#05 -El toque

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Porque si las personas vivieran como piensan, todo ser humano podría crear un paraíso frustrado o un infierno deprimido.

(...)

Logan

Lunes por la mañana. El fin de semana pasó en un abrir y cerrar de ojos.

Estoy en el salón de Ciencias, del colegio. Debo admitir que está es una de mis materias favoritas, pero, sinceramente, este día no le estoy prestando demasiada atención a lo que un hombre de treinta y tantos años está explicando. Solo dos cosas están en mi mente: cómo hacer que todos vuelvan a temerme e ignorarme al mismo tiempo. Y la segunda, aquella chica, algo oculta tras esa mirada de inocencia.

El timbre indicando el receso hace que alce la vista hacía el frente y vea como todos los de ésta clase salen como si su vida dependiera de ello, incluso el profesor salió primero que todos.

Me levanto de mi asiento, tomo mi mochila y comienzo a caminar tranquilamente para ir a desayunar. Pero, paro mi andar al darme cuenta que alguien olvido su mochila, hago memoria, y caigo en cuenta de que en ese lugar se sienta Amaris.

¿Cómo hacer que todos vuelvan a temerme e ignorarme al mismo tiempo? Confrontando a la causante de todo. Cortar el problema desde la raíz.

Doy pasos rápidos hasta la mochila y la abro buscando algo que pueda usar a mi favor. Y cuando estaba por darme por vencido, una libreta llamó mi atención. La saque y abrí en cualquier pagina. 

"En mi decimo cumpleaños, puse sapos muertos en la cama de todas las pacientes."

¿Un jodido diario?

"Aprovechando que todas mis compañeras se estaban duchando, puse pintura en las toallas de cada una. Salieron como si hubiesen terminado de limpiar una chimenea"

En definitiva, esto servirá. Cierro la libreta y la meto en mi mochila para después cerrar la de Amaris y dejarla como estaba. No debe tardar en buscar sus cosas, si no es tan despistada, claro. Me dirijo al comedor, y como no había tantos estudiantes como otros días fui al pateo del colegio. Lógico, en un lunes la mayoría de estudiantes estresados prefieren estar al aire libre, más con el calor que hacía este día.

Analizo con la mirada a todos los que están a mi alrededor; persona tan patéticas y aburridas. ¡Dios, has que haya un accidente para que las clases terminen!

Había unos cuantos árboles, todo era pasto verde y mesas por allá y por acá; una mesa grande con margen de cuadrado que tenía en el centro un enorme árbol, dos grandes en forma de círculo en otro lado, y dos en rectángulos un poco más pequeñas.

Amaris estaba en las de rectángulo, junto a Harry. Entonces me senté en la otra que estaba en frente. Di una mordida a mi sanwchich y saco la libreta que había metido en mi mochila hace unos minutos. Aprovecho el haberme sentado frente a ella para abrir el cuaderno con la intención de que ella pudiera verlo, y comienzo a leer fechas al azar.

"05 de diciembre. Año 2017.

Lloré como tonta y ni siquiera supe por qué. Siempre me pasa eso, lloro como si mi día hubiese sido una mierda, cuando en realidad, no sé por qué siento ganas de desahogarme"

Volteé a ver a la chica, y ella estaba sonriendo mientras hablaba con Harry. Sonreía como si no tuviera problemas. Aunque, ¿los tenía?

Me salté unas cuantas hojas del cuaderno y di otra mordida a mi comida.

"01 de enero. Año 2018.

Sentí un gran asco en mí. No sé qué rayos me está pasando. Emma dice que es normal, por los esfuerzos que he hecho para deshacerme de...

LoganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora