Reencuentros

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No, no y no. No puede ser. ¿Otra vez tú?- pensé- No pensé que volvería a verle, y menos en este lugar.

-¡Quítame las manos de encima James!- dije al ver que no me quitaba las manos de mis ojos.

-Entonces aún te acuerdas de mí.- dijo con algo de satisfacción y retirando, a la vez, sus manos de mis ojos, pero antes de que pudiese salir corriendo, me agarró de las muñecas de manera que estaba en frente de él.

-Tú y yo tenemos muchas cosas que hablar.- dijo él, pero ni de coña, así que mediante un movimiento rápido, le di con la rodilla donde más le duele y salí corriendo.

-¡Iria, espera!- gritó él, pero yo no le escuché seguí corriendo hasta llegar a mi habitación.

Cerré la puerta de un golpe, sentía tanta rabia en aquel momento que no era capaz de controlar mis actos.

James… se me hacía raro volver a pronunciar su nombre. La verdad es que se me hacía raro pronunciar cualquier nombre de mi pasado, me sentía como cuando dices el secreto de otra persona y después de decirlo te quedas vacía y sientes que ya no puedes decir nada. No estaba preparada para hablar con James no cuando solo habían pasado 6 meses desde lo de Lucas.

Fui al baño y me lavé la cara, decidí que lo mejor sería hacer algo de deporte para estirar los músculos que estaban totalmente agarrotados.

Me adentré en el bosque, corriendo a un ritmo en el que  me encontraba cómoda y me concentraba únicamente en mi respiración. Llegué hasta la carretera que iba al pueblo y como no quería dar media vuelta seguí corriendo hasta llegar al pueblo de Lake Valley. Las casas eran de piedra al igual que las tiendas, me pareció un sitio cutre y aburrido.

Miré los escaparates de las tiendas, todos estaban atrapados en otra época, entré en una pequeña tienda para comprar un paquete de chicles, solo había de menta y estaban rancios, aun así los compré junto a una lata de refresco.

De regreso al internado fui andando por el lago, permitiéndome pensar en lo que llevaba evitando desde que entré aquí. Detuve mis pensamientos, oí varias risas, levanté la vista y ví a una parejita bastante patética dándose el lote en el lago, como no quería interrumpir nada me desvié por el bosque y me di cuenta de que la parejita la formaban victoria  y… otro chico. “¿Y Dylan?” pensé, que victoria era una puta no me sorprendía lo más mínimo, pero, en fin, pensaba que Dylan sería el infiel, no ella.

Llegué al internado a tiempo a mi última clase, de mates.

-No te he visto en todo el día, ¿qué has estado haciendo?- me dijo Dylan en cuanto me senté, con una sonrisa maliciosa

-Cosas, ¿y tú?- dije intentando averiguar algo sobre la relación de Vic y él. Aunque no me importe por supuesto

-Entrenar, clases… ya sabes-dijo haciéndose el interesante

-¿Y Victoria?

-Aaa… no se, peinarse,maquillarse, ir  a clase…-estaba claro que la pregunta le había sorprendido un poco-¿Por qué?

-Por.. nada-dije secamente, no creo que fuera buena idea contarle lo que había visto.

OPTIMUM FUTURUMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora