Ayden Gerago y la llegada de las Tinieblas

Capítulo#8 El rastro del dragón Ryteckgo

Ayden se estremeció al ver en la puerta las gigantescas marcas de los rasguños que había dejado el dragón y se preguntaba "¿Qué tan grande sería? ¿Podré vencerlo con una simple espada y un escudo Reflejante?". La habitación a la que había entrado erá menos tenebrosa que la anterior, está parecía un gran calabozo lleno de agua estancada y con un fetido olor a sangre que impregnaba todo el lugar. Ayden avanzó cuidadosamente hasta llegar a una gran escalera de piedra muy deteriorada, subió las escaleras con mucho más cuidado ya que tenía miedo de que se rompierá una y que cayerá dandose un gran golpe en la cabeza y muriera. Cuando dos escalones arriba encontró un cráneo partido a la mitad, Ayden se estremeció inmediatamente al ver eso pero decidió rodearlo y seguir su camino; mientras más subía Ayden encontraba más y más cráneos y a veces hasta esqueletos con un poco de piel en descomposisión y también las escaleras comenzaban a tener pequeñas gotas de sangre hasta llegar al punto de hacerse un camino de sangre. Las paredes tenían demasiados rasguños gigantesco eso significaba que ya estaba cerca de dónde se encontraba el dragón en un profundo sueño o eso pensaba Ayden.

Al fin después un gran y largo camino subiendo escaleras y a ver experimentado un gran miedo en la habitación de antes había llegado al dragón que erá de color negro y su piel estaba llena de escamas, estaba tirado en el suelo cómo sí estuviera dormido abarcando gran parte del sitio ya que erá gigantesco, con grandes y músculosas patas y manos que tenían incrustadas unas largas garras y muy afiladas, también tenía unas alas llenas de púas, una gran cola, un hocio plano que mostraba dos pequeños orificos por dónde respiraba y unos grandes colmillos de color plata incrustados en unas horribles encias muy carnosas y de color gris. Sus ojos estaban cerrados pero no por mucho tiempo, pudó olfatear a Ayden y abrió un gigantesco ojo color amarillo, dio un gran bostezo y con un gran esfuerzo se levantó y se estiró; miró a Ayden con una mirada demasiado agresiva y soltó un rugido que hizo que todo el lugar temblara. Ayden estaba ante su gran y primera prueba y ya no había vuelta atrás tenía que vencer a ése gran dragón o si no todo iba a empeorar y el Mundo Terrenal y el Mundo Sagrado sería conquistado por el Mundo de las Tinieblas.