Capítulo 6

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Tras los tensos minutos en que Win trata de explicarle a Namtan su decisión de terminar su relación, ella lo increpa, lo acusa de engañarla, a lo que él le asegura que no es así, pero que sí necesita tiempo para él. Haciendo gala de toda su sutileza, Win le ofrece su sincera amistad, la cual fue rechazada tajantemente. Toma sus cosas y se levanta enfurecida, no sin antes asegurarle que, a ella, nadie la bota ni la trata de esa manera, asegurándole que se va a arrepentir.

A lo lejos, Bright observa la situación, ver a Win con su cabeza agachada le parte el alma, sabe que él no se merece esto, algo en su interior le hace intuir la causa, pero no quiere hacerse ilusiones.

No, porque este es su trabajo, él es profesional...no puede, no puede gustarle ese chico, se dijo.

Haciendo gala de todo el autocontrol que pudo, se retiró del lugar, quería correr hasta Win y abrazarlo, protegerlo de todo y de todos, pero no quiso. Decidió darle espacio, y salió del lugar donde se escondía. Llegó a su auto y se alejó, metros más adelante, ya no pudo contenerse, se estacionó y lo llamó.

Bright: ¡Hola! ¿Qué haces? – dijo nervioso.

Win: Hola – su voz quebrada, el alma de Bright se vino al piso – nada, estoy cenando... solo.

Bright: ¿Pasó algo? – preguntó inquieto - ¿Necesitas compañía?

Win: Yo solo... necesito... - su voz se quebró por completo y eso hizo que Bright se inquietara más.

Bright: Dime dónde estás, salgo para allá – colgó y subió a su auto, en segundos la ubicación llegó y regresó al lugar.

Al llegar vio a Win a lo lejos, se enterneció ante la idea de que le permitiera acompañarlo, eso lo hizo sentir importante. Se acercó lentamente, y cuando se encontraba casi a su lado, escuchó sollozos, vio cómo sus hombros caían en el asiento del restaurant, estaba llorando, se dijo.

Tocó su hombro con suavidad y ternura, Win se puso de pie de inmediato, se había estado conteniendo, Bright lo abrazó rodeando sus hombros, lo atrajo hacia su cuerpo haciéndolo sentir reconfortado y seguro, acarició su pelo mientras las manos de Win se aferraban a su cintura, su cabeza escondida en el hueco del hombro, sintiendo desde ya que pertenecía ahí. Estuvieron unos minutos así hasta que Win se calmó, se separaron un momento y Bright, con sus pulgares, le secó las lágrimas.

Bright: ¿Estás mejor ahora? - acarició su mejilla.

Win: Si, gracias por venir, yo ni siquiera te pregunté si estabas ocupado – dijo triste.

Bright: No te preocupes, andaba cerca – dijo – ¿nos vamos?

Bright tomó de la mano a Win y salieron de aquel lugar. En esa oportunidad, Bright lo llevó a su departamento, ese que tenía de soltero encubierto, que, a decir verdad, ocupaba desde hace años, ya que, aunque vivía con su padre, prefería pasar tiempo solo o con sus amigos aquí.

Entraron y se quitaron los zapatos, Bright le ofreció asiento mientras iba al refrigerador por algo para beber, Win miraba a su alrededor observándolo todo.

Tomaron asiento en el sofá y Bright encendió la televisión, puso cualquier cosa, estaba nervioso, nunca había llevado a alguien fuera de su trabajo ahí ¡Ni a su papá!

Se miraron nerviosos y Win optó por dejar caer su cabeza sobre el hombro del otro, descansó un momento.

Win: En serio gracias, por estar y acompañarme – dijo finalmente.

Bright: ¿Hay algo que me quieras contar? – preguntó, aunque ya sabía lo sucedido.

Win: Hablé con Nam, pero todo salió muy mal. Ella se enojó demasiado, casi no me dejó explicarle nada, le pedí que fuéramos amigos y se enojó mal, hasta me amenazó – Bright se tensó ante sus palabras, lo último lo inquietó.

"Hijos de la mafia 💥"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora