Azura Pov's
- Bien, ¿Qué querías Joyce? – dijo Apolo mientras caminaba de nuevo a su computador y yo lo seguía de cerca como perrito faldero, cuando me vio que estaba detrás de él, sonrió y coloco otra silla a un lado para mí
- Quería saber si habías encontrado algo de Azura – respondió y lo miré, le regale una sonrisa, sé que no fue su intención sorprenderme de esa manera
- Pues no – bufó Apolo – Es demasiado difícil encontrar su información – me miro y me dio una sonrisa reconfortante – Necesitare un poco más de tiempo, ¿me lo concederías? – asentí eufórica como niña pequeña
- ¿Nadie de esta familia me escucha? – bramo el castaño desde el otro extremo de la habitación – No sabemos de dónde viene o quien mando a esta chica, pero al parecer a ustedes los mueve una mujer bonita. Ni siquiera sabemos si nos está diciendo la verdad, ¡pero ninguno está escuchando nada! – levanto los brazos de manera dramática y salió enfurecido de la habitación
Apolo y Joyce se vieron el uno al otro y después me miraron a mí, sé que Ares tiene razón en lo que dice, no estoy segura de a que se dedican pero por lo poco que he escuchado, me di cuenta de que tienen que ser muy cuidadosos, y que uno de tus hermanos traiga en brazos a una chica inconsciente del bosque y que diga que no recuerda nada es muy poco fiable.
- Sé que tiene sus razones para no confiar en mí, yo tampoco lo haría si estuviera en su lugar, así que los entiendo – los miré y les sonreí un poco mientras caminaba hacia la puerta – No sé muy bien que hagan para ganarse la vida, pero les aseguro que no soy una espía o algo parecido, tampoco les he mentido respecto a que no recuerdo nada, porque de verdad no lo hago – suspire – Hoy que me levante en una recamara completamente desconocida, sin recordar a mis padres, o si tengo hermanos, sin recordar que hacía para ganarme la vida e incluso sin recordar que fue lo que hice ayer, es demasiado frustrante y no sé cómo manejarlo, así que agradezco que me quieran ayudar, pero si los incomodo como a Ares, no tengo problema con irme, no quiero causar más inconvenientes
Termine con mi discurso y salí de aquella habitación, no me podía perder en esta casa así que subí directamente hacia la habitación en la que dormí, entre y me cambie el vestido por el camisón blanco, ese del que estaba segura que era mío. Salí al pequeño balcón de la habitación para ver el atardecer, había mucho viento que hacía que las hojas de los arboles se movieran a la par, danzando de un lado a otro.
No sé cuánto tiempo estuve admirando el paisaje, pero me dieron unas inmensas ganas de dibujarlo, estaba pensando en que parte del día de esta vista crear con un pincel cuando Joyce llego posicionándose a mi lado, observando cómo la ciudad se extendía en todo su esplendor. Decidí pasar de su presencia, aunque me resultaba un poco difícil, y más después de saber que desconfían de mí.
- No tienes que irte – dijo de pronto sin ni siquiera mirarme – Puedes esperar a que Apolo encuentre datos sobre ti, o a que recuperes tu memoria
- ¿Por qué de pronto...? – comencé en apenas un susurro, que no termine porque me interrumpió
- Porque no creo que tengas intenciones ocultas– me miro y pude ver un pequeño atisbo de sonrisa en sus labios, demasiado sutil y fugaz – Debe ser demasiado para ti lidiar con tu pérdida de memoria y con un chico que desconfía de ti – suspiro mientras se acomodaba la sudadera
Comenzó a caminar hacia la puerta, y justo antes de irse pude escuchar un leve susurro "A veces desearía no poder recordar nada tampoco"
¿Qué es eso que tanto les pesa?
***
- Azura, soy yo mi niña...- escuche que me hablaba una voz muy dulce al oído, pero estaba sola, no había nadie conmigo, todo era demasiado... oscuro
En definitiva no me gusta este lugar
- ¿Quién eres?
- Azura, por favor pequeña – dijo aquella voz tan agradable, pero se escuchaba melancólica, al borde del llanto
De pronto, comencé a sentir toda esa desesperación, su voz transmitía mucha angustia
- ¿Quién eres? ¿Por qué...no te veo?
Abrí los ojos, miré hacia el balcón pero solo entraba la luz de la luna, confundida me senté en la cama
¿En qué momento me quede dormida?
- Debo estar enloqueciendo – dije mientras me amarraba el cabello de forma desordenada y salía de la habitación
Tengo mucha energía, me quede dormida toda la tarde después de aquella platica con Joyce. Camino hacia el comedor en busca de un poco de agua, cuando llego verifico que no hay nadie y dejo salir un suspiro.
Curiosa, decido merodear por la casa que es bastante amplia y bonita, voy por el pasillo por el que Joyce me llevo más temprano y le pongo mayor atención a las fotos que están colgadas y que no había visto, son fotos muy adorables de los tres cuando eran apenas unos niños, hay unas cuantas que parecen recientes, pero la que capta mi atención y me atrevo a tomarla es una donde Apolo y Joyce se están burlando de un pequeño Ares tirado en el suelo
- Que adorables – sonreí sin despegar mi mirada de aquellos pequeños
- No parecías ser una chica curiosa – dijo Apolo apareciendo por detrás y sorprendiéndome in fraganti
- Lo siento, es que no había nadie y...
- No era un regaño – se río, creo que a todos les parezco un chiste – Fui a buscarte para cenar, pero como no estabas, supuse que estarías fisgoneando lo que no debes
- Yo... - estoy segura que mi expresión y los colores que adornan mi cara son todo un poema
Sin decir una palabra más, me toma de la mano y me guía hasta el comedor, donde ya hay un plato servido. Me invita a sentarme y lo hago, veo el delicioso platillo que se extiende frente a mí y mi estomago no puede evitar rugir, no me daba cuenta de que tuviera tanta hambre. Miro a mi alrededor y Apolo está muy concentrado mirando su celular, pero no hay señales de Ares o Joyce, por lo que carraspeo para tener su atención
- ¿Y los demás?
- No te preocupes – dijo mirando de nuevo su móvil – Ya hemos cenado todos, pero decidimos dejarte descansar – antes de que pudiera decir algo, siguió hablando – Mis hermanos fueron a hacer unas cosas pendientes, pero no te queríamos dejar sola así que me quede a hacerte compañía
Finalmente puso su celular en la mesa y me miró, tiene una mirada muy intensa, así que desvié la mía y me centré en el plato de comida frente a mí. No quería comenzar a comer con alguien viéndome, pero mi estomago me delato con un gruñido, así que mientras Apolo soltaba una estruendosa carcajada, yo comía avergonzada
- Me provocas muchísima curiosidad Azura – deje de comer y lo miré, no sabía cómo tomar ese comentario y muchísimo menos esa mirada tan tentadora – Además tienes un buen apetito, tal vez por eso le costó tanto a Ares cargarte
- ¿¡Qué!? – abrí los ojos con sorpresa – ¿En qué momento él...?
- Vamos, ¿creíste que caminaste sola desde el balcón hasta tu cama? – bufo – Hubieras visto como Ares se quejaba de tu sueño profundo, porque vaya que es profundo y...
Antes de que pudiera seguir hablando, un sonido de un disparo se escucho demasiado cerca de la casa. Me puse de pie de un salto, mirando a todos lados, alerta.
- ¿Pero qué...? – dijo Apolo en el momento exacto en el que Ares y Joyce entraron jadeando a la casa
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Between two Worlds
Teen Fiction¿Un libro, dentro de otro libro? Azura Leduc, amante de la lectura y artista por naturaleza. Su madre, escritora reconocida. Una obra mundialmente exitosa, problemas de ¿pareja? y una emocionante aventura, todo al alcance de tu ¿imaginación? Pd: soy...