Impossible love; Tom Riddle √

xxᴠɪɪɪ. ꜰʀᴇᴅ ʏ ɢᴇᴏʀɢᴇ ᴡᴇᴀꜱʟᴇʏ

XXVIII. Fred y George Weasley
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IVANNA Y TOM ESTABAN CERCA DE LA BIBLIOTECA HABLADO. Estaban tan concentrados hablando que harán cuando terminen Hogwarts que no notaron a Oliver, Maddie y Alejandra se asercaron.

— Hola, ¿de que hablan? — pregunto Maddie —

— Oh, Hola Maddie — sonrió Ivanna — Hablamos de que haremos cuando salgamos de Hogwarts. Primero hay que celebrar, eso esta claro y segundo yo estaba pensando en ser comentarista de Quidditch o aurora.

— Yo pensaba en ser sanador o medimago — dijo Tom sonriendo — ¿Y ustedes?

— Yo pienson en ser un famoso jugador de Quidditch y mi bella novia piensa en ser una experimentada aurora.

— ¡Eso es genial, Newt! Los animales te aman — exclamo emocionada la chica Lupin — ¿Y tú, Ale?

— Quiero ser sanadora como mi madre — sonrió tiernamente —

De pronto oyeron gritos y jadeos que venían de los pasillos, los tres intercambiaron una mirada para luego ponerse rápidamente de pie y salir a ver que estaba ocurriendo. El grupo siguió a sus compañeros de casa al piso inferior, donde casi todos los alumnos estaban reunidos.

En el suelo del vestíbulo se encontraban los gemelos Weasley, quienes evidentemente habían sido atrapados por la Brigada Inquisitorial.

— ¡Muy bien! — exclamo furiosa la profesora Umbridge — ¡¿Les parece muy gracioso convertir un pasillo del colegio en un pantano?!

— Por supuesto que si — contesto Fred mirando a la mujer sin temor alguno.

Ivanna se dio cuenta que Filch casi lloraba de felicidad, se abría paso entre los alumnos hasta llegar a la profesora.

— Ya tengo el permiso profesora — anuncio con voz chillona — Tengo el permiso y tengo las fustas preparadas. Déjeme hacerlo ahora, por favor...

— Muy bien, Argus — hablo Umbrige para luego mirar a los gemelos — Y ustedes dos... van a saber lo que les pasa a los alborotadores en mi colegio.

— ¿Sabe que le digo?, me parece que no — hablo Fred para luego mirar a su gemelo — Creo ya somos mayorcitos para estar internos en un colegio, George.

—Si, yo también tengo esa impresión — George asintió estando de acuerdo. &

— Ya va siendo hora de que pongamos a prueba nuestro talento en el mundo real, ¿no? — le pregunto su hermano. —

— Desde luego — contesto George. —

— ¿Qué creen que van hacer? —pregunto la chica Taylor frunciendo el ceño. —

Alejandra sonrió de lado. — No lo se, pero lo que sea que sea estoy cien por ciento segura que será increíble.

Antes de que Umbridge pudiera decir una sola palabra los gemelos Weasley levantaron sus varitas y gritaron:

— ¡Accio escobas!

Por el ruido Ivanna supo que las escobas que las escobas se acercaban a gran velocidad.

— Hasta nunca — hablo Fred pasando una pierna por encima de la escoba. —

— Si, no se molesten en enviarnos ninguna postal — añadió George repitiendo la acción de su gemelo. —

Fred miro a todos los estudiantes que se encontraban en el vestido con una sonrisa.

— Si a alguien le interesa comprar un pantano portátil como el que ven arriba, pueden encontrar en Sortilegios Weasley, en el numero noventa y tres del callejón diagon — anuncio en voz alta. —

— Hacemos descuentos especiales a los estudiantes de Hogwarts que se comprometan a utilizar nuestros para deshacerse de esa vieja bruja — exclamo George señalando a Umbridge. —

—¡DETENGANLOS! — grito la mujer. —

Ambos gemelos dieron un pisotón en el suelo y se elevaron en el aire para luego dirigirse juntos a la salida.

Fred miro nuevamente el vestíbulo y su vista se enfoco en uno de los tantos fantasmas del castillo: — Hazle la vida imposible por nosotros, Peeves.

Y Peeves que nunca aceptaba ordenes de los alumnos, se quito el sombrero de su cabeza e hizo una reverencia, al mismo tiempo de los gemelos daban vuelta y desaparecían del vestíbulo en medio de los aplausos de los alumnos.