Capítulo 8

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Tomaron asiento juntos, intercambiando miradas. Bright no podía creer que en tan poco tiempo hubiese caído por él. Entró en la vida de Win buscando información y se encontró con algo totalmente nuevo.

Win lo miraba con ternura, se apoyaba en él y jamás había vivido algo así. Desde que entró al servicio tuvo parejas casuales, nada serio. Vivía demasiada adrenalina y presión, razón por la cual nunca se enamoró, sólo de su trabajo...hasta ese momento.

Pensó en el caso, en cómo se iban desarrollando los hechos, respiró profundo, pensando en encontrar una solución. Debía atrapar a un mafioso, Gun Metawin, padre del ahora amor de su vida... ¡Menuda mierda!

Se rascó la cabeza, absorto en sus pensamientos hasta que una mano tomó la suya. Sentados afuera de la facultad, Win miraba tiernamente a Bright.

Win: ¿Pasa algo? Tienes cara de preocupación hoy -pregunta acariciando su mano.

Bright: No, nada, es solo cansancio... anoche visité a mi papá y nos quedamos conversando hasta tarde, nada más – dijo mintiendo.

Win: Que bueno que lo fuiste a visitar.

Bright: ¿Entramos? – dijo mientras sentía que su mano quemaba bajo la de Win.

Win: Si...ehhh ¿Qué harás hoy a la salida?

Bright: ¿Qué tienes en mente? – preguntó de manera traviesa.

Win: Nada en especial, sólo quería pasar tiempo... contigo – se mordió el labio y eso no pasó desapercibido por Bright.

Tragó saliva antes de decir lo que, seguramente lo iba a hacer arrepentirse.

Bright: Pizza y videojuegos en mi departamento – propuso.

Los ojos de Win se agrandaron, la idea le gustó, pero estar solos, otra vez se sintió... cómo decirlo, excitante.

Una vez que las clases terminaron salieron rumbo al departamento de Bright, al llegar se quitaron los zapatos y dejaron sus cosas en un sillón.

Bright fue hasta la cocina y llamó para pedir pizzas, ambos escogieron.

Bright: Iré a darme una ducha, ponte cómodo mientras llegan las pizzas.

Win asintió y comenzó a buscar platos, vasos y lo necesario en la cocina.

Puso todo sobre la mesa del salón, frente al gran sofá donde jugarían videojuegos.

Bright terminó y salió con su cabello aún húmedo, unos pantalones holgados, una polera que dejaba ver su perfecta anatomía. Win que estaba sentado en el suelo se quedó mirándolo con la boca abierta, sintió que se quedaba sin respiración y tuvo que pestañear varias veces ante la sonrisa perfecta de Bright. Éste seguía secándose el cabello.

Bright: ¿Aún no llegan las pizzas?

Win: ¿Ah?

Bright: Que si aún no llegan las pizzas pregunté – se sonrió.

Win: Ehhh no, pero ya no deben tardar. Puse esto aquí si no te molesta – señaló la mesita.

Bright: No me molesta, siéntete libre de hacer lo que quieras siempre que estés aquí ¿De acuerdo?

Win asintió y le sonrió con sus mejillas ruborizadas.

El timbre sonó y Bright fue a recibir el pedido, puso todo en la mesita y partieron las pizzas. Sirvieron las bebidas gaseosas, conectaron el video juego y comenzaron a pasar una tarde agradable, juntos.

Todo iba bien, Win iba ganando y Bright no podía creerlo ¡nunca había perdido! Cuando quiso molestar a Win, en un mal movimiento éste derramó la bebida sobre él mojándose.

"Hijos de la mafia 💥"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora