El día en que me retaste con tu mirada, ya sabía que iba a ser entretenido
(...)
Sentí las horas como días. No sé si era yo, o Lew, que me miraba de forma mortal, pero las clases pasaron rápido. Y cuando nos tocó otra asignatura —en otro salón— Lew trató de ganar el asiento que estaba colocado igual que el que le quite, pero Hina y yo sentamos nuestros traseros primero y juro, ¡juro! que Lew soltó un gruñido. Y él terminó sentándose al lado. Y el timbre sonó y todos —incluyendo a Hina y a mi, pero no a Lew— salimos corriendo como locas, ella para ganar una mesa, y yo porque tengo que hacer pis.
—¡Date prisa, pelinegra! —escuché el grito de Hina antes de entrar al sanitario de chicas.
Un suspiro de tranquilidad salió de mis labios al desahogarme, y salí del pequeño espacio para lavarme las manos.
—¿Amaris? —casi me da un jodido infarto al levantar mi vista al espejo y ver a una rubia detrás de mi. —¿Eres Amaris?
—¿Y tú eres...? —pregunté cerrando la llave y dándome vuelta para verla frente a frente.
—Alicia. —¿Cómo en el País de Las Maravillas? —Con que fuiste tú la que puso en su lugar a ese engreído.
—¿Qué engreído? —arrugué mi entrecejo.
—¡Logan Lew, claro! —exclamó obvia.
Los chismes corren rápido.
—Ah, solo dije lo necesario. Ahora si me das permiso. —di un paso al lado izquierdo para pasarla pero ella me bloqueó el camino.
—Debes sentarte conmigo y otras chicas. Serás popular ahora.
su tono de voz era algo demandante.
—Ya tengo un lugar. —aclaré. —Con permiso. —de nuevo traté de rodearla pero ella me tomó del brazo.
—Vamos, Amaris.
ya me está hartando.
—Suéltame y hazte a un lado. —dije entre dientes.
—Amaris... Todos en este colegio tienen su lugar. Y tú no me vas a quitar el mío. Yo soy la popular, y yo debí a ver puesto en su lugar a Lew.
—Pues tardaste mucho. Y tu lugar sería la rubia caprichosa e insorportable. —aclaré soltándome de su agarre. —Hazte a un lado. —repetí.
—No me insultes, Amaris.
Trató de volver a tomarme del hombro pero fui más rápida y la tome de los hombros para acorralarla contra el lavamanos, porque si lo hacia contra una de las puertas se abriría y no sería igual, pero creo que me pase de fuerza porque cayó contra el espejo.
—No me provoques.
Intento zafarse pero puse mi brazo derecho entre su pecho y la estampe de nuevo, com poca fuerza, claro. No quiero romper el espejo y pagarlo.
—Fuiste tú quien me buscó así que atente a las consecuencias.
Su rostro era sorprendido. Miré el pequeño reloj que está en la esquina de una pared.
—Me has hecho perder cinco preciados minutos. —un "suéltame" salió de sus labios.
—¡Señorita Collins! —un chillido me obligó a ver hacia la puerta solo para toparme con una profesora.
Mierda, mierda, mierda.
Empujé a Alicia a un costado derecho para que se quitara. y una mirada de "otra ves" se notaba en la profesora. ¿Alguien más se habrá peleado?
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Logan
Teen FictionDicen que hace mucho tiempo hubo un ángel caído, que se enfrentó a un demonio y salió victorioso, a ambos se les rompieron el corazón y sus alas, jamás pudierón volver a sentir. Pero el demonio subió del infierno una vez más sólo para encontrarlo y...