Capítulo#9 La batalla con Ryteckgo

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Ayden dio unos pasos hacia atrás, desenfundó su espada y su escudo Reflejante y se pusó en disposición de pelea. El enorme dragón abrió sus alas y empezó a volar muy alto rodeando a Ayden sin quitarle de encima sus enormes ojos amarillos; cuando de pronto el dragón tomó una gran bocanada aire y cuando expulso el aire salió de su hocico un enorme fuego de un naranja muy brillante, Ayden reaccionó al ataque y se cubrió con su escudo Reflejante el cuál evadió el fuego hacia otra dirección; el dragón fue volando directo hacia Ayden mientras soltaba un gran rugído en sordesedor; entonces la chica evadió al dragón y subió a su gran y gruesa cola evitando las púas de sus enormes alas. El dragón volaba a una gran velocidad para que Ayden cayerá, dio una vuelta completa y Ayden salió volando e impactó en el suelo causandole una abertura en el lado derecho de su cabeza que emanaba demasiada sangre y al igual que su nariz que había sufrido una fractura. La chica se quedó tirada unos cuantos minutos en el suelo muy desorbitada por el golpe que se había dado, luego con un esfuerzo se levantó y visualizo su escudo Reflejante y la espada que recibió de regalo de cumpleaños en una de las patas trasearas del dragón que se acercaba lentamente a Ayden para devorarla viva; la chica corrió a toda velocidad para tomar sus cosas, se tiró al piso y las tomó y por segunda vez se subió al inmenso lomo del dragón que lo salpicaba con las pequeñas gotas de sangre que caían de su nariz rota y de su abertura de la cabeza.

Levantó su espada y de pronto tomó un brillo color azul eléctrico sólo que esta vez no apareció ninguna inscripción, entonces con una gran fuerza Ayden clavó la espada en el grueso y músculoso cuello del dragón y al hacerlo el dragón dio un gran rugído de dolor y cayó al suelo, mientras que de su cuello emanaba demasida sangre muy espesa; Ayden saltó del lomo del dragón que estaba en el suelo en un espeso y gran charco de su propia sangre, la chica miraba fijámente al dragón cuando tomó su escudo Reflejante y lo apuntó hacia él, limpió la sangre que tenía la espada en su camisa y después la colocó en el escudo Reflejante y al hacer eso una gran luz azul eléctrico segó al dragón que dio otro gran rugído. Ayden dejó la espada y el escudo en el suelo, metió una mano en su bolsillo derecho y sacó los dos colmillos de la serpiente y con gran rápidez los clavó en los ojos del dragón que al instante emanaron demasiada sangre y de nuevo volvió a lanzar un gran rugído de dolor; Ayden quitó y tiró los colmillos cubiertos de sangre de lo que erán antes los ojos amarillos del dragón y se desvanecieron. El dragón había muerto desangrado y lentamente se desvaneció dejando sólo un gran y espeso charco de sangre.

Ayden cayó de rodillas y observó el charco cuando de él emergió la guía y mensajera de Ayden, la chica se levantó rápidamente, tomó su escudo y se lo pusó en la espalda mientras que sostenía fuertemente su espada un poco manchada de la sangre del dragón; la luz se acercó a ella y le dijo:-Es hora de que volvamos al Mundo Terrenal, Ayden-Con una voz muy serena.

-¿A terminado todo?-Le preguntó Ayden con curiosidad y muy exahusta.

-Aún no Ayden, pero todo estará bien recuerdalo-Le dijo la luz con la misma voz serena-Andando tenemos que ir a casa-Le dijo mientras se acercaba a la orilla de uno de los hoyos que simulaban ser los ojos de la calavera.

Ayden la siguió y de pronto la luz se convirtió en un hermoso pegazo color dorado y con unas grandes alas color plateadas. Lo que antes  erá la luz le dijo:-Subé a mí lomo Ayden, ya nos vamos de éste horrible lugar.

Ayden sonrió y obedeció y con una gran velocidad comenzaron a volar hasta llegar al Mundo Terrenal que se veía muy tranquilo, entonces Ayden le dijo al pegazo que sí podían ir a Espourts ya que quería ir a la tienda de Las Cabezas De Serpientes para comprar unas cuantas barras de fraganas. (Qué eran cómo el chocolate sólo que más gruesos y de diferentes sabores que erán deliciosos). Habían llegado a la tienda, Ayden se bajó del pegazo dorado y entró, se acercó al mostrador y dijo:-¿Tiene fraganas?-Mientras miraba una vitrina dónde colgaban unas tiras delgadas, rosas y viscosas.

-Claro que sí, ¿cuántas quieres?-Le preguntó la amable voz de una anciana muy rechoncha.

-Quiero cuatro, por favor-Dijo Ayden.

-Aquí tienes pequeña, cuatro fraganas-Le dijo la anciana mientras le entregaba las barras en una de sus manos que estaban demasido sucias.

-¿Cuánto es?-Preguntó Ayden mientras sacaba la bolsa de dinero.

-Son 40 monedas de oro, pero te las dejaré a 6 monedas-Le dijo muy amable la anciana.

Ayden levantó la cabeza y la anciana se tapó la boca mientras ahogaba un grito por ver a Ayden cubierta de sangre, ya que la abertura que tenía del lado derecho de la cabeza todavía emanaba sangre, además su camisa tenía la sangre del dragón, pero lo que más impresionó a la ancia, fue que la nariz de la chica estaba rota y muy chueca (La cuál tenía un aspecto horrible) y además emanaba todavía un poco de sangre.

-¡DIOS SANTO! ¡¿Estás bien?! !¿Qué te paso?!-Le preguntó la anciana muy preocupada.

-¡Oh! ¿Estó?... No es nada-Dijo Ayden mientras se tocaba la abertura de su cabeza manchando sus dedos con un poco de sangre-Estoy bien, no se preocupe-Le dijo Ayden mientras salía de la tienda.

Ayden estaba sentada afuera de su casa comiendo la última fragana que erá de mora azul, mientras veía el inmenso sol naranja ocultarse. La luz apareció y le dijo:-¿Estás disfrutando tú fragana, pequeña Heredera?-En un tono demasiado alegré.

-¡Sí!-Dijo Ayden mientras se metía el último cuadro de fragana a la boca.

-Te lo haz ganado Ayden, por todo el esfuerzo que hiciste-Le dijo la luz muy alegré.

Ayden le sonrió a la luz, se levantó, tomó sus cosas y después se metió a a la casa.

Ayden Gerago y la llegada de las TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora