Cita a Ciegas

195 32 2
                                    

Escrito por: CynRichart

Beta Reader: mnemofuega

Tema: Cita a Ciegas.

Ciudad Sina, Febrero 2022

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ciudad Sina, Febrero 2022

Dos amigas entraban a un restaurante que era conocido por su evento de citas a ciegas.

Nanaba era la más interesada, porque ella moría por conocer al amor de su vida, mientras que Hanji había decidido acompañarla porque eso hacían las mejores amigas... ¿no? La castaña observó como Nana hacía el registro y pagaba. Siendo sincera, preferiría haberse quedado en casa con Sawney y Bean, sus gatos, y avanzar los proyectos que aún tenía pendientes.

Pensó que toda esta pérdida de tiempo podría evitarse, si Nanaba hubiese usado una de las tantas aplicaciones que existen para conocer personas, pero al tratarse de ella, escogería mil veces esto, a llevarse una sorpresa luego.

Les asignaron un grupo y, luego de unos minutos, les pidieron que pasaran a donde estaban las mesas.

Mientras en la calle.

Dos chicos corrían presurosos al mismo restaurante. Llegaban tarde. Mike era alto y rubio, mientras que Levi, su acompañante, era de tez blanca, cabello negro y de una estatura particular. El pelinegro trataba de alcanzar a su compañero, sabía que Mike últimamente se sentía presionado por no tener una novia, y tal vez este dichoso evento podría ayudarle, porque siendo sinceros, ya no eran unos adolescentes. Era momento de sentar cabeza, como decían los padres de ambos, cosa que tenía sin cuidado a Levi.

Llegaron al establecimiento y entraron, aún se preguntaba por qué había accedido a esta tontería, pero lo haría por su amigo.

Un silbatazo inició el evento.

Todo esto era aburrido para Levi. Las chicas quedaban hipnotizadas al verlo como si fuera perfecto, pero a él no le interesaban, si supieran todas las obsesiones que tenía no pensarían lo mismo de él.

Era la ronda final cuando la vio ahí de pie buscando donde sentarse: una chica alta de cabello castaño, recogido en una coleta alta y desordenada. A simple vista se notaba que no cuidaba su aspecto, pero eso no le importó. Fueron esos ojos achocolatados, detrás de sus lentes, mientras los acomodaba y sonreía, lo que llamó su atención. Era la primera vez que le ocurría algo así, porque ni siquiera con su primera novia le había pasado. Notó la mirada de la chica, que lo había atrapado observándola, y retiró la suya de inmediato, pero ella continuaba observándolo. Él podía sentirlo.

Meditó unos segundos, se armó de valor y comenzó a caminar hacia ella, cuando de repente, otro chico de cabello cenizo le ofreció sentarse. Vio su nombre: Moblit. Se maldijo por tardar.

Cuando terminó el evento la buscó con la mirada, pero ya no estaba ni el dichoso Moblit. Esperaría a Mike por fuera.

Llevaba unos minutos esperando y Mike seguía sin salir. Ese gigantón se las pagaría. La puerta se abrió, pero era la castaña quien lo miraba sorprendida.

– ¿Tú eres Levi? – Lo vio asentir. – Tu amigo Mike se flechó de mi amiga Nana. Se quedaron a cenar. Iba a enviarte un mensaje, pero pensó que entrarías a sacarlo de la oreja, así que se les ocurrió mandarme a mí a avisarte. –Vio la cara de fastidio de Levi. –Soy Hanji, por cierto. – Le extendió la mano. –¿Quieres ir por un café, en lo que salen nuestros amigos? Conozco una cafetería muy buena por aquí, es todo lo que podría invitarte, no es día de paga.

Levi la observó sorprendido, tomó su mano para contestar el saludo y sintió una corriente por su cuerpo, como si la conociera de siempre.

– Está bien. Mucho gusto Hanji. – Le sonrió.

– Vaya, no pensé que sonrieras. Te vi durante el evento y parecía tener cara de constipado, como si fueras a salir corriendo al baño durante cualquiera de las rondas. – Le contestó divertida Hanji.

–¿Me estuviste observando? – preguntó Levi.

– Oye, llegaron tarde y tu rostro decía "mátenme no quiero estar aquí". Quería saber tu historia. – Hanji comentó apenada. – Chica que llegaba a tu mesa, chica que se iba decepcionada.

– Tsk, qué acosadora. Vamos a donde dices, cuatro ojos.

– Bien, vamos enano.

Comenzaron a caminar mientras Hanji platicaba con Levi y él la escuchaba. De repente, ambos pensaron que, tal vez, haber acompañado a sus amigos en esa cita a ciegas valió la pena. 

Analfabetos emocionales y chocolate || Evento de San ValentínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora