera con alguien sabiendo que podría morir en cualquier momento. - Contesto serio. Mentiría si no dijera que me sentí hablando con mi reflejo.- Ademas era perfecta, decidí resignarme a estar con alguien de mi nivel. -Dijo riendo un poco. Yo en cambio me quede callada.

"Era perfecta."

Casi al instante en mi cabeza se proyectaron imágenes de revistas, chicas rubias, pelirrojas y morochas, altas y bajas.

Se me lleno la cabeza de muchas mujeres, todas diferentes pero tenían algo en común, eran delgadas. Eran hermosas y delgadas por lo que cumplían con el estereotipo de mujer bella.

Estereotipo que había tratado de alcanzar.
Estereotipo que me trajo a donde estoy.

No conocía a Alanna pero fue inevitable no compararme ella.

-¡Ey!

Mi cabeza se puso en blanco. y subí la mirada a los ojos de Timothée.

-Te estoy hablando. -Me dijo y empezó a reír. Reír demasiado alto
-Baja la voz, se supone que estamos durmiendo. - Dije callándolo.

Pero el siguió hablando, el siguió contando anécdotas que había tenido con sus amigos pero yo no lo escuche.

Apostaría que tampoco se dio cuenta de que no lo estaba escuchando.

Me sentí chiquita, una vez mas sentía como todo se me iba de las manos. Y fue un sentimiento horrible.
Nunca me había emborrachado asi que pensé para mis adentros que seria la situación perfecta a la cual culpar mañana, cuando recuerde que estaba apunto de llorar por compararme con una chica, otra vez.

Eso era todo lo que hacia, culpar a los demás de lo que me pasaba.

Los días que había pasado con Timothée me habían llevado a pensar en la mínima posibilidad de que pudiera sentir algo por el. Pero nuevamente estaba equivocada.

-Bueno me doy cuenta cuando no soy bienvenido en una cama de hospital.- Dijo Timothée con gracia mientras se levantaba dispuesto a irse. -Es tarde, y no me gustaría que me droguen mas por un mágico dolor de cabeza casualmente parecido a la resaca.

Me empujó un poco riéndose y acto seguido salió por la puerta silencioso.

Yo me acosté dispuesta a dormir, pero fue imposible debido a lo ebria que me encontraba. No podía dormir solo podía pensar.
Pero incluso estando en mi peor estado me sentía con la cabeza mas fría que nunca, estaba lo suficientemente fría como para darme cuenta de que aquí no había nada, y nunca lo habría.

No era culpa de Timothée haber estado enamorado de una mujer perfecta, era culpa mia haber dejado que su pasado afectara mi presente.

Intente enojarme con el, pero por primera vez en mucho tiempo no había encontrado razones para culpar a alguien mas.

Yo era el problema.
Y aunque inconscientemente lo sabia no pude evitar destrozarme.
Odiaba estar en mi cabeza y jamas me perdonaría la inseguridad que me había dejado.

Intente hurgar en mi memoria buscando el recuerdo de la ultima vez que me había sentido cómoda siendo yo, y me encontré perdida y sin respuestas.

Solo mis recuerdos llorando deseando ser alguien mas.
Y me enojé conmigo.

𝙲𝚊𝚗𝚜𝚊𝚍𝚊 |𝚃𝚒𝚖𝚘𝚝𝚑é𝚎 𝙲𝚑𝚊𝚕𝚊𝚖𝚎𝚝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora