El Sabor de lo Prohibido

La ilusión de mi mundo ideal

Sakura:

Hoy comienza un día tranquilo; lo único que irrumpía la paz del silencio en mi casa era ese sonido chillante emergiendo de la tetera sobre la estufa. Me encontraba terminando de preparar la fruta cortándola cuidadosamente sin temor al lapso temporal, puesto que aún nadie despertaba. El eco que se esparcía en la amplitud de mi hogar era inmenso, a Naruto le encantó esta casa desde que la vio, no obstante, en mi percepción el habitar un lugar así me llenaba de cierto vacío interno difícil de explicar.
Con una bandeja llena de desayuno subí las escaleras y caminé hasta la habitación principal, abrí la puerta de un leve empujón y entrando ví a Naruto ya despierto concentrado su teléfono, ni siquiera se percató de mi entrada a pesar de haber ocasionado ruido.

- Aquí está tu desayuno, cariño - dije sentándome a su lado con la bandeja en mano.

- ¡Sakura! - exclamó dando un pequeño salto sobre si - ¿P-por qué no avisas cuando llegas? Me asustaste - cuestionó nervioso al mismo tiempo que guardaba rápidamente el celular en su bolsillo derecho.

- Hice ruido al entrar, pensé que te darías cuenta - respondí con una mirada seria al notar su comportamiento.

- Bueno, no importa ¿Podrías alistar mis cosas? ésta tarde debo salir a una misión. - habló para después tomar los palillos y comenzar a comer lo que le había preparado.

- ¿Otra vez?- solté un suspiro- Naruto tu padre ya te está cargando mucho el trabajo, ya solo estás aquí unas dos veces por semana y te extraño mucho, sabes.

- Lo sé Sakura, pero ¿qué quieres que haga? Es mi trabajo y lo que me manda a hacer el Hokage, no hay de otra. - comentó despreocupado encogiendo sus hombros mientras seguía degustando el desayuno.

- Ya entiendo, aun así, deberías hablar con tu padre, llevamos años de casados y hasta hace dos años se le ocurrió cargarte el trabajo, justo cuando teníamos planeado tener familia. - comenté molesta.

- Lo haré, hablaré con él.

- Bien - me puse de pie dispuesta a salir de la habitación.

- ¡Hey! ¿A dónde vas?

- A la cocina. - respondí seria con la mirada hacia al suelo.

- Ven aquí. - habló tranquilo.

Dejo salir nuevamente un suspiro con el semblante serio, doy la vuelta y camino hacia él, lo veo sonreír al llegar a un lado de la cama, siento como toma mis caderas y me alza sin problemas para sentarme sobre sus piernas, viéndolo de frente veo esa sonrisa de la cual me enamoré y así expreso una leve sonrisa sin poder resistir más para besarlo, mis labios encajan perfectamente en los suyos y rodeo su cuello con ambos brazos, siento sus manos recorrer mi espalda hasta llegar a mi falda y levantarla un poco para darse paso a tocar más a fondo parte de mi entrepierna deslizando la palma de su mano por detrás mío.

- hmm... Sakura-chan, esa falda te queda muy bien...

Hablaba entre nuestros besos mientras yo sentía como hacía a un lado mis bragas para después sentir los movimientos de sus manos en su bragueta dejando salir su erección, pronto pasó sus manos por mis piernas y caderas hasta llegar a la orilla de mi blusa, subiéndola para así despojarme de ésta, tomó mis caderas y las movió de atrás hacia adelante con un poco de mi ayuda, rozando mi intimidad con la suya. No me pude contener, el estar cerca de él siempre me resultaba sentir tan plena físicamente, al final solo bajos suspiros de ambos recorrían toda la habitación, Naruto besaba con deseo mi piel desde mi cuello, deslizándose hacia abajo y yo simplemente me dejaba llevar entregándome al momento hasta que su teléfono sonó...
Naruto lo tomó y al ver de quien se trataba inmediatamente me apartó de él y salió de la habitación para contestar, yo completamente confundida de lo que estaba pasando, me levanté de la cama, me vestí y caminé en círculos unos segundos hasta que, calmándome más, puse atención a su voz, y al acercarme a la puerta noté que estaba murmurando.

- ¿Qué? ¿Estás loca? No puedo irme ahora, estoy con Sakura... - exclamó en voz baja un tanto nervioso - iré hasta en la tarde como acordamos, a parte a ella ya le están resultando mal mis salidas... No diré más, iré a verte hasta la tarde.

No había duda en que había algo mal en todo ésto, pero por momentos pensé que tal vez mi mente me hacía una mala jugada, quizá solo es un mal pensamiento, Naruto no sería capaz de hacerme nada malo, realmente lo dudo, él no es así. Escuché sus pasos aproximarse e inmediatamente me regresé hasta la cama simulando que apenas me estaba poniendo la blusa, él abrió la puerta y se acercó de nuevo a mí para disculparse alegando que era una llamada importante sobre la misión, yo no dije nada, solo asentí y él se acercó intentando besar mis labios apasionado pero, por la razón de mis dudas, no me sentí bien para continuar, en ese momento mis ojos se cristalizaron aún ante la duda de que lo que en realidad pasaba era algo más, pero no me permití escapar una sola lágrima, primero tendría que investigar.

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Hasta aquí el primer capítulo de ésta historia.

Gracias por leer 😘