Camila y yo nos conocemos desde la secundaria y sigo sin comprender cómo demonios la conocí.Simplemente recuerdo que estaba en 2º ESO cuando la profesora de matemáticas ( que sinceramente me caía fenomenal) nos mandó a desarrollar un problema de reglas de tres en parejas, justamente la pendeja a que llamo demonio de Tasmania y yo nos sentábamos al lado, no la conocía de otros años porque llegó a mi mismo instituto hacía un año y no la había conocido hasta ese año, y se giró hacia mí y me dijo:
- Mira te pido perdón de adelanto pero no sé matemáticas así que no te puedo ayudar mucho - suspire y le dije.
-No pasa nada - mientras que en mi mente maldecía hasta a dios porque no quería resolver el puto problema por la simple pereza que tenía en ese momento además quería que me tocara con alguien inteligente que lo resolviera él o ella solo/a.Al final si terminé explicándole cómo se hace una SENCILLA regla de tres y terminé haciendo el problema yo solo.
Después de resolver el problema juntos me empezó hablar como si fuera su amigo de toda la vida, pedirme opinión de sus dibujos, dibuja bien por cierto, y hacerme preguntas hipotéticas que se me hacían un tanto raras pero opté por ignorarlo y todo esto porque según ella le caí bien por ser muy “simpático” si solo supiera.
Y no sé cómo pasó que seguimos coincidiendo en clase cuando cada curso nos mezclaban, en fin terminamos haciéndonos mejores amigos (ni yo sé cómo porque ella era la típica persona medio loquita y yo una persona tranquila).
Después de graduarnos de la secundaria nos seguimos hablando de hecho ella fué la primera persona en enterarse de que soy bisexual.. . .
- Deja de hacer eso que un día que no me vas a pegar un susto.
- ¡Verás que un día si lograré asustarte! - dijo convencía de ello.Camila “ El demonio de Tasmania” y su gran hiperactividad y su conducta alocada.
- No lo lograras, deberías rendirte de una vez - ya me ha tratado de asustar así 46 veces, contadas.
- Qué si lo lograré tu solo espera.
- Que no.
- Que si.
- Que no.
- Que si.
- No.
- Si.
- No.
- Si.
- No.
- Si.
- Si.
- No, espérate ¡Mierda!
- ¡Ji ji ja! te gané, ahora acepta que no lo vas a lograr
- !Nunca! - Dijo ella con un pucheroEstaba tan metido en nuestra infantil pelea que no me fije que alguien había llegado al lado de Camila y se estaba riendo de la escena que acabamos de montar.
Era una chica con ropa gótica con el pelo atado en una coleta y con un flequillo de medio lado, su cabello era castaño con las puntas azules, tenía varios piercings en la oreja
y un tatuaje en la muñeca que no se veía mucho debido a las rejillas que llevaba en los brazos.- Hey demonio de Tasmania ¿quién te está acompañando?
- Ah ella, ella es Rebeca es una nueva amiga que hice en la universidad, me choque con ella cuando iba a comer, ella me ayudó a levantar y le empecé a hablar y así fue como nos hicimos amigas.
- Bueno Camila tampoco era para que le tuvieras que contar todo con lujos y detalles.
- Ahora que lo pienso ustedes se llevarían muy bien, los dos son unos serios sociables cuando les da la gana que es prácticamente casi nunca, les gustan los deportes, aman la música, son muy inteligentes pero muy flojos, además que ambos estudian biología solo que tú estudias biología y geología y ella estudia biología marina y hace cursos de zoología.
- Gracias por contarle mis gustos a un extraño si quieres ya que estamos cuentale tambien mi vida y donde vivó - Respondió la gótica con sarcasmo, me recuerda a alguien.- ¡No es un extraño, es mi mejor amigo!
No se ni como o en qué momento llegó Juan con los mokas y la tarta. Él y la gótica se quedaron estáticos, creando un ambiente un tanto incómodo.
- Sabes si se conocen de algo - le susurre a Camila
- No sé pero fijo que se odian, me lo juego.
En eso Juan por fin habló quitando el incómodo ambiente que se había formado segundos atrás.
- ¿Chica gato?
- ¿Juana la cubana?
- ¡Chica gato!
- ¡Juana!Ellos corrieron a abrazarse mientras el demonio de Tasmania y yo estábamos con cara de sorprendida.
- ¿Chica gato? - dijo ella con cara extrañada.
- ¿Juana la cubana?- Dije yo imitando a mi mejor amiga.
- Esperen, ¿se conocen? - se atrevió a preguntar la pendeja a la que llamó mi mejor amiga.
-Claro, chica gato es mi mejor amiga de toda la vida, la conozco desde que tengo memoria porque éramos vecinos.
- Sigo sin entender por qué el chica gato - dijo la gótica volteando los ojos- ¿ Y por qué Juana la Cubana ?
- Touche. En fin a todas estas ¿tu quien eres? - me preguntó la gótica volviendo a su cara seria.- Oh perdón, no me presente soy Ulises, Ulises Lorenzo.
- Bueno como dijo la loca de Camila soy Rebeca.
- ¡Oye! - se quejó Camila
- Y Juan ella es Camila, Camila él es Juan mi mejor amigo.
- Juan, solo voy a decir algo, amo tu falda.Hellooo peopleeeee aquí les traigo el cuarto capítulo de Nuestra bonita casualidad quería decirles que esté capítulo lo creé con ayuda de mi mejor amiga (por no decir que casi que lo escribió todo ella sola debido a que es la presentación de su personaje, tiene derechos) espero les haya gustado, a mi opinión este capítulo me gustó mucho ¿ Que opinan ustedes ?
A ver el dato curioso de hoy es que en la vida real (osea fuera de la historia) la persona en la que me inspiré para crear al personaje de Rebeca es mi mejor amiga ( y sí ella fué la que me ayudó a escribir este capítulo ), además de la que me dio el nombre para la historia y me ayudó a desarrollarla, además de apoyarme y ayudarme en lo máximo que puede con la historia, es la mejor amiga más increíble que he podido tener. Ella y Juan son mejores amigos en la realidad y la personalidad de Juan es una mezcla de las personalidades de los dos, y gracias a eso nos hacemos bromas sobre que está orgullosa de que Juan haya seguido sus enseñanzas para ser sarcástico y frío.
Y gracias por el apoyo que está teniendo la historia en estos días significa mucho para mí.
Ahora sí termino mi reportaje Joaquín Maniquí, Kyoka fuera ;)
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Nuestra Bonita Casualidad
Teen Fiction¿Existe el destino? Algunas personas creen que su historia está predeterminada y otras que es todo al azar y honestamente ni uno mismo sabe. Hablar del destino puede ser común en una conversación, en la que la palabra salta de manera natural acerca...