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Con solo pensar en aferrarme a ti una sonrisa aparece en mi rostro, solo tú coloreas mi mundo.


JiMin se encontraba en la casa de los Jung observando como HoSeok estaba entretenido en ese dicho celular, había llegado lo antes posible cuando dejó sus pensamientos de lado y solo se encontró con un chico recostado en su cama el cual no dejaba de escribir por el aparato, y fue entonces donde su atención calló en esa pequeña sonrisa que se asomaba por los finos labios del castaño.

- Hobi... ¿Con quién estas conversando por mensaje? - se acercó más a él, pero no capto su atención - no le dirás nada ha tu pequeño Mochi - sonrió cariñosamente, acercó su mano hacía la mano del contrarió y cuando lo tocó el castaño se alejó de él -

Park lo miró sorprendido y frunció el ceño, HoSeok hace mucho no se comportaba así con él. Entonces después de un largo tiempo observándolo el otro se quedó dormido y en ese momento el pelinegro cogió el celular del alto empezando a ver todas sus conversaciones, fue en ese preciso instante donde su sangre empezó a hervir, tenía a una tal "Rose🌹" con la cual hablaban de temas que él no entendía, pero al momento donde vio aquel mensaje todo exploto en él.

Rose🌹

"Eres mucho más atractivo que Brad Pitt y un romántico como Romeo"

Esa fue la gota que derramó el vaso, el más bajo estaba que votaba fuego por las orejas. Bajó lo más rápido que pudo y le pidió permiso a la señora Jung si podía quedarse a dormir a lo cual ella aceptó. Esa noche me quede a dormir con Hoseok había extraño su olor a coco y lo bien que se sentía su calor corporal, era tan reconfortante que no dude en abrazarlo, solo quería sentirlo a él, ha su dulce ser.

Al pasar los días me di cuenta que Roseanne tenía el mismo trastorno que mi pequeño Hobi y fue con ello que calmé mis celos irracionales ya que al tratarla pude observar que era tan dulce y tierna que parecía una paleta de caramelo. Volver a tener la misma conexión con Hoseok no fue tan difícil, pero aun así me sentía mal, había dejado al ser más dulce por una idiotez como ir de fiesta ahora que me pongo a pensar detalladamente en todo ello dejé de hablar con SeulGi y los demás chicos, lo cual me daba igual, porque solo pensar en él una sonrisa aparece en mi rostro.

Y al pasar los meses ya había llegado mi cumpleaños, estaba cumpliendo dieciséis años de vida y once años de conocer al ser más dulce de este mundo.

Nos encontramos sentados en mi cama viendo el techo ya que al pelicastaño no le gusta el bullicio por lo cual habíamos subido a mi dormitorio.

- ¿Aun te gustan mis ojos? - pregunté tímido y asustado por su respuesta –

- Si

- sonreí por su afirmación - ¿Me darás un regalo?

- No, yo no trabajó para comprarte uno - respondió con simpleza -

- Pero me puedes dar otro tipo de regalo - llevé mis manos a la suya y la acaricié -

- ¿Cómo?

- Así, mira - volteé su rostro y delicadamente junté mis labios con los suyos moviéndolos en un vaivén lento, pero no sentí nada por parte de él por ello me separé, tenía su mirada fija en mi - ¿No te gusto? - pregunté avergonzado -

Él se quedó observando mis labios por aproximadamente siete minutos y fue ahí donde sentí sus labios con los míos, él me estaba besando a mi torpemente, entonces traté de guiar el beso lentamente y de una manera dulce, sus manos se encontraban hechas puño a cada lado de él entonces las cogí y las hice rodear mi cintura mientras yo acariciaba sus mejillas.

Ese dulce toque entre nuestros labios hizo que todo en mi se desbordara como un volcán en erupción, porque sentí esa tierna llama que abrazaba todo mi ser el cual solo es propinado por él, por Jung HoSeok.

Después de pasar mis cumpleaños más juntos de lo que ya estábamos nos proclamamos como "novios", tanto como los señores Jung y mis padres aceptaron nuestra relación alagando que hacíamos una linda pareja. Ya para navidad y año nuevo la pasamos juntos en la habitación del castaño, echado en el pecho de este mientras me rodeaba la cintura y donde nos encontrábamos viendo una serie de Disney las cuales le gustaban a mi chico.

Nos habíamos tomado una foto la cual lo mándanos a Rose decimándole una linda navidad y próspero año nuevo, aclarando también que esperábamos verla el próximo año en el instituto, o bueno yo lo escribí por medio del celular de mi novio ya que este se quedó dormido.

Me quedé viendo su apacible rostro dormido y me di cuenta que el parecía un ángel y aunque nunca haya visto uno ya me lo imaginaba en solo pensar en él, porque tenía unas hermosas facciones y rasgos definidos. Todo en él era perfecto sin importar que es lo que tenía, su alma era tan pura como la brisa del invierno, que te había estremecer hasta en la más mínimo de tu ser.

Ya para inicios de enero nos inscribimos juntos en clases de natación, para que HoSeok tenga mayor precisión en la coordinación de su lenguaje corporal y esto lo había aconsejado la terapeuta del castaño, el cual no se sentía muy a gusto que digamos. Pero eso solo fue por un mes ya que para febrero estaban nuevamente entrando al instituto y por ende dejáramos natación.

Nos volvimos a encontrar con Roseanne la cual ya no era pelinaranja sino pelimorada ya decir verdad le quedaba muy bien y fue en ese entonces donde decidí teñirme el cabello, y así lo hice, unos días antes del cumpleaños de mi Hobi me pinte el cabello pensando en él, porque solo él colorea mi mundo como le plazca.

YOU'RE MY GARDEN - HOPEMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora