∆conociéndonos∆

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A Coruña, 1898 

Solo le faltaba poco para llegar a su destino, pero claro, todo estaba en contra de ella que empezó a llover a cantaros y peor aún, si eso se puede, no llevaba un paraguas ¿Podría esto ser peor? Ah... cierto ¡Iba a llegar tarde en su primer día de clases!

Luego de un par de minutos llegó a su nueva escuela, al entrar pudo visualizar a unas monjas barriendo, sin saludar ni nada fue a buscar información de que salón le tocaba ¿Por qué las letras tenían que ser bien pequeñas? se preguntó ella misma al tener que esforzar su vista  y poder encontrar su apellido. Al ya poderlo encontrar se iba a dirigir al supuesto salón; sino fuera por haberse chocado con unos paragüeros completamente llenos, pues claro, era la única estúpida que lo había olvidado, sin que ni una hermana lo notara le dio una pequeña patada para que se cayera uno de ellos provocando así un estruendoso ruido, al final quiso recogerlos pero escuchó como pasos se acercaban a ella gritando un "¡Quien anda ahí!

- No por favor, no un regaño ahora- como pudo se fue corriendo de la escena de crimen para luego aligerar el paso al ver que ya nadie la seguía, lo que menos quería es que el primer día llamaran a sus padres- 

¿Dónde estaba? ni idea, se había ido corriendo por cualquier pasillo que había pillado, la mejor idea sería preguntar ¿Pero para qué? ¿Para que se rían de ella por estar empapada? no gracias, su única opción fue caminar por los  pasillos del instituto, algunas hermanas o alumnas la ojeaban por el modo en el que vino, parecía un perro mojado en busca de un hogar, o al menos ella pensaba eso de si misma. 

La pequeña de  cabello lacio escuchaba como alguien se empezaba a acercar a ella y por instinto se detuvo, esperando tal vez un poco de compasión, pero no, la chica alta simplemente la ignoró y siguió su camino.

- ni en una escuela de monjas se tiene personas consideradas- susurró para sus adentros la pequeña que cada vez sentía más pesada su falda por lo mojado que estaba- 

Solo bastó de unos pequeños segundos para que la mayor diera vuelta y la viera, una chica de cabello rubio con su ropa que parecía como una sopa por la intensa lluvia ¿En serio se olvidó su paraguas? se preguntó la mayor en sus adentros, pero lo que mas le intrigaba era que nunca en su vida estando en este colegio la había visto, estaba mas que segura, entonces sin rechistar se acercó a ella.

-¿Estás en primer curso?-

-Pero he estado enferma y me he perdido los primeros días- le respondió la pequeña sin mirarla a los ojos-

-Pues como no te seques pronto, vas a volver a enfermarte. Ven- se dio vuelta y empezó a dirigirse al baño- ven- volvió a decir al ver que la rubia ni se movía de su sitio-

Ya en el baño la mayor tomó los cuadernos que llevaba en la mano la menor para poder darle más facilidad de sacarse su abrigo y secarse, las dos por ratos chocaban miradas con una sonrisa en el rostro, los primeros minutos fueron silenciosos, ni u...

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Ya en el baño la mayor tomó los cuadernos que llevaba en la mano la menor para poder darle más facilidad de sacarse su abrigo y secarse, las dos por ratos chocaban miradas con una sonrisa en el rostro, los primeros minutos fueron silenciosos, ni una de las dos sabía que decir para comenzar una conversación.

↦Aurora y Renata↤ rebornplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora