♥♥Capítulo 33- Táctica y estrategia♥♥

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Un viejo dicho reza: "en el amor y en la guerra, todo vale", todo depende de quienes son los jugadores, sus valores y hasta dónde son capaces de llegar. El juego puesto en marcha por Eda desde el regreso de Serkan, tiene cuatro jugadores en el tablero: Eda, Serkan, Deniz y Selin. Cada uno, a lo largo de los capítulos que sucedieron al accidente de Serkan, fueron revelando su juego y sus intenciones con la claridad de una luna llena. Sin embargo, del único que no tenemos en claro que es lo que está planeando es Serkan, quien es un estratega innato. Las acciones que llevó adelante en este capítulo, dejaron muchos interrogantes no resueltos, que iremos descubriendo en el desarrollo de los próximos episodios. Por el contrario, Eda puso en marcha las tácticas que sabe con certeza que mueven y trastocan el balance de Serkan, es decir que, a través de los sentidos, Eda se acerca dejando huella en su mente y corazón. En efecto, los diálogos entre ellos dejaron mensajes entre líneas, como también las acciones y puestas en escenas traen simbolismos intensos, que vale la pena desentrañar su significado.

♥En el inicio del capítulo, Serkan y Eda son encontrados abrazados y durmiendo en la cabaña por Selin y Deniz. Selin comienza a hacer un escándalo y a culpar a Serkan por haberle hecho un desplante en su cumpleaños (tal es que Serkan no recordó nunca su cumpleaños, y que esta vez fue Deniz quien lo puso en sobre aviso). Serkan se siente culpable por esto (si no fuera así, no le daría ninguna explicación). Selin entra de nuevo y le dice a Eda que sabe lo que planea, pero fallará, que ella obtendrá lo que merece (y de verdad es así, porque su obsesión hará que termine acorralada y expuesta de una manera inimaginable). Eda le responde que ella no hizo nada por lo que tenga que disculparse, y que si fuera así tampoco lo haría (Selin siempre fue grosera y trató de manera humillante a Eda). Deniz le pregunta si Serkan recordó y si su juego ayudó, y Eda lo mira con desconfianza y le responde que no sabe (Eda desconfió, en primer lugar, que lleguen juntos, en segundo lugar, que Selin le diga que sabe lo que trama, y luego que le pregunte si Serkan recordó). A todo esto, Selin se va enojada y sin obtener lo que desea (como lo hará efectivamente de la vida de Serkan, a su debido tiempo) y Eda le pide a Deniz que la deje sola (será la misma Eda quien saque de su vida a Deniz, al revelarse su verdadero yo), quedan Eda y Serkan solos nuevamente.

♥A la mañana siguiente, Eda y Serkan se encuentran en un semáforo de camino a la oficina (la línea de partida y el destino es igual para los dos), la diferencia radica en la forma de recorrer ese camino. Sabiendo que el auto simboliza la forma de moverse en la vida, Eda ha cambiado al "Tío" por un auto de alta gama, como símbolo de crecimiento personal y profesional (ya no es la misma Eda que conoció Serkan en un principio), de color rojo (símbolo del amor y la pasión). Eda llega al semáforo y se pone a la par de Serkan (esto es "estoy a tu altura, este es mi lugar, a tu lado"), y cuando abre el semáforo Serkan avanza primero sin conocer la audacia de Eda, y ella lo toma como un reto (cosa que también sucede constantemente en la oficina, cuando Serkan quiere entrometerse en las formas de hacer de Eda "enseñándole" como proceder, sin reconocer que los métodos de Eda también son válidos y propios de su personalidad). Eda acelera y lo rebasa (la velocidad en la que Eda va simboliza su avance en la vida, libre y sin ataduras), y Serkan que está atado a las reglas intenta mantener la cautela, y la llama por teléfono para preguntarle qué es lo que hace (quiere hacer que Eda siga las reglas como él, pero una vez más ella no lo obedece), acelera y se pone a la par, y Eda acelera más y se le escapa (Serkan debe romper las reglas y las estructuras de su mente y de su vida para alcanzar a Eda), queda Serkan yendo tras Eda una vez más.

♥Cuando llega Serkan a la oficina, Eda lo está esperando apoyada en su auto y con un vaso de café en la mano (símbolo del tiempo que le tomó a Serkan llegar a destino), Serkan le dice que hubo atascos en el tráfico (símbolos de los inconvenientes que se presentan en el camino hacia la meta), Eda le dice que no los hubo (según Eda, son excusas) y que hubo un ganador honesto (en la carrera del amor Eda siempre ganará por su experiencia, y será Serkan quien deberá aprender), a lo que él responde que no quería competir. Eda le dice que él sí quería y que lo piense dos veces antes de competir con ella (Eda sabe que Serkan no entra en un juego que no pueda ganar). Habiendo citado la fábula de "La liebre y la tortuga", Serkan le recuerda que es la tortuga quien gana la competencia (en referencia a la comparación que hizo Eda con respecto a su lentitud), ella le pregunta "¿tenemos un cuento de hadas Serkan Bolat?" a lo que él responde que los cuentos de hada son para hacer dormir a los niños (ya le había dicho que no son niños en el capítulo 31, cuando Eda recibe los globos en San Valentín), entonces ella le dice que no, que los cuentos de hada son necesarios para que los niños crezcan con historias maravillosas pero que él no entiende (Eda le recuerda que no ha aprendido a ser niño, perdiéndose de todas las maravillas de vivir y sentir a través de la inocencia), entonces pasa por frente a él casi rozando su mejilla con su nariz, impregnando su olor y descolocándolo nuevamente, a lo que dice en voz alta "huele delicioso" (el sentido del olfato es el potenciador del amor, cuando se está enamorado el aroma del ser amado nos genera una respuesta automática emocional, que se relaciona con la atracción y la sexualidad, juega un papel determinante en el acercamiento y el deseo), y si recordamos cada encuentro íntimo que ellos tuvieron, siempre se sintieron a través del aroma.

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