"Hijos de la mafia 💥"

Capítulo 4

Las clases avanzaban, Bright se veía demasiado apuesto, según Win, en esos jeans rasgados, camisa blanca con las mangas arremangadas que se marcaban más en esos fortalecidos tríceps, por más que intentaba con centrarse en la clase casi no lo lograba, casi.

Bright tomaba atención a cada profesor que pasaba dictando su clase, apuntaba de todo, lo que era ilógico, él no iba a ejercer jamás la profesión de arquitecto, pero le servía para conocer a Win y acercarse a este mundo, saber cómo poder infiltrarse y cumplir su misión.

Mientras Win escribía, Bright aprovechaba de observarlo, miraba aquellas facciones que hasta cierto punto le parecían hermosas, piel pálida, cabello castaño, labios carnosos y se detuvo ahí.

Él no estaba observando esos labios rosados tan carnosos, claro que no.

Bright: ¿Qué harás a la salida? – interrogó a un concentrado Win.

Win: ¡Ah! – casi escucha el profesor de dibujo su grito. Bright le tapa la boca antes de que a ambos los expulsen del salón.

Bright: Te pregunté que qué vas a hacer a la salida – dijo bajito.

Win: Nada ¿Tienes algo en mente? – olvidándose así que había quedado con Nam, otra vez.

Bright: Muy bien, iremos por ahí, ahora pone atención.

Y después de eso, Win no supo nada más, las mariposas en su estómago eran demasiadas como para que sus oídos escucharan algo del resto de la clase. Culpó a Bright en su mente y golpeó la frente contra la mesa, acto que, a Bright, le pareció muy tierno y disfrutó ver.

Terminaron las clases y Win tomó sus cosas, las guardó en su bolso y Bright hizo lo mismo, en su apuro algunas cosas cayeron y tanto él como Win se agacharon a recogerlas, quedando a escasos centímetros de distancia. Ambas miradas se cruzaron y ninguno pudo evitar fijar su vista en los labios del contrario. Win creyó dejar de respirar y Bright pasó su lengua por su labio inferior, Win lo siguió con la mirada como hipnotizado.

Bright: ¿Ya guardaste todo para irnos? – intentó decir algo ante esa situación, su piel se había erizado y jamás había sentido algo así...jamás.

Win: S..sí – sonó más a pregunta que a respuesta, aún estaba intentando respirar normal.

Si no fuera por las malditas mariposas que aparecieron nuevamente.

Bright: ¡Vamos entonces! – iremos a un lugar que me encanta, pero antes a cenar.

Win: Me parece bien ¿Y dónde es ese lugar?

Bright: Sorpresa.

Caminaron al estacionamiento en busca del auto de Bright, de regreso, Win pasaría por el suyo a la universidad.

Fueron a la playa de Pattaya, un lugar hermoso a casi una hora de distancia, buscaron un restaurant y cenaron, la velada fue agradable, conversaron de cosas un poco más personales, seguían sin despegar sus miradas uno del otro. Hasta ese momento Bright no se había dado cuenta del efecto que Win comenzaba a ejercer sobre él, no hasta que notó su piel erizarse nuevamente por un roce accidental entre ambas manos, sintió una corriente subir por su mano y brazo y juró que algo sintió en su pecho. Por su parte, Win sintió sus mejillas arder, todo ante la sonrisa coqueta de Bright.

La velada siguió, Win comía a ratos intentando aquietar el incesante aleteo de...las mariposas.

Win: ¿Y me vas a decir dónde vamos a ir? – dijo mientras se acomodaba inquieto en su asiento.

Bright: Estamos cerca, si has terminado, ya podemos ir. Espero que te guste, tanto como a mí.

En ese momento Win no supo del suspiro que se le escapó.