Ojos Grises - Mikasa Harem (Original) (EN PAUSA)

🌯CAP IV🌯

❝Para superar a los monstruos, debes estar dispuesto a abandonar tu humanidad❞

–Armin Arlert

Capítulo dedicado a twexky y g15531, ¡Muchas gracias por votar hermos@s! ೫♡⃕ 

GENTE PERDÓN POR DESAPARECER, SE ME HABÍA ELIMINADO LA CUENTA 👎👎👎

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Mikasa se hallaba corriendo hacia Eren, quien no se había hallado en la mansión Azumabito después de darse cuenta.

-¡Eren!

Él guardó silencio por un momento, mientras se secaba las lágrimas que anteriormente habían emergido.

-Mikasa...- la chica lo miró- ¿Por qué te preocupas tanto por mí?

La Ackerman se mostró confusa.

-¿Es por que de salvé aquel día? ¿O por que soy tu familia?- hizo una pausa- Mikasa... ¿Qué soy para ti?

Los labios de la Ackerman empezaron a temblar, mientras un intenso color carmesí invadía todo su rostro, sonrojándose.

-E-eh...-no sabía que responder. De verdad, de verdad quería que él supiera sus sentimientos, pero ni ella lo tenía muy claro. No sabía que decir, así que optó por la ya conocida muy pésima opción- T-tú- tartamudeó- E-eres, mi familia...

Eren guardó silencio, algo decepcionado.

¿De verdad era solo su familia?

¿Eso quería decir que no lo veía como algo más como él la veía a ella?

Se sumió en sus pensamientos, aturdido.

Él haría todo por Mikasa, dejaría el retumbar al lado por ella.

Cancelaría todo, si ella le correspondía sus sentimientos, para escapar, vivir en una cabaña ambos solos alejados del resto del mundo, y vivir felices y en un amor mutuo hasta el resto de sus días.

Tragó saliva, conteniendo las lágrimas. Ojalá hubiera sido posible

"Estoy seguro de que ella es mi alma gemela...irremplazable, única y bella como una hermosa flor en el prado, la más bonita, perteneciendo mi lóbrego e inútil corazón tan solo a ella... pero tal vez yo no sea la suya"

En ese instante un hombre amable de Liberio interrumpe el momento, ofreciendo dos bebidas para ambos.

-Acompáñennos adentro- sonrió con los ojos cerrados. 

Una cosa llevó a la otra. 

Todos se hallaban borrachos. Y en el centro, específica y tiernamente, dormidos, Eren y Mikasa, apoyados ambos entre si. Sus cabezas estaban juntas, y Mikasa se notaba ligeramente sonrojada. Era un momento tan cálido...

Se veían hermosos juntos. 

Eren abrió sus ojos suavemente y la miró de reojo, mientras una pequeña sonrisa que no pudo controlar se dibujó en su rostro. Rápidamente la disimuló, mientras volvía a su genio normal.  De repente, sus labios empezaron a temblar.

Mikasa...

Armin, Sasha, Jean, Connie, Levi, Hange, Historia...

Pensar que podrían morir cuando lo activara.

Cuando activara el Retumbar.

Tragó saliva.

Todo por la libertad y felicidad de sus amigos ¿Verdad?

Quería un mundo libre de titanes.

Y comprendía para que ello fuera necesario era importante el retumbar y su sacrificio.

Cerró los ojos conteniendo las lágrimas, para después levantarse.

Salió de la carpa para ver el cielo estrellado, y mientras lo admiraba, se percató de algo.

Mikasa caminaba hacia él algo somnolienta, fregando sus cansados ojos con suavidad.

¿Sería capaz de verlo con los mismos ojos a pesar de cuando sean revelados sus planes?

Era algo que invadía su mente constantemente.

-Yo la amo...- pensaba el Jaeger- pero no puedo ponerla en riesgo. No debo involucrarla en esto. 

-Mikasa- habló sin voltear- regresa a la carpa.

-¿Uh?... De acuerdo...- la pelinegra confusa se dió media vuelta para dirigirse a entrar hacia ella, cuando Jean se levantó.

-¿M-mikasa?- sonrió ebrio- ven aquí- pronunció algo coqueto, pero muy evidentemente, borracho.

-No.

-¿Uh? ¿E-es por Eren? ¿Ustedes se gustan o qué?- su voz se notaba algo afligida.

-¿Q-qué dices? Estás ebrio, recuéstate de nuevo.

- Si en vez de este tonto- señaló a Connie- fueras tú, c-con gusto- sonrió una vez más mientras se tambaleaba.

-En tus sueños, Jean.

-Vamos Mikasa, por favor, desde la cena no me has dado ni una sola oportunidad.

- Dije que no.

- Por favor... te juro que soy mucho mejor que ese maniático.

-¿A quién dices maniático?- el peli-café entró en la carpa con evidente molestia- Mikasa te dijo que no, solo acuéstate en el piso y déjala en paz.

-¡Ah! ¡¿Quieres pelea?!- Un Kirschtein ebrio se coloco en una muy desequilibrada posición para pelea, con los puños en el frente.

-Ya no estamos en nuestra época de reclutas, ¿Sabes? Déjala en paz de una vez, o te obligaré a hacerlo- chasqueó la lengua.

-¿Ah, de verdad?- Jean sonrió totalmente borracho y tambaleándose una vez más- ¿Y qué harías... si pasara esto?- tomó a la bonita pelinegra por la cintura y la acercó a él, para darle un apasionado beso, mientras un Eren observaba a ambos apretando los puños tratando de reprimir su repentina ira y guiado por su furia y sorpresa, al mismo tiempo que una confundida y sonrojada Mikasa trata de alejarse del contacto.

¿Qué es lo peor que podría pasar?