Capítulo V: Honestamente quiero besarte

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Alba

17 de junio, 11:00 pm en la fiesta de bienvenida

El viaje me ha tomado por sorpresa pero "aquello que no esperas podría ser de lo mejor que te podría pasar".

La verdad es que el viaje en avión me ha dejado un poco cansada, pero vale la pena para conocer una de las ciudades de las que siempre me he enamorado. Conocer París es una de las cosas de las que siempre soñé hacer; París es una ciudad tan romántica, amo sus paisajes, su gastronomía y el acento francés si os soy sincera —no quiero oír comentarios en plan "te parece atractivo el acento de Marc" y más cosas así—.

París es mucho más hermoso en persona; ver sus paisajes llenos de encanto te hace sentir como en un sueño y te olvidas de que estás en un viaje de trabajo. Este es de esos viajes que siempre he querido hacer, pero sólo hasta ahora he podido hacerlo.

Durante toda la mañana la pasamos en entrevistas así que no he tenido tiempo para descansar, pero Enrique ha decidido "salvar el día" invitándonos a una "fiesta de bienvenida a Francia" para recargar energías para la sesión fotográfica de el disco que es mañana —son fotografías distintas a las de la cubierta del disco—. Tengo la fortuna de que todos los periodistas hablaban español en la entrevista —creo que esta es otra señal para aprender inglés—, me la pasé bastante bien en la entrevista y eso me hace querer disfrutar de esta fiesta.

La fiesta comienza a estar en su mejor punto así que debo dejar de pensar sólo en el trabajo; después de todo me llaman "la reina del baile" y debo mantener mi título —también fuí reina de mi colegio, pero eso ya es historia de hace siglos, así que no es importante por ahora—.

Suena mi canción favorita y salgo con ánimos a la pista de baile

En este país soy algo desconocida pero dicen que "la música es un lenguaje universal" y los parisinos me han acogido de una forma increíble. Las personas son bastante amables y eso lo aprecio muchísimo; me gusta pensar que lo que hago llegará a varios rincones del planeta.

Comienzo a bailar tranquila como todos aquí hasta que veo como el foco de atención se centra en dos personas: Marc Garnett y yo. Quiero mantenerme tranquila en momentos como este, debo simplemente hacer un esfuerzo por ignorarlo.

Marc trata de bailar conmigo pero esta vez no quiero cumplir los deseos del público —el público es como tener hijos a los cuales no puedes darles siempre lo que quieren para no crear algo negativo en ellos—. Soy libre de lo que hago y a veces es mejor dejar al público con ganas de más para que esto no sea contraproducente.

Trato de distanciarme y él me detiene siendo sutil para no generar falsas noticias.

—¿No quieres darle al público lo que quieren?—me pregunta en un tono coqueto.

—No bailaré con quien no quiero. —Me voy alejando de la pista dando pasos más largos que de costumbre—. No sé qué pretendes conmigo, pero a lo que sea de tí diré que "no"; no has cambiado para nada, eres el mismo.

Ella se llama Alba Prada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora