El primer día

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El primer día

 

En la nota, solo ponía:Habitación 85 20:30 mañana, no lleguéis tarde.

 

No sabíamos de quien era, pero la curiosidad era cada vez más grande. Le comentamos a Penélopede ir al día siguiente y dijo que sí.

 

Me golpeé la cabeza con el cabecero al oír el despertador, tardé varios minutos en asimilar donde me encontraba, el pitido del despertador seguía sonando.

Less me tiró un cojín- Apaga eso ¿quieres?-bufó

Miré la hora de reojo, las  7:50, MIERDA .

-¡Joder Less son menos diez!- me levanté de un salto y me puse la falda y el jersey como pude. Less no paraba de gritar tacos y yo la seguía el juego, lo cierto es que podrían habernos expulsado de la cantidad que dijimos.

Bajamos corriendo las escaleras, nuestra primera clase era con la tutora para las presentaciones, torcimos a la derecha.

-¡ ¿Qué aula es?!- gritó Less agobiada

-Aquí pone B2-dije mientras corría hacia el aula  que tenía ese cartel.

Abrimos la puerta sofocadas, los únicos asientos que quedaban eran en primera fila. Cuando nos disponíamos a sentarnos, toda la clase se puso en pie.

-Miren que bien, unas novatas insolentes. ¡Sientense!-me giré. Detrás de mí una señora alta y delgada nos miraba con el ceño fruncido, tenía el cabello castaño claro recogido por una larga y apretada trenza de raíz. La clase se sentó, sin embargo  ella nos  obligó a permanecer de pie.

Eché un vistazo a mi alrededor, solo eramos chicas, menudo coñazo, si hay algo que no soporto es estar rodeada de chicas como Penélope, con los chicos era diferente no te juzgaban tanto como las chicas, aunque bien es cierto que son mucho más burros.

-Soy la Sra. Sampler, este año voy a ser su tutora- dijo con una falsa sonrisa que enseguida desapareció de su rostro- ¡Sus nombres!

-Lessley Antonié

-Iria Costa

-Muy bien, ¿saben ustedes el reglamento de la institución?-antes de que pudiéramos contestar, respondió ella- Creo que no, ¿dónde esta el pin de la institución? es obligatorio llevarlo y ¿cómo llevan esos pelos? ¿es que se acaban de levantar?-( preferí no contestarle a esa pregunta)- por no hablar de sus zapatos señorita Costa esto no es la clase de gimnasia ¿sabe?

Miré abajo, llevaba puestas mis deportivas negras, con las prisas me había confundido de zapatos.

-Ahora sí sientense, y háganse una coleta o algo con esos pelos.- se sentó en una gran mesa escritorio- la última vez señoritas, la última vez. Cuando me senté, miré de reojo a la profesora, estaba hablando sola... ¡perfecto!, nos ha tocado a la loca...

Esto no podía ser verdad, no me podía tocar aquella... "cosa insoportable" como tutora, por no hablar de que hablaba sola. Y además de ser mi tutora, era la profesora de laboratorio de química, sinceramente, no quiero saber que clase de experimentos haremos con esta profesora...

En todo lo que llevábamos de clase, nos había contado todas las normas del colegio, más unas cuantas que añadió ella para sus clases, como:

 

Nada de llevar el pelo suelto (incluso en las horas de tutoría); solo se escribe con boli azul, nada de bolígrafos negros;  nada de hablar en clase... y un montón de más cosas.

OPTIMUM FUTURUMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora