Ojos Grises - Mikasa Harem (Original) (EN PAUSA)

🎀CAP VI🎀

❝¿Siempre quieres vivir escondida detrás de la máscara que pones por el bien de los demás? Eres tú, y no hay nada de malo en eso❞

-Ymir

Capítulo dedicado a thecrazy-forever y woopsx0☹💘💘 gracias x votar<33 

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-¿Mikasa? ¿Uhh?...-guardó silencio- ¡MIKASAA!- una chica de cabellos marrones chillaba impaciente- ¡Mikasa! ¡Despierta!

-¿Sasha?- la pelinegra frotó sus ojos somnolientamente- ¿Qué...- a su mente solo le vino aquel momento aquella noche interior que colocó su corazón a mil latidos por hora, tornando toda su cara de un color carmesí- ¿Qué pasa?- terminó por decir cortantemente mientras giraba su rostro.

-¿Uh? ¿Por qué actúas así?

Mikasa le dirigió una mirada incrédula.

-¿No recuerdas nada?

-Solo recuerdo haber vomitado- sonrió divertida.

-Ah... Ugh, bueno, de todas maneras no es nada relevante- susurró.

La Ackerman se levantó, sacudiéndose.

-Vamos a caminar.

Ambas chicas se hallaban tomadas de la mano, caminando sobre una colina, y al parecer Sasha ni siquiera se había dado cuenta de lo nerviosa que estaba tornando a su amiga con aquel contacto.

-Fue una noche totalmente alocada- miró hacia el celeste e intenso cielo la apellidada Braus- ¿Verdad?- rió.

-Definitivamente-murmuró la otra.

-¡Hey, mocosas!

-¿Capitán Levi?- volteó rápidamente Mikasa.

Ambos tuvieron un prolongado contacto visual, siendo cortado por el mayor.

-Bajen ahora. Tenemos mucho que hacer.

Mientras las reclutas seguían su orden, y después de que hubieran abandonado la zona, el Ackerman tapó su ruborizado rostro con su mano, dejando un espacio entre ella para hacer visibles ambos ojos.

-Mierda-murmuró fastidiado- Ugh... esa mocosa es realmente linda.

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-Mikasa...

-¿De verdad necesitas hacer esto, Eren?

- Es por el bien de Eldia. Por... nuestra libertad- pronunció fríamente un peli-café

-Aún así...

-Yo sé bien lo que hago. Ugh...Ustedes estarán bien, ¿De acuerdo?

-¿Fue por aquel discurso? Entiendo que estés molesto, pero es muy común oír ese tipo de razonamientos si estamos en la nación enemiga, solo...

Eren tapó su rostro, suspirando.

-No es... No es principalmente por ello, Mikasa... tienes que confiar en mí, ¿De acuerdo?

-Y-yo...- la voz de la fémina cada vez se oía más evidentemente rota- E-eren... Después de vivir casi toda mi vida a tu lado, ¿Esperas que en serio te deje quedar aquí fingiendo ser un prisionero de guerra?

-No tenemos tiempo. Estamos en la mitad de una guerra, y no puedo desaprovechar ello. Todo esto es planeado, joder- reparó con frigidez.

-¡No puedes pedirme esto Eren!- exclamó la chica.

-Pero lo estoy haciendo.

Ambos se miraron un prolongado momento invadido por el silencio, sin decir palabra. Eran suficiente sus rotas miradas que se abrazaban mutuamente, mientras que de los temblorosos labios de la joven no podía salir siquiera palabra.

Conocían bien las consecuencias de todo ello. Pero el sutil silencio era mucho más que inútiles explicaciones.

¿Por qué pasaba esto?

Fue entonces cuando Mikasa abrazó repentinamente al chico con fuerza, como si no quisiera que se despegara de ella nunca. 

Y es que no quería. No quería que una de las personas a quienes más amaba se arriesgara de aquella manera durante meses, o incluso años. 

El suave y dulce aroma a rosas de Mikasa se unía en armonía junto a la esencia cítrica pero dulce de Eren, formando un solo aroma. La sutil fragancia mixta de lo que daría paso a dos corazones rotos que son correspondidos, el de dos almas embriagadas por el dolor de la crueldad del mundo.

El pelicafé miró afligidamente a la muchacha, quien lo abrazaba por la cintura, siéndole visible tan solamente su negruzco y sedoso cabello corto, y acarició su cabeza, totalmente roto. De verdad deseaba estar con ella. De verdad deseaba hacerla feliz.

Pero para ella él era tan solamente su familia ¿Verdad?

Y aunque le doliese, ante todo, pondría la felicidad de ella primero. La libertad de Mikasa. 

Aunque fueron unos momentos, ambos sintieron como si pasaran años envueltos una calidez de la que no se querían despegar nunca, antes de la tragedia.

-

-Te amo, Mikasa.

Ojalá lo hubiera pronunciado. Pero esas palabras siempre habían permanecido y quedado en la mente y culpa del oji-verde. 

Hacía todo esto porque la amaba. 

Porque siempre la amó.

...¿Cómo Cupido podía ser tan cruel?

-Es momento de irme- pronunció finalmente el muchacho, despegándose con un dolor inédito en el pecho por aflicción.

Mikasa solo pudo observar como se alejaba hacia su tarea, mientras encogía sus labios y las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

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La chica observaba el cielo, tomando su brazo derecho con la mano.

¿De verdad había necesidad de todo esto?

¿Por qué simplemente no podían ser felices?

¿No eran demasiado jóvenes para todo esto?

PERDÓN POR EL CAPÍTULO CORTO Y NO ACTUALIZAR, la verdad es q mi vida se ha ido a la vrg4, realmente no me siento bien, cada día es peor, perdón por no actualizar.

Los quiero mucho, gracias por leer;)<3