Viernes trece, y quizás la lluvia llegó para limpiar tus dudas y que encontraras unas verdad.
(...)
Amaris
--De acuerdo. --comienzo a decir en el instante en que entro a la habitación de Miguel sin siquiera detenerme a tocar. --Creo que Hina me está mintiendo y que en realidad ustedes dos se pusieron de acuerdo.
Espero que así sea.
--¿De qué rayos hablas ahora? --me preguntó con su gesto confuso mientras alzaba la vista de su libro para dejar su terea de lado y prestarme atención a mí.
--Miguel, sabes que no me gusta que dejes notas así. --le reprocho haciendo una mueca, porque él lo sabe perfectamente y aún así se atrevió a hacerlo.
Él se puso de pie, pues estaba sentado en el suelo frente a una mesita en el centro de su cuarto, y dio unos cuantos pasos para acercarse a mí, precavido y con lentitud, como si quisiera parecer calmado.
--Amaris... --comenzó a decir como si estuviese procesando todo. --¿De qué nota hablas?
--Esta, Miguel. --alcé un poco mi brazo para que pudiera ver el trozo de papel entre mis dedos. --Sabes que no es gracioso.
Él ignoró lo que dije y me arrebató el trozo de papel para acercárselo muy exageradamente a su rostro y poder leerlo. Se quedó un momento quiero, dio la vuelta al papel para ver el reverso y al no encontrar nada más escrito volvió a voltearlo.
--¿Dónde es que estaba esto? --y me sorprendió mucho el hecho de que su tono de voz no era divertido como siempre solía ser. Que no sonreía como otras veces. Estaba serio, y hasta un poco tenso.
--Pegado a mi ventana... --respondí un poco dudosa. --Miguel... fuiste tú, ¿verdad?
Di que sí. Di que sí.
Mi hermano pareció pensarlo por un momento que se me hizo eterno, pero terminó negando con su cabeza.
Ay no...
--Aquí dice "mientras estuvieron encerrados" --habló Miguel después de unos segundos de silencio. --Amaris... Tengo una idea de a quién se está refiriendo, pero necesito que me lo confirmes... ¿En esta nota también se están refiriendo a... --no terminó de hablar, como si él mismo quisiera negarse a decirlo o aceptarlo.
--A Logan Lew... --dije maldiciendo en mi cabeza.
--Vamos con papá. --ordenó Miguel de forma muy seria.
Al día siguiente
Viernes trece, y el día de Logan no iba nada bien, se despertó en la madrugada, por causa de otra pesadilla, y no pudo caer en el sueño el resto de la noche, se fastidió en pensar en los problemas que Amaris le había provocado, y se fastidió más al saber que en su colegio había una reunión de padres, y pensó que tal vez el director podría informarle a su padre de aquella pequeña pelea que había tenido con Harry. Pensar en eso logró desesperarlo y, en cierto modo, angustiarlo, no quería que esa noticia llegara a oídos de su madre y el enojo que ella haría le hiciera daño al bebé. No quería dañarlo. No quería volver a cometer el error nunca más.
Viernes trece, y Logan se sentía algo extraño.
--Oye... ¿Si vendrás a la reunión? --me ánimo a preguntar antes de salir de casa para ir a la escuela.
--Por supuesto, campeón. --papá me revoloteó un poco el cabello mientras le daba un sorbo a su café. --Ventajas de ser el jefe es que puedo salir del trabajo en ocasiones como estas. --me guiñó un ojo, admito, un gesto divertido y acomodó su placa de jefe de la policía.
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Logan
JugendliteraturDicen que hace mucho tiempo hubo un ángel caído, que se enfrentó a un demonio y salió victorioso, a ambos se les rompieron el corazón y sus alas, jamás pudierón volver a sentir. Pero el demonio subió del infierno una vez más sólo para encontrarlo y...