Aún sintiendo sus besos, aún con el amor que seguía teniendo por mi esposo, sentí un desagrado en lo mas profundo de mi pecho; era dolor, un dolor que punzaba en el centro de mi corazón... ¿A caso así es el sabor de la traición? Ahora el sabor de sus besos era distinto, en su cuerpo ya estaba impregnada la escencia de ella, de esa mujer que no tuvo compasión por mi matrimonio, que aunque aun no haya visto su rostro ni sepa su nombre, ya la estoy maldiciendo. Pero más que maldecir a las personas que hirieron mi corazón, me maldigo y culpo a mi misma... Sé y soy conciente de que no hice nada malo desde el principio de nuestra relación, sé que lo cuidé lo mejor posible y le di las mejores atenciones porque yo misma prometí hacerlo el día que decidimos unir nuestras vidas, le di amor, cariño y respeto pará cuidar que esa dulce sonrisa de la cual me enamoré, nunca se apagara.
Ahora me doy cuenta de que no fué suficiente, que por más que me esforzara y esmerara en hacerlo feliz, tal vez hubo algo en lo que siempre fallé, tal vez mi cuerpo no era lo que el deseaba en la expectativa de una compañera para su vida o quizá el disgusto ante la notable falta de experiencia a la hora de intimar.Mi cuerpo temblaba y mi corazón ardía mientras me invadían aquellos pensamientos, en ese momento lo único que deseaba era dejar salir mis lágrimas y gritarle a Naruto "¿Por qué me hiciste esto?" Quería expresarle todo el dolor que sentía y hacerle saber lo mucho que me había dañando.
- ¿Pasa algo Sakura-chan?- su voz desvaneció la nube negra en la que me encontraba.
No habia notado lo perdida que estaba en mis pensamientos, ni que habia dejado de corresponder el beso de mi esposo hasta que él me habló. Dirigí mi mirada hacia la suya mientras fruncía el seño ligeramente.
-No es nada... Solo recordé que tengo unos pendientes que debo atender ahora. - respondí con seriedad.
- Hm... Ya veo, pero dime, ¿Todo está en orden, amor?- indagó.
- Conmigo todo bien - dije a secas - ¿Y tú? ¿Te sientes bien así? - pregunté con notable filo en mis palabras.
- ¿Por qué la pregunta? - respondió con nerviosismo.
- Por nada, olvídalo.- dije soltando un suspiro para mantener mi compostura, liberandome de su cercania y dándome la vuelta - te veo en un rato más cuando llegue a casa.
Al entrar a la oficina del Hokage para archivar unos documentos, noté que él no se encontraba dentro, su oficina estaba algo desordenada, suspiré y pensé que para disipar los malos pensamientos lo mejor sería que me distraiga realizando actividades simples, así pues me dispuse a ordenar todo el lugar. Al cabo de unas horas escuché la puerta abrirse; dirigí mi vista hacia ésta mientras lo veía entrar, sentí como mi semblante cambió y mis ojos se abrieron más, era como si se hubiera iluminado la habitación completa con su presencia, o al menos así lo sentí yo...- Fuí a tratar un asunto sobre una misión especial y de paso traje algo para el almuerzo, espero que te guste Sakura-chan. - comentó el hokage en un tono de voz relajado.
- Gracias Minato-sama, que considerado- respondí con agrado.
- Solo lo mejor para mi asistente - sonrió mientras se acercaba a mi lado y ponía la comida sobre la mesa - ¿Como estás? ¿Que tal va tu día? - preguntó mientras al mismo tiempo que pasó su mano por mi cintura y me atrajo hacia él.
- Está todo bien, es un día muy tranquilo - correspondiendo su cercanía, le acaricié la mejilla y le dediqué una sonrisa - ¿Y tu día que tal?
- Perfecto desde ésta mañana - mostró una sonrisa mas expresiva para después besar mis labios de forma lenta, debo agregar que de igual manera fue relajante.
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El Sabor de lo Prohibido
FanfictionTras darse cuenta del engaño de su esposo, Sakura encuentra apoyo en su suegro y algo más...